9N: fractura múltiple

El 9N, una fecha que puede quedar marcada en los libros de historia como el día que Cataluña dio el primer paso hacia la independencia. Sus consecuencias están ahí, innegables, palpables y que afectan a todas las gentes de este país (otra cosa es que les importe o les quite el sueño) y a diversos grupos de interés. Nadie se salva de los efectos del 9N, especialmente los grupos políticos. Ahí va mi valoración breve e intuitiva (no hay datos fehacientes, de momento) de los efectos del 9N, este sería el reparto de papeles en esta tragicomedia española:

El tonto: el PP, y subsidiariamente el pueblo español “no catalán” o que no se considera catalán/independentista. El PP se lleva el premio al tonto del pueblo por su papelón en este serial que nos han retransmitido durante meses, y el oscar al peor actor “goes to…” Mariano Rajoy Brey, por su destacada labor como inútil nacional, peor presidente de la democracia, quebrantador compulsivo de promesas electorales y no electorales, peor gestor de crisis de todo pelo y uno de los peores comunicadores que hayan pasado por un estrado, un auténtico despropósito de presidente. Ya hay voces en su partido que hablan, off the record, son rumores que diría el otro, de su nefasta gestión y del desgaste que su sola presencia está ocasionando al partido. Quizás vaya siendo hora de que este señor se vaya para casa y deje el destino del país en mejores manos, por lo menos en las manos de alguien que simplemente haga algo, que tome decisiones, en lugar de sentarse en su despacho y hacer zapping mientras ve como pasan las horas y los trenes. Queda demostrado, una vez más, que sus votantes le importan un bledo, solo codicia sus votos.

 El ganador: la parte del pueblo catalán que pretende la independencia, ha hablado. Seguramente saldrán ahora algunos medios de comunicación, al servicio del barbas, a restar legitimación al sondeo realizado el 9N por el simple hecho de que no es un referemdum legal y no ha contado con la logística adecuada que se le presupone. Cierto es que la organización no ha sido la misma que si el evento no hubiese sido prohibido en su día por el Constitucional, por no llamarlo una partida de bolos, pero cuando más de dos millones (de seis) de personas te están diciendo a gritos que no quieren vivir en el mismo país que tú, hace falta ser muy sordo, o muy hipócrita, para no captar el mensaje. Los números, votos, son más que elocuentes, la independencia es deseada,que se sepa, por un gran número de catalanes. Por hacer un paralelismo, y despejar el pobre argumento de unos comicios no representativos, la semana pasada el CIS presentaba una encuesta sobre intención de voto en la que se refleja el descalabro del bipartidismo y el ascenso de Podemos. Pues bien, esas conclusiones se extrajeron con un muestreo a base de llamandas telefónicas que no pasaba de las 3000 personas. En el caso del 9N estamos hablando de más de 2 millones de votantes. Suficiente volumen de personas para presuponer que lo de la consulta no se va a quedar ahí y que esta batalla no ha hecho más que comenzar.

El chapuzas: Artur Mas. Un chapuzas es aquel al que le vale cualquier cosa. A este señor le prohibieron los tribunales de España la organización del referendum. Como su culo peligraba y sólo le quedaba la huída hacia adelante, organizó la pantomima suberrealista de una votación sin censos, sin taquígrafos y sin notarios, una fiesta entre colegas, una juerga democrática, solo le faltaron las gogós y los pantalones de vinilo. Y con esta mierda pretende presentarse en sociedad? No se puede ser más patético.

El ridículo: el líder del PSOE. Un líder demuestra su personalidad en los momentos clave, cuando se juegan las manos importantes. El primer espada del PSOE quedó perfectamente retratado como un pobre candidato, y peor líder, cuando en Toledo con los votos aún calientes suelta una oportunista frase en catalán, como si con esa algarada se fuese a ganar la confianza o el afecto de nadie. Es un pobre sustituto y un patético aspirante al título que no convence a nadie y causa más lástima que otra cosa, sus opiniones carecen de valor añadido y se resumen en clichés y frases vacías, una alternativa que no tiene tirón, un pobre diablo.

El coherente: Entre toda la retórica de declaraciones y sandeces que se han escuchado estos días, lo único medianamente destacable son las denuncias interpuestas por UPyD, que por lo menos ha tomado la iniciativa en algo y con una base lógica. Si estás por defender la Constitución y la legislación vigente, hazlo, no de boquilla, sino con todas las armas legales a tu alcance, verdad Marianito? Vox también va un poco por esta vía, anunciando una querella contra Rajoy por dejación de funciones y responsabilidades.

El mudo: De la formación del coletas no se si ha salido alguna declaración, quizás hayan dicho algo, pero qué más da, todos sabemos cuál es su estrategia, cerrar la boca y dejar que los demás tropiecen. Y tiene todo el sentido, les va genial, ahí están los sondeos.

En definitiva, fractura múltiple: tibia, peroné, cadera, cúbito y radio, esguince de cuello y luxación de coxis, parálisis cerebral y miedo escénico... Eso es lo que ha sufrido España, una fractura de esas que te dejan huella, de las que nunca te llegas a recuperar de todo. La brecha está abierta, y no creo que se cierre jamás, sólo es cuestión de tiempo que se vaya agrandando más y más. El horizonte de la independencia es más real que nunca, por fin ha quedado desenmascarada la gran mentira de que la independencia de Cataluña es una cosa de cuatro nacionalistas exaltados, algo que Rajoy, entre otros, no quería que se supiese, aunque paradójicamente (o no tanto) no ha hecho ni el más mínimo gesto para impedirlo. De traca lo tuyo, Marianito. Por si fuera poco, la composición del parlamento catalán también refrenda las ansias independentistas de buena parte del pueblo, lo ve hasta un ciego.

Como colofón, diré que la imagen que proyectamos al exterior no puede ser más triste y bochornosa. Por eso, me hace todavía más gracia que algunos pobres imbéciles se empeñen todavía en dilapidar parte del herario público, el dinero de todos, en sacar a flote una marca España, venga, no me jodas!