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jueves, 30 de octubre de 2014

Allen / Lande - The great divide (2014)


01. Come Dream With Me
02. Down From The Mountain
03. In The Hands Of Time
04. Solid Ground
05. Lady Of Winter
06. Dream About Tomorrow
07. The Hymn To The Fallen
08. The Great Divide
09. Reaching For The Stars
10. Bitter Sweet

Voz: Russell Allen y Jørn Lande
Guitarra, Bajo, Teclados: Timo Tolkki
Bateria: Jami Huovinen


Estamos ante la cuarta entrega de la saga, protagonizada por el duelo vocal entre Lande y Allen. Si ya has escuchado alguno de los anteriores capítulos no encontrarás grandes sorpresas en este disco. Por hacer un poco de historia, la colaboración entre los dos cantantes se inició ya hace unos cuantos años sobre todo, creo yo, al hilo de la fama y la repercusión que estaba alncanzando el cantante noruego. Eran los años en que a Jorn Lande se le conocía como el rey Midas, todo lo que tocaba se convertía en oro. El paso de los años ha dejado ese apodo un poco en el olvido, básicamente porque Lande no se prodiga mucho en directo y porque (quizás estos explica lo anterior) en directo no suele dar la talla. A Lande no le gusta girar y se le nota sobre las tablas, al menos personalmente para mi ha sido una decepción absoluta lo de este señor. También el tiempo ha puesto un poco en su sitio al señor Jorn Lande en cuanto a la calidad de sus lanzamientos discográficos, con el tiempo se han hecho más y más anodinos y repetitivos.

Pero dejemos de dar palos al noruego y echemos un piropo al señor Allen, que es justamente todo lo contrario del primero, uno de los vocalistas más en forma, no solo en el estudio, en directo es una auténtica apisonadora, casi imposible pillarle en un renuncio y además tiene una comunicación con el público que dista años luz de la frialdad y pasotismo del noruego, un tío enrollado que se mete al público en el bolsillo desde el minuto uno, muy grande el señor Rusell Allen.

Repartidos los palos y las medallas para uno y otro protagonista, entremos un poco en la harina de este nuevo lanzamiento. La gran novedad es que el señor Tolkki (ex Stratovarius) se hace cargo de las guitarras, sustituyendo a Karlsson, otro conocido guitarrista aunque sin el aurea y el rollito prensa rosa que se gasta el señor Tolkki. Aparte de eso, la composición de las canciones no varía sustancialmente, temas muy comerciales, con mucha melodía, unos solos más acertados que otros y estribillos y letras para el lucimiento de los dos vocalistas, de esos estribillos que se repiten hasta la sociedad y más allá, perfectamente diseñados para que se le queden a uno en la cabeza. Tengo la teoría, contrastada a lo largo de los años, de que este tipo de diseños discográficos tan artificiales (juraría que ni se han visto las caras durante el proceso de elaboración y grabación del disco) son de los que enganchan al principio pero que indefectiblemente acaban durmiendo el sueño de los justos en la estantería o el disco duro del ordenador. Es decir, que van perdiendo con cada escucha, este no será una excepción.

No hay mucha caña en el disco, predominan los medios tiempos, baladas y algún tema un poco más movidito que otro, más o menos se mantiene el mismo nivel a lo largo de todo el disco. Destacaría el tema The Great Divide que da título al disco, un tema pausado, con bastante atmósfera y donde lo que más destaca es el trabajo de guitarras, bastante inspirado.

Sinceramente, si quiero a escuchar a Rusell Allen (Lande ya me resulta cansino) me pongo un disco de Symphony X y lo disfruto mil veces más. Pero para gustos los colores. 

Sin perdón

Mariano Rajoy, ha tenido el descaro de declarar que aunque España está aún “muy lejos” de superar sus problemas de desempleo, en la Unión Europea ha pasado de ser “el rostro más visible del problema a convertirse en la faz más expresiva de la solución”. Tócate los huevos o para chulo mi pirulo, pero no acaban ahí las derrapadas mentales de este sujeto. Siguió soltando que “La recesión que en nuestro país se vivía era la principal debilidad de la recuperación, y la dificultad de afrontar su rescate era la principal expresión de incapacidad de los mecanismos comunitarios”. Y, por supuesto, remató sacando pecho, a lo ZP, ante los partners europeos: el crecimiento español es el contrapunto de la “marcha vacilante” de las principales economías europeas y las reformas puestas en marcha “el espejo en que Europa desea que se miren los países más lentos en implementarlas”.


Creo que a nadie sorprenden las patéticas declaraciones de este señor, cuentos de ovejas eléctricas y dinosaurios con alas, para aquellos ciegos que viven en otro mundo, en una realidad virtual o que esnifan tanto pegamento que confunden las cifras de paro con los ceros de las cuentas en Suiza. Es increíble la capacidad que tienen los políticos españoles para aislarse de la realidad cotidiana del país, para creerse unos cuentos chinos que ni los mandarines se tragarían. Escuchando al barbas uno creería que estamos casi en el pleno empleo. Por desgracia, la realidad del país es bien distinta: casi seis millones de parados, cifras de crecimiento positivas pero escasas para incentivar una generación de empleo a buen ritmo y, por si fuera poco, la amenza de otra recesión proveniente de Europa que nos ralentizaría en nuestro proceso de recuperación.

Pero por encima de todo los sinsabores económicos están las injusticias sociales, las varas de medir de distintos tamaños. Las que provienen de la corrupción generalizada que se respira en este país de ladrones de guante blanco, con nuevos casos de corrupción cada mes y los políticos que no se bajan de la burra, echan la culpa al enemigo y se van para su casa con toda tranquilidad. Es algo realmente dantesco y si no fuese por eso uno se echaría a reir a carcajadas ante tanta delicuencia legalizada y politizada como existe en España.

La corrupción siempre es un acto deleznable y reprochable, pero lo es más en el caso de gentuza como la que se sienta en el parlamento nacional y que dispone de por sí de beneficios y prevendas que ya quiesieran muchos españolitos que andan con una mano delante y otra detrás. Disparates tales como:

-         Salario vitalicio
-         Régimen de la Seguridad Social más beneficioso, con un fondo específico para que a sus señorías no les falte de nada cuando la vejez les impida seguir con sus tropelías
-         Votan sus propios salarios, es decir, ellos mismos se ponen los ceros a su antojo...
-         Inmunidades e intocables llenos de mierda hasta las cejas, parapetados contra la justicia, protegidos contra el peso de la ley que se pasan por el forro
-         Algunos tienen su nombre grabado en el escaño y hasta algún corazoncito de esos de “amo a Laura” cincelado en la madera del parlamento, porque llevan toda su puta vida viviendo del cuento. Limitación en el cargo y caducidad del escaño, por favor
-         Los hay que llegan sin ningún tipo de formación, por no nombrar a todos aquellos que nunca han estado en el mercado, que no saben lo que es ganarse una nómina, niños de papa y trepas de lujo

De qué vale que el señor Rajoy salga pidiendo un perdón, un perdón que no siente (éste no se ganaba la vida como actor), si nada va a cambiar, si los viejos hábitos, hereditarios, se mantendrán invariables? Porque los políticos, tan fachas y tan seguros ellos de su posición, pasan absolutamente del pueblo, del ciudadano que les da comer y sólo se acuerdan de él cuando hay que votar. Por eso, quizás la mejor arma contra tanta soberbia, mangonería y jeta sean las estadísticas como las que algunos medios han publicado estos días y que ponen a la formación del coletas, "Podemos" (sí, esa que no tiene un programa electoral, o que lo guarda bajo llave para que no se lo roben) como primera fuerza en intención de voto, por delante de PP y PSOE. Eso es lo único que puede hacer mover el culo a esta gentuza que lleva años en el desgobierno y el asalto a los bienes de todos los españoles. Malditos bastardos. 

En los mares


miércoles, 29 de octubre de 2014

Alfa Romeo Giulietta 1956


El Alfa Romeo Giulietta fue un automóvil fabricado por Alfa Romeo desde 1955 hasta 1965. El Giulietta fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín en 1954 y casi 132.000 fueron construidos en la fábrica de Alfa Romeo Portello en Milán.

El primer modelo de Giulietta era un coupé, el Giulietta Sprint, presentado a finales de 1954, seguido por un turismo en la primavera de 1955 y un dos plazas a mediados de 1955 denominado Giulietta Spider, con carrocería descapotable fabricada por Pininfarina. En 1957 la versión más potente, llamada Giulietta TI (Turismo Internacional) se presentó con pequeños cambios cosméticos, y nuevos diseño para las luces frontales y traseras.


Carrozzeria Colli realizó una variante familiar llamada Giulietta Promiscua. Se fabricaron 91 unidades de esta versión.

Como decía, Pininfarina fue el encargado de diseñar el primer Giulietta Spider en 1955, que vería la luz finalmente con esa forma básica y solo ligeros cambios. Alcanzaba una velocidad máxima de 103 mph.

También hubo variantes como con la firma de Bertone, como el Sprint Speciale coupe que apareció en 1997, considerado como una preciosa variante del Sprint Coupe, con una caja de cambios de 5 velocidades y una velocidad máxima de 125 millas por hora.


Los modelos Spider y Sprint se cotizan fuertemente en el mercado. Se les reprocha sus problemas eléctricos, la oxidación casi siempre presente y que los recambios son caros y complicados de conseguir. Pero es un automóvil muy divertido de conducir y que llama la atención.

Pensamiento

    Turquía

martes, 28 de octubre de 2014

Molotov y tarjetas de crédito

Los suelos de mármol, con dibujos geométricos de múltiples colores, las paredes forradas de madera noble, los cromados dorados de los pasamanos de las escaleras, por no hablar de los grandes sofás de cuero en los que se podía uno sentar y hacer la cola cómodamente, todos aquellos lujos extraños a su vida diaria le producían un gran respeto y una cierta sensación de inseguridad, pero pese a ello, y dada su cabezonería, tenía muy claro qué era lo que había venido a hacer y lo llevaría a cabo con todas las consecuencias.

