1.Feverish
Eyes
2.Babylon
Flashback
3.Nightliner
4.Marduk
5.Brainbugs
6.Remains
7.Eat Your
Heart Out
8.What Are
You Anyway
9.The
Fightin' Flower
10.Windows
Crashin' Bats
Henk "De Tank" Bosma : Batéria
René Zonneveld : Bajo
Jurjen "Thunderforce" Tichelaar : Voz
Martjo "Whirlwolf" Brougers : Guitarra
Orion "Rosie" Roos : Guitarra
Vortex es un grupo holandés que se constituyó en 1979 y que
ha adquirido el estatus de grupo de culto dentro del underground, gracias
fundamentalmente a su trabajo de 1986. Antes habían editado varias demos, pero
hasta ese año no sacaron su primer LP. Después se los tragó la tierra, como a
tantas otras bandas, y no fue hasta muchos años más tarde, en el 2003, cuando
volverían a sacar un nuevo disco.
Este es su quinto album de estudio, el anterior es de 2010.
Y, por decirlo brevemente, a los viejos metaleros no nos dejará indiferentes,
es un disco que nos devuelve a las raíces del heavy metal de toda la vida, el
de los años dorados. Lo que más me agrada de este trabajo es el sonido que han
logrado, aunque el disco suena muy bien no deja de tener ese lado oscuro,
cavernícola, que se plasma de manera perfecta en las cortantes guitarras y una
base rítmica de lo más clasicote, muy lejos de dobles bombos o baterías para
adolescentes. La voz de Thunderforce encaja muy bien en ese entramado, no es
una voz portentosa, es muy rasgada, angulosa, rocosa, sin grandes
demostraciones pero contundente y en cierta forma teatral.
Feverish Eyes abre el disco como una apisonadora con riffs
poderosos y batería a medio ritmo típico ochentero. Tichelaar tiene una voz que
podría ser una mezcla entre la de Udo y la de Al Atkins, pero con unas dosis de
fuerza y garra muy superiores, y también más nasal o gangosa. La estructura de
la canción es de lo más clásica, sin sorpresas, pero muy pegadiza y lo más
destacable es el solo de guitarra, cortante, afilado, tenebroso, dejando de
lado la melodía. Esta es una constante a lo largo de todo el disco, los punteos
son cavernícolas y desgarradores y elevan cada canción a un peldaño superior.
Babylon Flashback empieza con una línea de bajo y de nuevo
una batería contundente pero sin gran velocidad, un par de riffs para
introducir el tema de nuevo en la línea tenebrosa del anterior,
apuntalados por la voz ceremonial de Tichelaar. En este tema entra en escena un
nuevo elemento que no aparecía en el anterior: los coros, están muy logrados,
son oscuros, son como hachazos y dan potencia y tenebrosidad a la canción. El solo
es más melódico pero con un sonido de guitarra muy acertado,
cortante y afilado.
Nightliner es un tema que empieza con amagos de batería y
bajo para seguidamente lanzarse al galope. Un tema que desde el primer momento te
lo imaginas en directo y es una auténtica bomba, riffs melódicos por medio de
la canción en la más pura tradición centroeuropea a los Stormwitch de los 80.
Tema speedico, adictivo, adorno con coros y con un punteo de guitarra que
parece que se desangra y que nos abre el alma, el mejor de lo que va de disco,
la guinda a un gran tema.
Marduk baja el pistón en cuanto a ritmo, es un medio tiempo de la vieja
escuela. Estribillo pegadizo, con coros de transfondo. No es un tema rompedor
pero se deja escuchar bien. Lo mejor es el solo de guitarra de tintes
claramente épicos y finalmente subiendo de nuevo de revoluciones y escalas,
solo hecho con la gorra. Es un pena que el tema no tenga alguna innovación en
el ritmo que lo enriquezca porque podría haber sido un auténtico trallazo.
Brainbugs. Un tema que comienza con un viento ululante de
fondo, un riff muy pesado y una atmósfera muy doom. Al cabo de 1 minuto tenemos
un cambio de ritmo y el grupo se lanza a un medio galope. El cantante a lo suyo
que es desgarrar la voz, el ritmo contenido, de nuevo le pasa un poco lo
anterior, que no acaba de romper del todo, hasta que llega el solo, un quejido
quebradizo de las 6 cuerdas, con partes épicas y otras de gran velocidad,
afilado y desgarrante, un lujo por parte de este dúo de hachas, que se pasan
todo el disco dando lecciones de como transmitir emociones.
Remains, curiosamente la canción que da título al disco es
para mi la peor del mismo, y con diferencia. El tema es muy simple, pero lo
peor es el estribillo y los coros muy agudos, suenan infantiles e incluso a
paradia de un grupo de pop o de hiphop, realmente ridículo. El disco ganaría si
lo eliminasen. El solo es aceptable, porque estos no saben hacerlo mal con las
seis cuerdas, pero no es suficiente para salvar el corte.
Eat Your Heart Out arranca con una batería a buen ritmo y
guitarras galopantes, intercalado con riffs muy ochenteros. El vocalista sigue
en su línea habitual de voz gangosa y cascada, de nuevo tema oscurillo y cavernícola,
con solos que dan un toque de desesparación a la canción. Punteo de jinete sin
cabeza, poderoso, con dosis de melodía y de esquizofrenia. Otro de los
temas grandes del disco, de esos de morir con las botas puestas.
What Are You Anyway nos va acercando al final del viaje. Respecto
a los temas anteriores, lo más llamativo es que Tichelaar saca una voz más
limpia en algunas partes, lo que para mi no es una ventaja sino que le resta
puntos, el tema pierde fuerza. Buen riff que se repite a lo largo de todo el
tema y solo gourmet.
The Fightin' Flower se inicia con el bajo y luego una
guitarra con un riff sicodélico y desquiciante, como un martillo aporreando el
cerebro. Posteriormente cambiamos a un ritmo de medio trote y por fortuna
volvemos a recuperar la voz rasgada y carcelaria de Tichelaar. Solo de hacha y
martillo pilón.
Llegamos al final del disco con Windows Crashin' Bats, que se
inicia con un riff demencial, coros desde el principio y un tema con un sonido
tope old school. Como no podía ser menos, última lección solista del disco, con
épica y melodía por igual.
En resumen, un disco adictivo, con buen sonido, ambientación retro a tope, con un destacable trabajo de guitarras. Seguramente pasará inadvertido para el mundo metalero en general, salvo aquellos que ya acostumbran a degustar este tipo de dulces vintage.
Puntuación: 7/10
retros a muerte, muy buen disco, igual tiene cabida en el top ten en los últimos puestos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, aunque no son unos tipos excelsos en nada, sí que le ponen mucha garra y mucha fuerza.
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