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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sarunas Marciulionis


Sarunas Marciulionis, posiblemente su nombre no suene de nada a los nuevos aficionados al basket, a los jóvenes de ahora. Pero para los que llevamos unos cuantos años viendo baloncesto este jugador representaba una de las bestias negras de España, siempre nos la daba con queso, y, personalmente, uno de mis grandes ídolos del baloncesto. Venía de las frías tierras del norte, eso de por sí ya le daba un halo de misterio, pero además con el tiempo fue evolucionando y se convirtió en un jugador explosivo, con una fuerza física descomunal, con penetraciones increíbles, y con un excelso tiro exterior, uan auténtica pesadilla para el contrario. No en vano, formó una de las tripletas atacantes más escandalosamente disfrutables con los guerreros Hardaway y Mullin.


Antes de saltar el charco jugó en Rusia para un equipo de medio pelo, nada conocido fuera de las fronteras rusas, el BC Stayba (actual Lietuvos Rytas) de Vilnus. Por qué no dio el salto a un equipo más grande en Europa? Ni idea. Quizás por romanticismo. Lo cierto es que el equipo era mediocre y ni siquiera la magia de Marciulionis les llevó a título alguno, ni siquiera en la temporada 88-89 cuando formó equipo con la joven promesa Arturas Karnisovas (que posteriormente sería jugador del Barca). Jugaban en una liga lituana paralela a la rusa. De ahí que la irrupción de Marciulionis en el basket mundial nos pillase por sorpresa a muchos. Aunque eso sí, cuando se fue a la NBA ya lo conocíamos por sus grandes actuaciones con el equipo nacional ruso, que como decía nos humilló en más de una ocasión (no fuimos los únicos, también les pasó el rodillo a los americanos, cuando todavía enviaban jugadores universitarios a las diversas competiciones). Antes no había internet y pocos canales de televisión, hay que recordar, por lo que seguir a las estrellas de otros países era harto complicado.


Marciulionis emigró a EEUU al tiempo que su compatriota Alexander Volkov (otra vieja pesadilla de nuestra selección). El primero triunfó, el segundo pasó desapercibido en Atlanta, esa era la diferencia entre un buen jugador y un crac. Marciulionis se acopló perfectamente al sueño amerciano, se adaptó desde un primer momento, y eso se notó obviamente en su rendimiento en la cancha con los Warriors desde su aterrizaje. Además, el estilo de los bombarderos Warriors le iba como anillo al dedo, siendo él un hombre veloz y de gatillo fácil. Sin duda, contribuyó a abrir la puerta de la NBA a muchos otros extranjeros, incluso fue varias veces candidato a sexto hombre de la liga, ahí es nada.


 Cuando Lituania se constituyó como país, escindiéndose de la antigua URSS, Marciulionis, como  buen lituano, jugó con aquel gran equipo que presentaron en los JJOO de Barcelona. Posiblemente, por calidad de los equipos, el mejor torneo internacional de basket de todos los tiempos. Lituania fue medalla de bronce, cayeron en la semifinal con el dream team dando muestras de una enorme calidad, comandados por el gran Sabonis.


También quedará para el recuerdo su gran actuación en el Eurobasket de Grecia de 1995. Llevó a los lituianos (junto a Sabonis, Kurtinaitis, Karnisovas, Einikis, Stombergas y el abuelo Homicius) a la final contra la gran Yugoslavia de Bodiroga, Divac, Djordjevic, Danilovic, Rebraca, Paspalj y Savic. A punto estuvieron de ganarles. Pero Djorjevic con 41 puntos y 9 de 12 en triples se cruzó en su camino, además de los arbitros , según cuentan las crónicas en uno de los mayores atracos de todos los tiempos perpetrados bajo el dominio FIBA.  Marciulionis se olvidó de sus problemas de rodilla e hizo una actuación estelar con 32 puntos, seis rebotes y seis asistencias, errando solamente tres tiros en todo el partido.


Marciulionis estaba en su momento más dulce, la medalla recién colgada y promediando unos 20 puntos por partido con los Warriors. Pero una grave lesión de rodilla le dejo fuera de las canchas durante año y medio. Fue traspasado a los Sonics, haciendo equipo con Shawn Kemp y Gary Payton, pero su rodilla no estaba al 100%. Hizo un buen papel, jugando unos 20 minutos por partido y anotando unos 10 puntos, pero no era el jugador de antes, la lesión le mermó facultades y confianza. Luego sería traspasado a los Kings, uno de los peores equipos de la competición y finalmente a los Nuggets donde ya se retiraría en la temporada 96/97 con la rodilla destrozada.



Poco antes, en los JJOO de Atlanta, Marciulionis había dejado su última perla en forma de actuación, consiguiendo la medalla de bronce con los lituanos, un gran éxito para los problemas físicos que arrastraban él y Sabonis. Tras su retirada, se implicó en la creación de la liga profesional lituana y en una competición que englobara a los países del báltico y el norte de Europa.

   El lituano junto a Mourning y Richmond, casi nada...

Años después de su retirada, entró en el Hall of Fame, algo increíble para un europeo, pero es que este era un jugador adelantado a su tiempo.

Resumen de su carrera
22 puntos frente a Bulls
Se topa con Jordan en los JJOO de Barcelona
Discurso de entrada en el Hall of Fame

2 comentarios:

  1. un clasicazo del basket. Fuerza, potencia, tiro, entrada a canasta.... hasta que las rodillas le respetaron, para mi el primer europeo en abrir el camino en la nba. y ese bigote... inolvidable

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  2. Pedazo jugador, sí, de esos que daban gusto verlos jugar. Yo recuerdo que cuando jugábamos contra Rusia me quedaba con la boca abierta, era como de otra galaxia y los nuestros estaban a años luz de su nivel, iba muchos años por delante en el concepto del basket.

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