-Que pase el siguiente – informó con voz cansina y monótona un señor de aspecto aseado, que se sentaba detrás de un gran escritorio, con un monitor plano último modelo que integraba ya en su interior el disco duro del ordenador. Llevaba un bigote que casi se podría tildar de trasnochado, el pelo engominado hacia atrás, traje de tres piezas a rayas y unos lustrosos zapatos que sobresalían de manera ostentosa por debajo de la mesa, como una advertencia de que uno estaba en presencia de todo un director de banco, no un señor de una empresita cualquiera. Una entidad bancaria, esa roca sólida de las economías modernas sobre la que se asientan el progreso y el desarrollo de una nación, a pesar de lo que muchos ineptos opinaban alegremente acerca del decisivo papel de los bancos en la galopante crisis económica que se estaba viviendo en todo el país. Eso eran paparruchas de gente ociosa, pensaba el director, las entidades financieras eran, sin duda, el gran invento del capitalismo y el refugio contra los vaivenes en tiempos turbulentos, como el actual. Por eso, el señor director no entendía otra forma de tratar a sus clientes que mirándoles por encima del hombro.

-El siguiente, por favor! – volvió a repetir con hastío el ufano empleado, echando un vistazo a su reloj de alta percisión y evaluando la posibilidad de retirarse de sus obligaciones momentaneamente y salir a tomar a un café. Pero en ese momento un caballero se levantó de uno de los sofás que tenía enfrente y se dirigió hacia él – Pensaba que no se iba a decidir nunca, ya estaba a punto de retirarme...

-Perdone usted la tardanza, es que se está tan a gusto en esos sofás que uno se olvida del paso del tiempo

-El tiempo es oro, así que no debemos perderlo. En qué puedo ayudarle?

-Vengo a retirar el dinero

-El dinero? Ejem...Veamos, permítame su DNI, por favor. Gracias. – el director tecleó los dígitos en el ordenador y accedió a los datos bancarios del cliente. Al ver el saldo en la cuenta corriente no pudo evitar esbozar una sonrisa sarcástica, sintiendo el poder en sus manos, como el del lobo frente al indefenso rebaño de ovejas. – Vaya, así que quiere usted retirar todos los fondos disponibles

-Eso es – dijo el cliente con una inocente y amigable sonrisa en los labios

-Si el ordenador no me engaña, y hasta ahora no lo ha hecho, tiene usted disponible en su cuenta 1500 euros. Si me permite la indiscreción, por qué quiere retirar sus escasos fondos? Qué piensa comprarse con esta calderilla? Una bicicleta? Hágame caso, déjelos donde están, los tiempos no están para consumir y además siempre es bueno tener un pequeño colchón para emergencias e imprevistos. Así que aquí tiene su DNI y que tenga un buen día, tómese un pincho de tortilla y una cañita para celebrar que tiene mil y pico euros a buen recaudo

-No, no. Veo que no me ha entendido. Pero primero, déjeme aclararle que con mi dinero haré lo que me salga de la entrepierna, si me permite la expresión – le soltó el cliente a bocajarro, al tiempo que la expresión del director se endurecía repentinamente- Y lo más importante, no sólo quiero retirar todos los fondos de mi cuenta, quiero que me entregue todos los fondos depositados en esta oficina. Me he explicado ahora con claridad?

-Jajaja – el director soltó una estruendosa carcajada que atrajo la atención de todos las personas que estaban esperando en los mullidos sofás – Ya veo que se ha levantado usted hoy con el día gracioso... Eso está muy bien, sobre todo para ser lunes, pero todo tiene un límite y yo tengo mucho que hacer, caballero, así que será mejor que siga mi consejo y deje su pequeño caudal de ahorro para mejor ocasión, tómese un café, fúmese un cigarrillo, dé de comer a las palomas, yo que sé!, y disfrute del día – dijo al tiempo que despachaba al cliente con una palmadita en el hombro

-No me voy a ir sin lo que he venido a buscar, y sepa usted que no fumo. Será mejor que coopere, todo será más fácil y podremos irnos para casa y ver el telediario de las tres. Ver como nos siguen robando toda la gentuza de este país, todos esos políticos hijos de puta, sus amigos y la madre que los pario, todos esos ineptos que organizan cursos falsos y que ni siquiera saben leer, toda esa mierda con cuentas en Suiza que han llenado con nuestros billetes

-Bien, en ese caso, amigo mío... – contestó el director con un gesto de sumo hartazgo – no me deja otra alternativa que avisar a seguridad

-Haga lo que quiera, pero como toque ese jodido botón le prometo que va a arder usted más rápido que la pira funeraria de Alejandro Magno – dijo al tiempo que extría de una bolsa del todo a cien lo que parecía un cóctel molotov y se lo mostraba con expresión amenazante al empleado.

-Está bien, está bien, no hace falta ponerse así. Pero por qué hace usted todo esto? No ve que está arruinando su futuro y el de toda su prole? Qué necesidad hay de llevar las cosas hasta ese extremo?

-Pues sí que hay necesidad, sí. Porque ya estoy hasta el cogote, por no decir hasta los cojones, que hay señoritas aquí presentes, de que me roben a diario y que encima se rían de mi. Nos roban los políticos, tonto y marginado es el que no lo hace, nos roban ustedes los bancos, que nos engañan miserablemente con eso de que nos dan créditos que nadie ve por ningún lado, nos tratan como

-Oiga – le cortó en seco el hombre de traje y bigote recortado - no le consiento que manche usted el buen nombre de este banco!

-Cállese o le convierto en una cerilla humana! Ustedes tienen unos sueldazos de aúpa y aún encima les dan tarjetas de colores para comprar gratis todo lo que quieran, desde gayumbos hasta comilonas y mujeres de vida alegre. Gentuza! Son ustedes unos bandidos, y lo peor es que mientras se pegan la gran vida a nuestra costa, no sueltan ni un duro para ayudarnos con nuestros negocios. Pues ya estoy harto, sí señor! Y por una vez voy a hacer justicia – en ese momento se giró hacia el resto de clientes que, boquiabuiertos, miraban para el exaltado – voy a recuperar un poco de lo que nos han robado a todos! Me oyen? De lo suyo y lo mío, de lo que nunca debieron quitarnos, ya va siendo hora de que alguien tome cartas en el asunto!

“Sí, bien dicho, tiene usted razón”, clamó un un coro de voces que apoyaban al hombrecillo de aspecto humilde, convertido repentinamente en un Robin Hood financiero.

-Calma señores, calma! – trataba el director de aplacar los ánimos – Son ustedes unos grandes clientes de la casa, y además tengo el placer de anunciarles que podrán disfrutar de una estupenda vajilla que le entregaremos gustosamente a medida que vayan saliendo y yéndose tranquilamente para sus casas

-Métase la vajilla por donde le quepa, lo que queremos es que nos de el dinero que reclama este señor! – terció una mujerona de pecho desmedido y que viajaba en zapatillas desde su casa al banco.

-Eso, Cantinflas! Denos ya lo que es nuestro!!! – más y más voces se iban sumando al alegato

-Ya lo oye usted, señor director, es de sentido común, el pueblo ha hablado y no tiene otro remedio que aflojar la pasta

-Como usted quiera, pero no saldrá con ella de aquí. El edifcio está rodeado.

-Me da igual, lo único que quiero es salir con la pasta, que me vea toda España, y que el pueblo decida – dijo erigiendo el amenazante cóctel en todo lo alto que le permitía su rechoncho brazo. Pero las sirenas ya ululaban por todas partes y se oían gritos y megafonía en las calles, un entresijo de voces que se mezclaban en una locura desatada a las afueras de la sucursal bancaria.


De repente las puertas de la entidad bancaria se abrieron y fueron desfilando con sonrisa esponjosa una persona tras otra, todas ellas cargadas con enormes sacas de dinero. Las fuerzas especiales quedaron desconcertadas al no saber a qué atenerse, mientras su jefe llamaba a la calma y no tener el gatillo ligero. El hombrecillo del cóctel molotov se adelantó y tomando la iniciativa gritó a todo lo que daban sus pulmones:

-Ya es hora de que cambien las cosas! Desde aquí llamo al pueblo español a invadir en masa todas las oficinas bancarias de este país. Es muy fácil, sólo se necesita voluntad y ganas de hacer justicia, y bueno, un cóctel molotov, no vean ustedes lo que se acojonan estos de la banca cuando ven una mecha. Ahora, amigos míos –dijo dirigiéndose hacia los clientes que salían de la oficina con las sacas de dinero – devolvamos al pueblo lo que es del pueblo. Dicho esto, los billetes empezaron a volar en todas direcciones, azotados por el viento, mientras la gente que se congregaba observando el show se lanzaba en una alocada carrera por recuperar lo que se les había robado. Los policías, azuzados por la congelación de los salarios y los muchos sinsabores de las patrullas nocturnas no puedieron tampoco sustraerse de la natural avaricia y corrieron como cualquier hijo de vecino en pos de los cotizados billetes.
Entonces, el hombrecillo del molotov se dirigió al desconsolado y abatido directos de oficina, que se había quedado espatarrado en su asiento, indefenso e impotente ante el desenlace de los acontecimientos:

-No se lo tome usted así señor director, tenga en cuenta que le estoy haciendo un favor, esta noche será usted famoso, aparecerá en todos los noticiarios: el director que plantó cara al hombre del cóctel molotov, arriesgando su vida. Venga, saque dos vasos y vamos a apurar este jerez

-Cómo jerez? – preguntó atónito el director

-Hombre, no pensaría de verdad que esto es un molotov de esos, señor director, que uno ya tiene una edad para andarse con jueguecitos. Salud!

Tim Hardaway, magia negra


Tim Hardaway fue uno de los mejores bases que pasaron por la NBA, aunque es necesario decir que su fulgurante comienzo profesional se vió empañado con el tiempo por las lesiones, sobre todo, y sus malentendidos con compañeros y entrenadores. Formó parte del gran tridente ofensivo de los Warriors junto a míticos jugadores como Mullin, Richmond y Marcioulonis.

De todas fomas, no sólo jugó con los Warriors (casi seis temporadas) sino que estuvo rulándose por varios equipos como los Heat, Dallas o Denver, donde se retiró por lesión en 2002.

Hardaway era un jugador de baja estatura aunque con un físico potente. Empezó a jugar ya de muy pequeño al basket en Chicago y siempre ansió ir a la NBA, es decir, llevaba el basket en la sangre. Los padres debieron influir algo en ese amor por el basket, ya que con sólo 6 meses le regalaron un coche de juguete y un balón de basket. Por supuesto, se quedó con el balón. Como suele ser habitual en muchos de los jugadores de la NBA, la situación familiar en la que se crió no fue fácil, con una relación complicada entre los padres, el padre con problemas de alcoholismo y con un divorcio cuando Hardaway tenía 12 años. Para Hardaway, el baloncesto fue una válvula de escape.


Hardaway fue a la universidad de Texas, donde perfeccionó un movimiento de dribbling que se conoció como "UTEP two-step”. En 1989 entró en la NBA  de la mano de los Golden State Warriors, que lo escogieron en primera ronda del draft, y empezó su andadura con paso firme conviertiéndose en uno de los máximos anotadores. Contribuyó a que su equipo fuese el máximo anotador de la liga así como el líder en asistencias. Por supuesto, entró en el All-Rookie First Team de la temporada y lo que es más, alcanzó los 5000 puntos y las 2500 asistencias antes que ningún otro jugador (excepto por Oscar Robertson, que jugó en los 60 y 70), lo consiguió sólo en 262 partidos.

A partir de la temporada 91-92 los Warriors empezaron a declinar, en parte por culpa de la plaga de lesiones que asoló al equipo. Hardaway se perdió 16 partidos, aún así terminó de segundo en asistencias en el total de la temporada. La temporada 93-94 fue todavía peor para él, se la perdió por completo por culpa de la rotura de ligamento de su rodilla. La temporada siguiente fue una continuación de la pesadilla, que remató con el equipo en la última posición y Hardaway tuvo sus más y sus menos con su compañero Latrell Sprewell y con el entrenador Rick Adelman , así como con los problemas físicos.

Ante esta situación, el jugador pugnó por cambiar de aires y a mediados de la temporada 95-96 fue traspasado a Miami Heat. La siguiente temporada lideró al equipo en anotación y asistencias y llegaron a las finales de Conferencia donde cayeron ante los intratables Bulls.


Sin embargo, Hardaway siguió con sus problemas físicos y al parecer con sus roces con los entrenadores, Pat Riley no fue una excepción en este sentido. Todo ello contribuyó a su traspaso a los Dallas Mavericks en la temporada 2001-2002. Su estancia fue breve en el cuadro tejano, ya que en febrero de la misma temporada se le dio el pasaporte hacia Denver. Para su desgracia allí terminaría su carrera, cuando el jugador de los Sonics Randy Livingston le pisó accidentalmente, causando la rotura de su pie izquierdo.

Desvinculado de los Nuggets, intentó encontrar equipo pero su alto coste salarial, su edad y su plaga de lesiones fueron una barrera determinante. Ya retirado, se convirtió en analista para la ESPN.

Hardaway llevó a cabo muchas actividades de ayuda social y caridad, por ejemplo con asociaciones de lucha contra la drogadicción y de soporte a la educación infantil.

Gigantes de piedra

    Marruecos

miércoles, 22 de octubre de 2014

Argo


Título original: Argo
Año 2012
Duración:  120 min.
País:  Estados Unidos
Director: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio
Música: Alexandre Desplat
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, Victor Garber, Michael Cassidy, Clea DuVall, Rory Cochrane, Scoot McNairy, Christopher Denham, Kerry Bishé, Tate Donovan, Chris Messina, Adrienne Barbeau, Tom Lenk, Titus Welliver, Zeljko Ivanek, Bob Gunton, Michael Parks, Richard Kind
Género: Thriller. Intriga. Drama | Años 70. Política. Cine dentro del cine. Basado en hechos reales
Sinopsis:
Irán, año 1979. Cuando la embajada de los Estados Unidos en Teherán es ocupada por seguidores del Ayatolá Jomeini para pedir la extradición del Sha de Persia, la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para rescatar a seis diplomáticos estadounidenses que se habían refugiado en la casa del embajador de Canadá. Con este fin se recurrió a un experto en rescatar rehenes y se preparó el escenario para el rodaje de una película de ciencia-ficción, de título "Argo", en la que participaba un equipo de cazatalentos de Hollywood. La misión: ir a Teherán y hacer pasar a los diplomáticos por un equipo de filmación canadiense para traerlos de vuelta a casa.

Premios
2012: 3 Oscar: mejor película, guión adaptado y montaje. 7 nominaciones
2012: 2 Globos de Oro: Mejor película dramática y mejor director. 5 nominaciones
2012: 2 Critics Choice Awards: Mejor película y mejor director. 7 nominaciones
2012: 3 Premios BAFTA, incluyendo mejor película y director. 7 nominaciones
2012: Premios César: Mejor película extranjera
2012: Festival de Toronto: Nominada al Premio del Público (Mejor película)


El guaperas de Affleck no sólo actúa en esta peli sino que también la dirige, y lo hace para mi gran sorpresa de manera muy eficaz. El tema no puede estar más de actualidad, el enfrentamiento de occidente y oriente, sobre todo Oriente Medio, en este caso Irán. La película goza de una gran tensión, que le imprime el director de manera brillante a través de escenas de la vida cotidiana, recreando perfectamente la violencia, el odio, las agresiones físicas y síquicas, así como la presión social que se vive en este país.


Es un thriller político de primer nivel. Por primera vez, aunque confieso que no he visto todas sus películas, veo a un Affleck centrado en su faceta como hombre serio y no como el típico guaperas que va a salvar el mundo o se va a ligar a la chavala de turno. Hace muy bien su papel de agente de la CIA dejado de la mano de dios y de los EEUU, en su empeño por salvarle el culo a sus compatriotas (ya que su propio gobierno los deja tirados, una muestra más, muy acertada, de la materia pestilente de que están hechos casi todos los gobiernos y culos gordos de este planeta), contra viento y marea. Los actores secundarios consiguen impregnar el filme de un realismo y una veracidad a prueba de bombas. Y por último, para culminar el pastel, tenemos una secuencia final tope Hitchcockniana cuando el personal diplomático está en el aeropuerto tratando de poner pies en polvorosa y la cosa parece que se empantana. 


Muy lograda, no sólo es un buen análisis del caos político reinante en el mundo (léase hipocresía e intereses bastardos) sino que es también una peli muy divertida de ver. Por cierto, es una historia real. 

Trailer:

Paloma Navarrete - experiencias en la frontera


Paloma Navarrete seguramente sea conocida por el gran público por su colaboración con Iker Jiménez en el programa Cuarto Milenio. Sobre todo es una persona que transmite sinceridad y honestidad, además de que su sentido de la percepción y de la comunicación con otros entes o planos espirituales nos deja con la mandíbula desencajada, o bien le puede dar a usted la risa floja si es de esas personas apegadas a lo material y a lo que entra solamente por los cinco sentidos, eso ya depende de la óptica de cada uno.

Si usted es una persona de mente abierta, que deja un margen a todo aquello que no sea racional, a lo desconocido, para explicar ciertos fenómenos, sin duda este este será un libro que le interesará sobremanera, porque es una puerta abierta a la amplia experiencia de Paloma en temas paranormales o extrasensoriales, con multitud de casos sobre la mesa.

Paloma Navarrete nos cuenta en este libro cómo fue su infancia, así como las vivencias esotéricas más relevantes que ha tenido. Tuvo una fase de aprendizaje con un chamán en Guatemala, algo que yo desconocía totalmente, una experiencia de tres años que cambiaría por completo su vida.

Entre los relatos que aparecen en el libro se encuentran sus actuaciones como vidente y médium en la búsqueda de personas desaparecidas, los contactos con fallecidos, la investigación en casas encantadas y otros casos curiosos. Ya digo que es un libro para personas con interés por estos temas, no para escépticos empedernidos, esos otros mejor que se queden con el tratado de física y química.

Náufrago


martes, 21 de octubre de 2014

William Boyd - barras y estrellas

Boyd es un escritor de esos de pluma suelta, que digo yo, es decir, con facilidad para transmitir sensaciones y crear situaciones enrevesadas. Este libro es un claro ejemplo de ello. A lo largo de todo el libro Boyd nos pone al protagonista, un petulante inglés que ha emigrado a Norteamérica en busca de fortuna y felicidad, en situaciones a cada cual más desternillante.


Son situaciones catatónicas, verdaderos problemas de la vida diaria pero a los que el escritor les da un giro humorístico genial que hace que parezcan ridículas y, por supuesto, muy graciosas. De esta forma, a través del humor, sin duda en mi opinión el arte más complicado en términos de escritura (o de cine, por ejemplo), se nos van contando las vicisitudes de una persona nomal, del montón que se podría decir. Sus amores y sus complicaciones amorosas, sus debilidades y como complejos y como le afectan en el día a día, como trata de superarlos con todas las circunstancias en contra, sus bajezas y sus momentos de iluminación. De esta manera, transcurren las situaciones, la vida del personaje y podemos ver como la vida nos va moldeando, va cambiando nuestras expectativas o, mejor dicho, provoca que nuestras esperanzas se vayan acomodando a nuestras frustraciones, el día a día nos vence en la mayor parte de los casos, y las buenas intenciones de por la mañana se convierten en un auténtico cenagal a la hora de la cena.

Aún así, creo que el mensaje final del libro es positivo. Boyd nos deja la enseñanza, su visión, de que a pesar de todas las putadas qua la vida nos va haciendo, de todas las zancadillas que nos pone a lo largo del camino, las ganas de vivir del ser humano pueden con todo eso, seguimos tirando como bueyes del carro y con ganas de no estirar la pata. Algo tendrá la vida que nos ilusiona a pesar de todos los sinsabores, al parecer no es otra cosa que los pequeños momentos de felicidad que disfrutamos cuando el guardián del tiempo se despista, momentos que nos redimen de todo el detristus que tenemos que tragar.

Boyd es un escritor genial, transmite sensanciones y pensamientos con gran facilidad, con un vocabulario y una gramática rica pero sin caer en lo empalagoso. Su perfil de los personajes es sencillamente genial, los llegas a conocer, a querer y odiar, a reirte de ellos y con ellos, de sus patologías, de sus rasgos humanos, hasta un punto que parecen parte de tu vida, realmente soberbio. 

Un extracto del libro: "El resto del trayecto transcurrió en silencio. Henderson se sintió de pronto curiosamente relajado. Todo había salido tan mal que, por primera vez en muchísimo tiempo, veía el futuro con una gran claridad. Cuando todas las esperanzas se han venido a tierra, razonó, la vida no es más que un simple sucederse de las horas y los días. Sin ninguna ambición ni aspiración, lo único que queda es la borreguil y trivial tarea de sobrevivir".

Monolito

   Foto: Iria Pena

domingo, 12 de octubre de 2014

Mas allá de los sentidos

Se levantó con la inconfundible sensación de que algo nuevo le esperaba aquel día, y ya no era algo extraño, lleva casi una década sientiendo ese hormigueo por todo el cuerpo, desde los 11 años, en concreto, todavía siendo una niña. Cada día era una premonición de que algo podía pasar, un nuevo desafío que sólo dependía de ella para que terminase dando sus frutos o conviertiéndose, como ya le había ocurrido más de una vez, en un auténtico desastre. De todas formas, hasta ahora había sido capaz de neutralizar los efectos de un desajuste total y la cosa nunca había pasado a mayores.

Como para refrescar sus ideas y mientras iba descubriendo la sorpresa del día, decidió darse una relajante ducha. El baño era la parte que más agradecía de su apartamento de lujo en la Gran Manzana, un sueño cumplido desde que abandonara el piso de sus padres para no complicarles más la existencia. De vez en cuando les escribía, pero sin demasiado detalle, por supuesto, y utilizando barreras o parapetos informáticos para que no la localizasen, toda precaución era poca. Su baño tenía casi el mismo tamaño que el piso de sus padres y se había permitido el capicho de comprar una antigua bañera de esas con patas y que le permitían a uno casi bucear en las profundidas, como en un océano de espuma insondable. Le había costado un ojo de la cara en un anticuario del barrio chino neoyorkino pero estaba plenamente satisfecha con su inversión. Sin embargo, ahora no tenía tiempo para disfrutar de un baño y tendría que conformarse con la ducha, que de todas formas parecía una pequeña piscina, con su suelo de teka, sus mangos cromados, el asiento a un lado por si uno quería disfrutar de un granizo tranquilizador y hasta un espacio donde las plantas humanizaban el lugar.

Abrió el mando regulador del agua y tecleó la temperatura deseada en el dispositivo electrónico automático, en pocos segundos el agua fluía en las condiciones idóneas, durante unos instantes simplemente dejó que la lluvia le empapase el pelo y todo su cuerpo, deslizándose por entre sus senos y hasta los pies, en un goteó placentero que le hizo emitir un gemido de satisfacción. En medio de aquel oasis empezó a darse cuenta de cual sería el nuevo regalo del día, ya que en su cabeza empezon a fusionarse como un ruido de insectos, un zumbar imparable y al principio confuso, que poco a poco fue adquiriendo cierto sentido, como un enjambre de abejas que llegan a casa y se van saludando, dejando de agitar sus alas y replegándose hasta sus cúbiculos de descanso en la colmena. Ahora ya podía discernir las voces masculinas de las femeninas, incluso empezaba a sentir que podía escuchar unas u otras a su antojo según una especie de antena invisible se orientase más hacia un lado que hacia el otro.

Así que aquel era el don del día, vaya, no estaba mal, aunque podría ser un poco desquiciante. Claro que, prefería eso mil veces a la visión espectral que había sufrido en el día de ayer y que le había permitido, para su horror, ver en cueros a toda la humanidad. Había sido un día poco rentable, sin duda. El de hoy se presentaba sin embargo como mucho más productivo, aunque no exento de riesgos y de situaciones comprometidas. Estar dentro de la cabeza de cierta gente podría ser una situación enojosa cuando menos, y en algunos casos hasta desquiciante. Por lo demás, era un gran ventaja, no cabía duda, y había que aprovecharla pues no sabía cuándo se le podría presentar una oportunidad como aquella. Ya hacía tiempo que había superado los escrúpulos naturales para hacer uso al completo de todo el potencial con que la naturaleza la había dotado, qué podía hacer si ella era así? No lamentarse, desde luego, eso no iba con ella, la vida era demasiado corta para darle tantas vuetas a las cosas y había que afrontarla como venía. De otra forma, nunca habría llegado a tener a sus 21 años una cuenta de ocho ceros en el principal banco del país, un apartamento de lujo y unas cuantas motos de gran cilindrada en su garage particular.


Se secó el pelo, mientras escuchaba como su vecino planeaba invitar a cenar a su secretaria, que estaba más buena que un tren, a un restaurante fino, de esos con un montón de cubiertos que no sabes ni cómo utlizar, un lugar al que no había invitado jamás a su esposa. Pero era una buena inversión, pensaba el hombre, esta vez no se le iba a escapar aquella zorrita, no si quería conservar su empleo. Hombres, son todos iguales, pensó ella, por eso tenía especial predilección por ensayar sus habilidades sobre aquellos pequeños bastardos de tres patas. Tendría que hacer algo con el vecino aquel, quizás jugar un poquito con él y ponerle en evidencia...

Después de desayunar se hizo con la mochila con su ropa informal, pero con clase, que luego cambiaría en la oficina por el mono de motorista que llevaba puesto. Adoraba las motos, y estas le adoraban a ella, tenía una habilidad especial para acoplarse a la máquina e incluso durante un tiempo había estado compitiendo como profesional, hasta que se dio cuenta que era demasiado fácil y no le suponía ningún reto. Cerró la maciza puerta de roble de su apartamento y llamó al ascensor. Al llegar, el hombre con librea le abrió la rejilla metálica de la puerta de seguridad y le franqueó el paso. Aquel era un edificio antiguo, aunque reformado convenientemente y equipado con todos los lujos, pero conservaba ciertos detalles de su antiguo abolengo como homenaje a los antepasados. El hombre del ascensor era uno de ellos.

-Bueno días, señorita. (que tarde sale hoy, seguro que ha ligado con alguien y se han quedado entre las sábanas más de lo debido, estos yupis de mierda de hoy en día...)
-Buenos días, al garage por favor. Sabe? Hoy he cambiado las sábanas... – el hombre se puso colorado involuntariamente y emitió una sonrisita nerviosa, como si sospechase que ella le hubiera leído los pensamientos – Pero mañana trataré de levantarme un poco antes – le dijo con un guiño a modo de despedida, mientras que el hombre sentía como todo su cuerpo temblaba de nerviosismo. No era la primera vez que había notado algo extraño en aquella joven, estaba seguro que escondía algún secreto, es como si fuese diferente a los demás, pero no sabría decir en qué exactamente.

Llegó a la oficina en Manhattan quemando rueda y alborotando el parking con sus acelerones en marchas cortas, ante la mirada suspicaz y escrutadora del guardia de seguridad, prefirió no escuchar sus pensamientos pues se imaginaba de que naturaleza serían, material inservible.

-Hola Helen, por favor, dile al jefe que tengo prisa, voy con el tiempo justo
-Young, el jefe está ocupado y llegas tarde, como de costumbre (pero que se habrá creído esta niñata, con ese nombre ridículo de Young, pero quién se puede llamar así, qué hara cuando tenga setenta años?)
-No creo que llegue siquera a los 50, me gusta vivir deprisa, sabes?
-Perdón? – contestó incrédula la secretaria
-Que me des paso con el jefe, ya!, o tendré que interrumpir su reunión
-Está bien, veré lo que puedo hacer (pero cómo es posible, es como si me hubiese...). Señor Henderson, está aquí la señorita Young, dice que necesita hablar con usted urgentemente
-Dígale a la señorita Young que se relaje, ya que ha llegado tarde, que no tenga remordimientos de conciencia, porque por esta vez no voy a tomar represalias
-Helen, dile que si no me atiende ya, las represalias las tomaré yo
-Pero... cómo? Eh, bien. Señor, creo que debería atenderla un momento
-Está bien - dijo resoplandpo- que pase (nunca está de más alegrarse la vista con ese bombón)
-Que vayas (zorra asquerosa)
-Yo también te quiero
-Qué?

-Hola, jefe. Cómo le va?
-Bueno, se podría decir que hasta que has llegado tú a trastocarme los planes todo estaba trancurriendo como corresponde a un lunes de mierda más. Por cierto, qué ha hecho que te acerques un lunes tan temprano por la oficina? (hoy está especialmente atractiva, no sé que hago que sigo teniendo como secretaria a Helen en lugar de a esta preciosidad)
-Jefe, tengo buenas noticias para usted
-Ah, sí, qué pasa? Por fin...
-Hoy me he levantado y creo que estoy en disposición de hacer un gran negocio para esta firma que usted preside, tengo como una especie de premonición
-Pero en qué estás pensando exactamente?
-Sólo dígame que contratos negociamos hoy, quiero el más grande, le puedo ahorrar o hacer ganar un montón de pasta, téngalo por seguro
-Pues tenemos varios, pero Young, son contratos que llevan negociándose mucho tiempo o que están en la fase crítica, tú ni siquiera conoces los términos, ya hay gente que se encarga de eso, lo único que harías es pifiarla...
-Dejaré que me acompañe alguien experto en el caso, pero el peso de la negociación la llevaré yo, de acuerdo?
(pero qué mosca le habrá picado, la verdad es que esta chica es diferente, rara, tiene algo que no tenemos los demás, me ha hecho ganar mucha pasta, pero esto me parece una locura)
-Simplemente deme el contrato más grande que nos juguemos hoy, cuánto dinero le he hecho ganar hasta ahora, señor Henderson?
-Está bien, acompañarás a Jason, hoy iba a cerrar el contrato de marketing con Coca-Cola, puede suponernos unos 20 millones de dólares anuales. Espero que sepas lo que haces...
-Alguna vez le he fallado?
-No
-Pues ya está. Sola una cosa más. Conozco de vista a ese Jason, del departamento comercial, es un tipo presuntuoso, solo lo quiero para apuntular ciertas cuestiones, no perimitiré que se inmiscuya en la negociación. Entendido?
-De acuerdo, se lo dejaré claro, aunque no creo que le guste
-Eso es asunto suyo, puede escoger, entre enfurruñar a Jason y ganarse unos millones más o dejar que ese gallito vaya solo y quizás... la cague
-Está bien, cumple tu promesa y te recompensaré. Pifiala y...
-Eso no ocurrirá. Bien, señor Henderson, hasta dentro de un rato, vaya preparando el champán. Por cierto, tiene usted una secreataria estupenda, le recomiendo que no la cambie nunca...
-Ya...jeje (pero será posible, la mocosa ésta, es como si se estuviese cachondeando de mis propios pensamientos!)

Jason resultó ser un tipo tan pedante como aparentaba, pero ella no le dio mucha opción de entablar conversación.

-Recuerde, Jason, solo hablará cuando yo se lo indiqué y si necesito que me asesore yo se lo haré saber
-Entendido (pero que se habra creído esta tía, no sé como el jefe la tiene en tanta consideración, quizás se haya liado con ella, tiene que ser eso, sí)
-Ah, y solo para que quede claro, el señor Henderson y yo mantenemos una relación estrictamente profesional, por eso me ha confiado este encargo, lo digo para que no haya lugar a malos entendidos
-Lo que usted diga (joder! pero???)

La negociación del contrato se prolongó durante dos horas más de lo previsto, detalles que estaban en principio acordados hubieron de ser revisados. La conclusión fue que la compañía del señor Henderson acabó vendiendo servicios al gigante de refrescos americano por el triple del valor inicialmente acordado. Cuando ya se estaban despidiendo ambas partes, el señor Waynee, el responsable de las negociaciones por parte del gigante de bebidas americano, se dirigió a Young:

-Perdone, señorita Young, quisiera hablar con usted un momento en privado, si me lo permite
-Por supuesto. Jason, espérame en el vestíbulo, bajaré en seguida
-Sí, claro (pero cómo narices ha conseguido esta zorra renegociar el contrato, no acabo de entenderlo, no conocía las condiciones previas y por supuesto no conocía a Wayne, el tipo más uraño, creído y altanero que yo haya visto en décadas, y se entendían perfectamente, esto es realmente inaudito!)

-Dígame, señor Wayne, qué desea? (seguro que ahora vendrá la parte en que me suelta el rollo ese de que ya que hemos negociado un gran contrato juntos bien podíamos compartir una cena en un restaurante con clase y luego acostarnos juntos y blablabla) – preguntó Young una vez sentada en el despacho de Wayne
-Nada de eso
-Perdone, a qué se refiere?
-A lo del restaurante...y el revolcón...
-Pero..???
-Jajaja sorprendida, verdad?
- Pero...(es imposible, esto no puede estar pasando, este tipo puede leer mis pensamientos) 
-Se ha quedado sin habla, eh? Bueno, no pasa nada, efectivamente, puedo leer sus pensamientos, así que no necesita hablar jajajaja
-Pensaba que eso era sólo una cualidad mía...
-Por eso la he llamado
-Por qué motivo?
-He notado como leía mis pensamientos durante la negociación, como dirigía sabiamente cada una de las maniobras, moviendo las piezas como en un tablero de ajedrez, acorralando a mi equipo de comerciales y a mi mismo
-Pero, por qué lo permitió? Usted podría haber reaccionado, sabría leer las jugadas en mi mente!
-Porque no me importa que Coca-Cola se gaste 40 ó 60 millones más de dólares en sevicios publicitarios, eso es una minucia para nosotros, pero sí me interesa saber cómo ha adquirido usted esa habilidad y desde cuándo la tiene
-Sé que suena extraño, señor Wayne, (sin señor, por favor)
-Como quiera (gracias). Pero soy una mujer un tanto especial (de eso ya me he dado cuenta) No, no, no me refiero sólo a la capacidad de leer la mente (vaya, vaya, así que hay más?). Sí, digamos que tengo múltiples habilidades pero sólo durante un espacio corto de tiempo
-Aha, esto se pone cada vez más interesante, concrete, por favor
-Pues que, cada día adquiero una habilidad. Hoy me ha salido la de leer la mente en el huevo sopresa.
-Qué me está contando?
-Sí, es así. Podría haber sido perfectamente cualquier otra cosa, como en aquel libro de Stephen King, la capacidad que tenía aquel tipo para impulsar con su mente la voluntad de las personas para que hagan algo.
-Siga, siga, no se detenga
-A veces he tenido una fuerza sobrehumana, otras un oído extraordinario, más fino que el de los perros, otras una capacidad para sensibilizar a la gente, para hacer variar fenómenos físicos como la lluvia o el viento, rayos x, un olfato escandaloso, una capacidad de seducción exagerada (no lo dudo) jeje, mil cosas
-Y dice que esto le sucede a diario?
-Sí, desde que cumplí los once años
-Sorprendente. Permítame que le diga que ha tenido usted una gran suerte, si esta información hubiese caído en las manos equivocadas...
-Soy consciente de ello, pero me ha pillado por completo en fuera de juego. Jamás supuse que usted...
-Por cierto, si no le he entendido mal, su habilidad sólo dura por un día y luego desaparece y es sustituída por otra, no es así? (eso es, aunque en ocasiones se han repetido). Aha, esto me pone en una cierta posición de superioridad, no cree?
-Por qué lo dice?
-Porque mañana usted no podrá leerme los pensamientos, pero yo sí podré leer los suyos
-Eso es verdad, y no me hace sentir cómoda, precisamente
-A mi por el contrario, me parece de los más divertido y sugerente. Y, creo que ahora sí, debería usted aceptar mi invitación a ese restaurante tan chic jajaja y así podremos seguir negociando
-Me parece bien – contestó ella con una sonrisa sincera por primera vez en todo el día
-Ah, y por cierto, hágame un favor
-Dígame, Wayne
-Deshazte del palurdo ese de Jason lo antes posible, no ha hecho más que empobrecer tu actuación en la sala de negociaciones – le dijo con un guiño
-Será un placer

Sjöwall y Wahlöö - Un ser abominable


Esta es una novela o drama policiaco que transcurre en Suecia, en Estocolmo, para más señas. El género policíaco nunca me ha atraído especialmente, pero la novela reúne otros elementos que la hacen muy interesante. Esta es la séptima novela de la serie protagonizada por el comisario Martin Beck, lo que vendría a ser la traducción sueca de nuestro querido detective Pepe Carvalho, me supongo, o sea, un tipo mucho más gris y con vicios o defectos más ocultos.

En primer lugar, uno se da cuenta, por increíble que parezca, que en Suecia también se hacen las cosas mal, también hay corrupción, crímenes y gente sin escrúpulos que se aprovechan de los demás. No es por tanto un coto privado español, por subrrealista que pueda parecer. Seguramente, el grado de perversión es inferior al nuestro, pero ahí está.

En segundo lugar, los autores reflejan muy bien el carácter sueco de los personajes. Es decir, la frialdad pintada en sus ojos las 24 horas. Mito o realidad? Bueno, no tengo experiencia en el terreno sueco, pero toda la vida de dios se ha oído hablar de la frialdad sensitiva de los seres humanos que pueblan los territorios del norte, así que algo de cierto debe haber en ello. Además, son como una sociedad muy hermética, como de plástico y burbujas, donde cada uno se cuece su pastel dentro de casa y eso jamás sale a la luz pública. Esto viene a constatar que cada sociedad tiene lo suyo, unos son unos ladrones y unos cuatreros, otros unos insensibles, etc. Las sociedades humanas, en todo caso, qué puedes esperar...

Con este escenario de una Suecia menos idílica de lo uno que se pudiera imaginar desde la distancia, se desarrolla un thiriller policial bien llevado, con buen ritmo, breve, eso sí, porque se lee en dos mañanas, pero de páginas bien aprovechadas. No encontrará usted heno y paja en el camino, sino sólo chicha de la buena. Mucho diálogo, buen perfil de los personajes, el gremio policial queda constantemente retratado, y en este sentido me atrevería a decir que el libro está un poco americanizado, muchos estereoripos, como los que se solían ver en las pelis hollywoodienses de policías de los 60 y 70. La verdad es que el desenlace final se ve venir desde el minuto uno, pero aún así está bien llevado.

Lo más interesante es quizás el dibujo de la sociedad sueca, más negro de lo que cabría esperar, y el análisis sicológico de los personajes, con sus inmundicias personales a relucir, nadie está libre de detritus.

sábado, 11 de octubre de 2014

España, solar de oferta

Después de lo vivido a lo largo de toda la semana a tenor de la evolución del caso ébola en España, es inevitable hacer una serie de reflexiones. Cada uno sacará sus propias conclusiones, muchas de ellas vendrán influenciadas, en algunos casos, por la ideología o la afiliación política. No es mi caso. No tengo el carné de ningún partido ni lo quiero tener, y los políticos son un mal con el que tenemos que convivir salvo que nos decidamos a inventar otro sistema de convivencia, de soportarnos unos a otros sin liarnos a tiros. Como de momento no lo hay, tendremos que seguir aguantando a esa lacra de la sociedad, a esa raza aparte, no evolucionada, que son los políticos.


Sin más dilación, ahí van mis conclusiones después del esperpento que hemos vivido en España esta semana:

1.Se confirma, una vez más, que España no se encuentra entre los países llamados desarrallados. No estamos en el tercer mundo, por temas económicos básicamente, pero tampoco formamos parte del primero. Aunque si dejásemos aparte los criterios económicos, podríamos formar parte de un segundo mundo, es decir, países donde prolifera la corrupción, el amaño, el engaño, la falta de respeto, las malas formas, la mentira, los sobornos, el latrocinio, la hipocresía, y una falta de organización brutal y que hacen de este país un lugar, a veces, lamentable para vivir. España es un país bananero por derecho propio, digan lo que digan esa gentuza de la política. De nuevo, los fallos de sincronización, la falta de un trabajo organizado y en equipo, la exigencia con uno mismo, la falta de eficiencia y de pulcritud nos ponen al borde del abismo como país con futuro. Lo acaecido esta semana nos ha expuesto al mundo, y más directamente a nuestros socios comunitarios, como un país peligroso, poco fiable. Y esto no son sólo palabras. En un mundo como el actual donde manda el dólar, esto al final se acaba pagando. A largo plazo, nadie quiere invertir o gastar en un país inseguro. Dicho así, si nos fijamos solo en términos mercantilistas y dejamos  a un lado el tema de sanidad y seguridad ciudadana. Ahora mismo tengo la impresión de que España es un país a la deriva, juntando todas las piezas del patético puzzle que tenemos encima de la mesa.

2. El gobierno del desgobierno. Eso es ahora mismo el PP, bueno, en realidad lo ha sido siempre desde que Mariano Rajoy es presidente. De nuevo, ha salido a relucir su forma de hacer las cosas que tan mal nos ha ido y tando daño nos ha hecho a todos los españoles. Se podría denominar como el laissez faire político, o la técnica de la avestruz, en términos más castizos. Es decir, mantener la calma en todo momento, como si aquí nunca pasase nada, mirar para otro lado y esperar a que el tema se desinfle. El problema es que no se desinfla, si no que tiende a agarvarse, porque rara vez las cosas se solucionan por sí mismas. Ya no sólo está el caso del ébola, que supone jugar con la salud pública, incluida la de esos bastardos que ocupan un escaño, sino que tenemos otros muchos como el caso catalán, el pasotismo con el sector financiero, la presión fiscal, etc, etc. Una vez más, Rajoy y su equipo han reaccionado tarde, cuando se dieron cuenta que su táctica de decir que todo está bien hacía aguas por todos lados. Lamentable. Íos a vuestra casa y dejad paso a alguien más competente. Elecciones, ya!

3. Reino de taifas. Los organismos públicos, regionales y estatales, que deben estar para dar servicio al ciudadano, han errado cada uno por su cuenta y todos en su conjunto a la hora de cooperar. No ha existido labor de equipo ni coordinación alguna. Lejos de tranquilizar a la población, lo único a lo que han contribuído es a generar más alarma social. Un clavo más en el ataúd del sistema de gobierno de las autonomías.

4. La desinformación. Alarmante me parece también el tipo de sociedad en la que vivimos, que juega con temas tan importantes como la salud pública sólo por intereses materiales o políticos. Aquí tenemos implicados a varios actores. El primero de ellos, los medios de comunicación. La labor chabacana que han llevado a cabo muchos medios, publicando cualquier cosa, sin contrastar fuentes, solo por posicionarse primero o por hacer daño a fulanito o menganito, deja en muy mal lugar a estas empresas y a este, en cierta medida, servicio público. Los medios, y los periodistas, o sea, personas que están dentrás, han quedado retratados en el transcurso de esta semana como otro cáncer de nuestra sociedad. No menos sonrojo producen las declaraciones falseadas de los sindicatos. Hace tiempo que los sindicatos perdieron su prestigio social en este país, y en muchos otros, pero sobre todo en los últimos tiempos en España su papelón ha sido de vergüenza. Se demuestra que los sindicatos, como cualquier organización, no es necesariamente buena o positiva en función del credo que predica, sino por los actos que ejecuta y, sobre todo, por la honestidad de las personas que lo componen. Algunos sindicatos de sanidad deberían directamente desaparecer o ser reemplazados por otros, no entiendo como los trabajadores se pueden sentir representados por una jauría de hienas de ese calibre.

5. La borregamia como modo de vida de algunos. Está el ser humano involucionando? Es inevitable que nos hagamos esta pregunta cuando vemos como cientos de miles de personas firman un escrito para que se salve a un animal que puede contagiar potencialmente el virus del ébola a los seres humanos. Nada más que decir.

6. Es inaudito que un individuo como Javier Rodríguez sea consejero de sanidad de la comunidad de Madrid, pero más inaudito es que siga siéndolo después del papelón lamentable que ha hecho esta semana. De nuevo, esto nos lleva a certificar la categoría de república bananera en la que habitamos.

7. También me ha llamado poderosamente la atención el silencio desde Bruselas. Vale que este es un asunto interno, pero sus repercusiones pueden tener escala internacional en un mundo interconectado. Por cierto, me hacen gracia las declaraciones que se hacían hace poco tiempo descartando casi totalmente la posibilidad de que el ébola llegase al mundo "occidental". Pues ya está aquí, y ha entrado por nuestro país, como no podía ser de otra forma. Ahora bien, esto es también una lección de humildad para las potencias occidentales que siempre han tratado a África como el estercolero y el laboratorio de sus desmanes. A nadie le importa que mueran miles de negros en África, pero cuando hay un caso de ébola en tu país desarrollado ya enciendes todas las alarmas y te tiemblan las piernas. Asco.

En definitiva, viendo como se hacen las cosas en este país, el modus operandi de la mayoría de la gente, la ausencia total de cohesión social, la sociedad tribal en que nos hemos convertido, la catadura moral y profesional de los grupos de responsabilidad social y política, la lentitud de respuesta ante situaciones críticas y, en definitva, la ausencia de un espíritu de nación unida y fuerte, es increíble que todavía no haya estallado una revuelta social en este país a la deriva o, que, por el contrario, no se haya quedado desierto, como Almería. 

jueves, 9 de octubre de 2014

Divergente

Después de ganar seis oros olímpicos en Atenas, Phelps y Bowman (su entrenador) se establecieron en una pequeña localidad de Michigan, en donde el técnico fue nombrado entrenador jefe del equipo de la Universidad de Michigan. Phelps fue muy desgraciado en Michigan. Cierto día se presentó ante Bowman y le dijo: ‘yo no encajo aquí’. Y Bowman le contestó: ‘Tú no encajas en ninguna parte’. Y él: ‘Es que yo no soy normal’. Y Bowman: ‘¡Exacto! ¿Y no es eso maravilloso?’”.


Hay gente que interpretará las palabras de Phelps como una gran desgracia, un chico desfortunado, o las de su entrenador como un tipo insensible. Nada más lejos de la realidad. Otros, sin embargo, vemos en ello la esencia del ser humano, el libre pensamiento y la libertad para no doblegarse a las directrices que nos marcan cuatro sinvergüenzas que gobiernan el mundo y, por ende, las patéticas sociedades humanas.

Considerarse diferente a los demás no tiene por qué ser necesariamente malo, pero nos hacen creer que sí lo es. Esa es una de las grandes perversiones de las sociedades modernas, teledirigidas y artificiales. Será malo si eres diferente porque te gusta delinquir o tienes inclinaciones criminales, a hacer el mal, que se dice. Pero si uno es diferente porque piensa y actúa de manera diferente a lo que impera en sociedad, eso no sólo no es algo negativo sino que es positivo. Son esos elementos divergentes y diferenciadores de lo trillado y lo impuesto por los poderes fácticos los que hacen que las sociedades no caigan totalmente en el camino de la borregamia más absoluta. Son elementos que por su naturaleza discordante introducen variables que hacen evolucionar y salvar, quizás algún día, el destino frustrante y calamitoso de la raza humana y del mundo.

Así, en el caso concreto de Phelps, que el tipo sea un poco uraño a los ojos de una persona “tipo o media” ( una que se pasa 3 ó 4 horas de cada día viendo una pantalla que se ilumina dentro de una caja, que se pasa unas 8 horas delante de un ordenador o las órdenes de un capataz, y quizás una o dos horas en un medio de transporte público sin hablarse con nadie, y quizás llegue al hogar de su familia y siga sin hablarse con nadie…), pues que quieren que les diga, me la trae al pairo. Afortundamente, hay un tanto por mil de la población que son perfectamente catalogados como gente rara, que recelan y reniegan de la jodida raza humana unas cuantas horas al día y unos cuantos días al mes o al año, afortunadamente todavía hay gente con criterio propio, con personalidad, que no siguen lo trillado y que siempre ofrecen matices que te sorprenden. Si usted es uno de ellos sabrá de lo que le estoy hablando, si no… allá usted.

Una de cal y otra de arena

Como se suele decir, qué prefieren ustedes, las malas o las buenas noticias primero? La verdad es que si las ponemos en una balanza, por desgracia, las malas pesan más que las buenas, así que vamos allá.

Primero unos datos curiosos, que no nos quitarán el apetito pero nos hacen poner los pies en el suelo y olvidarnos de aquellas polleces de Zapatero cuando hablaba de la economía española en términos de champions league. Antes de comenzar la crisis, en el ranking mundial de las economías de todo el mundo España ocupaba la novena plaza en términos nominales.Ahora estamos en el puesto 14º, lo que supone una caída de cinco posiciones, según el FMI.


En 2018 se estima que México adelantará a la economía española, con lo que la tan mencionada década perdida arrojará una factura final de seis puestos. Durante la crisis, España se ha visto superada por Canadá, India, Rusia, Australia y, ahora, Corea del Sur. Hay que decir en nuestra defensa que la evolución del euro, depreciándose, nos ha perjudicado, ya que la comparativa se hace en dólares. Más real o más ajustada es la comparación en términos de paridad de poder de compra (PPP), en este caso todavía salimos peor parados.

Ahora una buena noticia: según el FMI la economía española es ahora mismo la más dinámica de la UE en términos de crecimiento.

Y la mala subsiguiente: a pesar de ello, ese crecimiento no es suficiente, como ya sabíamos, para paliar en pocos años (según Keynes ya estaríamos en un largo plazo flagrante) el problema de desempleo que tenemos. Como era de esperar, el FMI da unas cifras menos optimistas que el gobierno del PP. Se estima que en 2018 podríamos tener un nivel de riqueza similar al previo a la crisis, es decir, 10 años antes. Ya se habla de la década perdida, como decía. Claro que en esto de las pérdidas habría que recordar que no a todo el mundo le va igual, y hay quien ha hecho el agosto a costa de las carencias de los demás, entre ellos claramente el sector financiero, la niña bonita del gobierno español, que ha recibido ayudas por todos lados y ha contribuído a cambio con descaro a agravar la crisis española cerrando el grifo del crédito (ya sin meternos en los desmanes de tarjetas de crédito, comisiones, productos radioactivos y contratos blindados). En ese 2018 el paro rondaría el 20%, una cifra absolutamente desquiciante. Y es que España, sin ladrillos, sigue huérfano de una locomotora que impulse su economía, y menos mal que de momento nos queda el turismo (eso si es que los fallos en los protocolos médicos y el ébola no se lo cargan). Más a corto plazo el Gobierno calcula que en 2015 se crearán 348.200 empleos, el FMI no espera más de unos 130.000.

En definitiva. Las tasas de crecimiento españolas son como las juergas made in Spain, se disfrutan un montón pero luego las resacas son criminales, de esas que te hacen jurar y perjurar que jamás volverás a pasar por lo mismo otra vez.

Embarcadero


martes, 7 de octubre de 2014

Riot - unleash the fire (2014)


1. Ride Hard Live Free  04:44  
2. Metal Warrior          04:41    
3. Fall from the Sky     05:09    
4. Bring the Hammer Down     04:28    
5. Unleash the Fire       04:07    
6. Land of the Rising Sun         04:03    
7. Kill to Survive          05:10    
8. Return of the Outlaw            03:52    
9. Immortal      04:22    
10. Take Me Back      04:26    
11. Fight Fight Fight     04:32    
12. Until We Meet Again         06:33    
13. Thundersteel (live) 04:24     


Don Van Stavern         Bass
Mike Flyntz      Guitars
Todd Michael Hall       Vocals
Frank Gilchriest           Drums
Nick Lee         Guitars

Riot siempre ha sido un grupo que se ha caracterizado por su clase y porque no los sigue ni dios, entiendo por tal la masa borreguil, lo cual a los viejos lobos del underground nos la pone todavía más morcillona. Estos tipos llevan pululando por el mundillo metalero desde la noche de los tiempos, desde los 70, son por tanto una de las bandas con más solera. Lamentablemente, en 2012 perdieron a su principal hacha, el gran guitarrista Mark Reale, una de las piezas básicas de Riot de siempre. Después de esa considerable baja uno se esperaba que el grupo se disolviese o se quedase para hacer giras esporádicas, de ahí la sorpresa al ver editado un nuevo disco.

No puedo ocultar que el temor y el recelo me asaltaban cuando me enteré de que tenían disco nuevo y sin Reale. A esta baja hay que sumarle la del vocalista Tony Moore, consagrado para toda la eternidad por su desempeño en Thundersteel, posiblemente el disco más conocido y alabado de la banda. Tony Moore participó además, muchos años después, en el disco de 2011, Inmortal Soul, bastante bueno por cierto, ya lo comentaré en otra ocasión. Así que nos encontramos con line-up bastante remozado y con dudas importantes.  Sin embargo, las expectativas se quedan muy por debajo de lo que es realmente este Unleash the Fire uan vez que uno se lo escucha. No sólo mantienen el espíritu de los Riot más cañeros sino que además crean unas composiciones estupendas, totalmente disfruitables y de gran calidad. Hay temas rápidos y grandes baladas.  Mike Flyntz, otro clásico de la banda, y Todd Michael Hall cumplen perfectamente con su trabajo a la guitarra y el micro. Flyntz no es Reale pero si tiene su mismo gancho y mantiene el estilo clásico de aquel.

Y es que en este gran disco encontramos un poco de todo, predominando la velocidad. El disco empieza a toda caña, como si los años no hubiesen pasado, con ese temazo que es Ride Hard Live Free. En él dejan claras, muy claras, las señas de identidad de Riot y por dónde van los tiros en este disco, es casi un homenaje al Thundersteel y, por supuesto, a Reale. Excelente base rítmica, con constantes variaciones, buen sonido y muy clásica, nada de jodidos experimentos. Tony Moore parece revivir en la voz de Todd, que directamente lo clava en los agudos. Y Flyntz hace lo propio en los riffs y solos, de altísimo nivel.

Metal Warrior sigue en la misma dinámica, con una compleja y deliciosa estructura de ritmos y riffs, así como unas líneas vocales muy conseguidas y superadcitivas. Hay que decir que Todd se mueve casi siempre en tonos muy agudos, ya digo que es un constante homenaje al Thundersteel. Una de mis temas favoritas del disco, de esas de tararear hasta debajo del pilón.

Fall from the sky le mete una marcha más al disco, arrancando con un riff ultraspeedico y el ritmo acompañando. Todd parece sentirse en su salsa, un trabajo fabuloso el suyo, perfectamente acoplado, con estribillos de los de puño en alto, tiene que ser una apisonadora en directo si cumple como en el disco. De temazo en temazo, un no parar estos Riot, qué buenos que son.

En Bring the hammer down levantamos un poco el pie del acelerador y lo mejor del tema es un excelso solo de guitarra, con extra de queso, pepinillo y un poco de pimienta.

Unleash the fire da título al disco y es un tema excelente, con un ritmo muy vivo, que va variando, un estribillo marca de la casa y la puntilla con un solo que sería digno de Reale con parte speedica y otra melódica, chapeau.

Y así se van sucediendo rápidamente los temas hasta el final del disco, sin bajones, un álbum muy constante y compacto, con ritmos veloces. Rompen un poco esta dinámica el medio tiempo Return of the outlaw y la estupenda balada Until we meet again, uno de esos baladones que ya no se hacen, con un riff prodigioso y solos de encender mecheros, creo que junto con Metal Warrior de lo más destacado del disco. Immortal es otra buena balada, aunque no tan inspirada como la mencionada.

En resumen, nn disco claramente aspirante a la plata en los puestos de honor de 2014, porque el oro lo tiene ya adjudicado, obviamente, el nuevo y último disco de los Judas. Una compra obligada este nuevo trabajo de los legendarios Riot, un gran homenaje a Marl Reale.

Fiat Topolino


El Fiat Topolino era uno de los coches más pequeños del mercado cuando se lanzó en 1937. Se fabricó hasta 1955, con pequeñas variaciones introducidas en tres modelos diferentes.


Llevaba un motor de 569cc, cuatro cilindros. El radiador estaba localizado debajo del motor, lo que permitía mejorar la aerodinámica en comparación con los vehículos de la competencia que se caracterizaban por parrillas muy rectas y angulosas. Además, su frontal curvado no sólo favorecía la aerodinámica sino que incluso permitía una excelente visibilidad frontal.


Su consumo era de unos 6 litros a los 100 kms, normal para los estándares actuales, pero si tenemos en cuenta su potencia se podría decir que es un consumo inesperadamente alto, la mecánica antigua, supongo.


Como curiosidad decir que inicialmente se planeaba ponerlo en el mercado a un precio de 5000 liras, pero que finalmente se acabaría vendiendo por unas 9000 liras, echen cuentas si quieren (liras de los años 30, pregunta de examen), y a pesar de que su precio se encareció respecto a lo inicialmente previsto su éxito fue bastante notable, con más de medio millón de unidades vendidas. 

Soñando

    Indonesia

lunes, 6 de octubre de 2014

Caminos

Conducía el vehículo con el piloto automático puesto, pensando en la cita que había tenido hacía escasamente una hora, tomando las curvas sin pensar, con velocidad uniforme y una sonrisa dibujada en la cara. Llevaban meses viéndose, conociéndose, la cosa iba despacio, pero él no podía evitarlo , era su forma de ser, formaba parte de su código genético el realizar el análisis completo de una persona antes de dar un paso más y otorgarle su confianza, abriéndole las puertas de su corazón.

Y ella no era una excepción, de hecho quizás porque le gustase más que otras mujeres que habían pasado antes por su vida, extremaba mucho más las precauciones en este caso, indagando sutilmente, afianzando cada paso,  estudiando el terreno. Mientras cambiaba de marcha y reducía o aumentaba la velocidad según la proximidad del vehículo que le precedía, iba reproduciendo en su mente las palabras intercambiadas en el reciente encuentro. Ella había dejado entrever que estaba interesado en él, o al menos eso era lo que él interpretaba o deducía de sus palabras, siempre enigmáticas y sujetas a interpretación. De hecho, a veces llegaba a pensar que todo eran imaginaciones suyas y que realmente ella no tenía más interés en él que el que pueda tener un ávido lector en acabar un libro y empezar uno nuevo. Pero luego recordaba que ya llevaban meses viéndose y eso, suponía, debería significar algo.

Piso mecánicamente el freno cuando las luces del turismo delante suyo se encendieron, en un íntegro acto reflejo de supervivencia, mientras su mente seguía evaluando los pros y los contras. Claro que también podría suceder justo lo contrario, es decir, que ella estuviese soltando indirectas y ante la pasividad o la aparente falta de interés que él demostraba en llevar las cosas más allá, se acabase marchando y dándole con la puerta en las narices sin ni quiera saborear un caramelo. Volvió a acelerar al ver que el de delante le ganaba terreno. Y aunque ella no lo supiese, realmente no podía recordar la última vez que había sentido algo así por una mujer. No había sido una pasión explosiva. Al contrario, se parecía más a ese tipo de caldos que se preparan despacio, poniendo todo el esmero para que el resultado final sea el mejor, y que por eso mismo son los que más se disfrutan. Y así había ido anotando y acumulando puntos positivos en su favor, hasta que, ahora se daba cuenta, había caído totalmente en sus redes. Tenía que admitirlo, lo demás sería solamente obviar lo evidente.

Detuvo el coche ante el semáforo. De lo que no estaba tan seguro es que ella fuese capaz de discernir la pasión que el sentía, acumulada durante tanto tiempo. Quizás confundiese su cautela con pasotismo, dejadez o con el hecho de que él tenía otras amigas a las que recurrir sin necesidad de comprometerse seriamente. La luz se puso en verde, introdujo la primera marcha y retomó el camino hacia su casa. Su madre ya se lo había advertido con la practicidad que adoptan las madres cuando es el futuro de sus hijos lo que está en juego: te quedarás para vestir santos como no te espabiles, no te creas que esa cara bonita te va a durar para siempre, cuando te empiecen a salir las arrugas y a caer el pelo a puñados será ya demasiado tarde para ti, al menos para echarle la caña a una chica tan estupenda como esa, tendrás que conformarte con lo primero que te aparezca por la puerta, hijo mío.

Un bocinazo a su izquierda. El tráfico se espesaba, igual que sus pensamientos a medida que le daba más y más vueltas al asunto. Pero, por más que le fastidiase reconocerlo, su madre esta vez tenía más razón que un dios griego. Nunca había permitido que su vida privada trascendiese más allá de cierto límite, tanto en el seno de su familia como de sus amigos, formaba parte de su código ético, lo de cada uno se queda dentro de cada uno. El vehículo de atrás parecía hacerle luces, aunque él no le dio más importancia que al vuelo de una mosca. Ser tan indenpendiente tenía sus ventajas e inconvenientes, pero era en momentos de incertidumbre como ese en el que se lamentaba un poco de no contar con otros puntos de vista. La noche caía ya como un manto espeso, así que sin darse cuenta encendió las luces del coche, mientras seguía su camino a casa por la carrtera habitual.

Habían quedado en verse nuevamente en un par de días. Él había puesto alguna traba al principio, aludiendo exceso de trabajo y poco tiempo, lo cual era totalmente cierto, pero ante su insistencia acabó por claudicar. Y la verdad es que se sentía feliz de haberlo hecho. Se acababan de separar y ya la echaba de menos. Ya había estado enamorado otras veces a lo largo de su vida, unas más que otras, incluso a veces dudaba de que lo hubiera estado realmente alguna vez y que sus relaciones no fuesen más que un navegar por las emociones con el piloto automático puesto, como estaba haciendo ahora en el coche de regreso a casa. Pero esta vez sentía que algo era diferente, algo empezaba a calarle muy hondo y quizás...


Y entonces dejó de conducir de memoria como había venido haciendo desde que se despedieran. Lo que le indujo a ello fue la soledad de la carretera. Aquella era una carretera de gran tránsito a esas horas, en las que mucha gente iba de regreso a sus casas después de una extensa y agotadora jornada. A esa hora no era para nada normal que no se vislumbrase ningún otro vehículo, ni delante suyo ni en su espejo retrovisor. Creía recordar que, a pesar del estado de semiinconsciencia en que iba conduciendo, hace un momento estaba rodeado de otros coches y que incluso alguno le hacía luces o le trataba de meter prisa a base de bocinazos. Cómo era posible que de repente él fuese el único circulando por esa calzada, la arteria principal de salida de la gran ciudad? Definitivamente, no era normal.

Empezó a sentir cierto desasosiego, como una especie de angustia o incluso claustrofobia. Trató de paliar aquel insensanto sentimiento poniendo en marcha la radio, las noticias le distraerían de tan ridículos pensamientos. Sin embargo, aquello no hizo más que alterar su estado de conciencia. La radio no era capaz de sintonizar ninguna emisora, algo realmente inaudito y que nunca le había pasado en aquel trayecto en el que una extensa llanura lo dominaba todo y apenas se veía un peñasco en el horizonte. También percibió que la oscuridad era total, quizás fuese más consecuencia de su aprensión que de otra cosa, pero sentía como si la luna y las estrellas hubiesen dejado de existir, el firmamento aparecía negro como boca de lobo y las luces del coche no eran capaces de ilimunar más allá de diez metros, por lo que pronto se vio minorando la velocidad a unos 40 ridículos kilómetros por hora, algo impensable en una calzada con buen firme y largas rectas en la que el límite se situaba en los 100 kms/hora.

La tensión lejos de aflojar seguía atenazándole, y llegó a temer que pudise perder el control del vehículo, así que decidió escorarse hacia la cuneta y salir a tomar un poco de aire fresco. Apenas había empezado a inspirar con hondas bocanadas cuando divisó a lo lejos en el cielo dos puntos de luz que corrían simétricos, de forma paralela. Corrían literalmente, porque parecían no seguir un rumbo fijo, como hubiese sido normal en una aeronave. De nuevo, percibió que eran aquellas las únicas luces que se podían ver a simple vista en todo derredor, ni siquiera una simple farola, alguna casa o algún coche que pasase por su lado... La quietud era total, justo lo contrario del nerviosismo que le dominaba. Sintió como su corazón se aceleraba al tiempo que las bolas de luz se aproximaban a gran velocidad y las luces de su coche se extinguieron, el motor dejó de funcionar y todo fue silencio, un silencio tan espeso como la negrura que le circundaba.

Quizás, más como un posible refugio que con la esperanza de salir de allí, se introdujo en el coche y trató de ponerlo de nuevo en marcha. Pero la batería parecía totalmente fundida y no daba la más mínima chispa. Desistió. Volvió a salir del coche. Y entonces sintió como se le descolgaba la mandíbula, tal que si una mano invisible tirase de ella con un cordelito hacia abajo. Justo encima suyo se encontraban dos cosas de forma redondeada y que desprendían una potentísima luz que iluminaba en una amplia circunferencia como si fuese de día. No podía apartar la vista, su cuerpo no respondía, se había convertido en una estatua viviente. En cuestión de segundos, las supuestas aeronaves, la palabra ovni le vino a la mente, se posaron en tierra con un zumbido magnético. Inmediatamente, desde una de ellas se proyectó un potente haz de luz verdoso que iba ganando terreno lentamente hacia él. Sintió ganas de gritar, de salir corriendo, de vomitar, incluso de llorar, pero era como si su cuerpo o su cerebro, más sabio que él mismo, se negase a obecerle esperando acontecimientos. El corazón le latía con fuerza, cada vez más rápido, y creía que estaba a punto de estallarle cuando la luz verde comenzó a lamer la punta de sus zapatos.

En pocos segundos, todo su ser estuvo bañado por ese flujo lumínico verdoso. Su sorpresa en ese momento fue mayúscula. Ya no sentía el pavor que le había paralizado segundos antes. Al contrario, podía sentir como le invadía una paz infinita, como nunca había conocido, incluso se daba cuenta que su mente crecía a pasos agigantados, como si se abriesen nuevas puertas y ventanas y un torrente de nuevas ideas y conocimientos penetrase en él.  No se daba cuenta de cuánto tiempo llevaba en ese estado, bañado por aquel haz benéfico, pero sí sabía a ciencia cierta que le había dado tiempo a repasar toda su existencia, desde su nacimiento hasta el momento presente. Revivió súbitamente todos los errores y sandeces que había cometido a lo largo de su vida, todas sus omisiones y su pérdida de tiempo, también los errores de los demás. Y de repente lo sintió, el impulso a acercarse, a fusionarse, a adentrarse en aquel universo desconocido que le ofrecían los dos extraños objetos. No había palabras, sólo luz, pero en su mente la idea era clara: ENTRA!!

Con una seguridad absoluta, como nunca había sentido en su vida, encaminó sus pasos lentamente hacia aquellas máquinas. Ya bajo el umbral de entrada, como si su condición más humana se aferrase aún a su vida más terrenal y rutinaria, le vino de nuevo a la mente el encuentro que había tenido hacía escasos minutos con la mujer de la que creía estar enamorado. Le asaltó la duda, mientras la luz verde bañaba pacientemente su rostro. Finalmente, tuvo que admitir que de nuevo estaba equivocado y que aquel no sería el amor de su vida.