1.Black 13 06:21
2.Blood In, Blood Out
03:42
3.Collateral Damage 05:27
4.Salt the Wound 04:24
5.Body Harvest 06:28
6.BTK 06:56
7.Wrapped in the Arms of Rage 04:30
8.My Last Nerve 06:10
9.Numb 06:14
10.Honor Killings 05:42
11.Food for the Worms
06:23
Lee Altus
Guitars
Jack Gibson Bass
Steve "Zetro" Souza Vocals
Gary Holt
Guitars
Tom Hunting Drums
Décimo album de estudio de estos thrashers de la Bay Area.,
con la voz infecciosa de Zetro de nuevo de vuelta, santo y seña de la banda. Los
últimos discos de la banda no han recibido muy buenas críticas por parte de los
fans de toda la vida, veamos como se desenvuelven en este nuevo disco, que ha
despertado nuevas expectativas con el regreso de Zetro, porque Exodus es una de
esas bandas clásicas del thrash de los 80 que siguen pululando por el planeta,
aunque últimamente con más pena que gloria, pero siempre es bueno tenerlos a
mano y es raro no toparse con ellos en algún festival por ahí.
Black 13 abre fuego con ritmos thrashers, combinados con
guitarras con groove por las nubes y paseos de esos de arácnido con pantalón por el culo, a
lo Metallica de ahora. Lo mejor es la voz de Zetro, agresiva y maligna como
pocas, así como la combinación de bajo y batería que suenan como una
apisonadora. Solo típico, veloz, para arriba y para abajo. No es un tema que a
uno le deje sin habla ni mucho menos, te deja a la expectativa.
Blood In, Blood Out es un tema mucho más Exodus, sin rapeos
ni mierdas de groove, directo a la yugular, ultrarrápido, a degüello y con
gancho, old school thrash, del que hacían estos tipos en sus buenos tiempos.
Collateral Damage sigue con un riff malévolo y una batería
destructiva. Otro tema de los clásicos de toda la vida, sin respiro, aunque carece
de la chispa del anterior. Eso sí, los solos bastante inspirados.
Salt the Wound cuenta
con la presencia a la guitarra de Kirk Hammett y lo hace en uno de los mejores
temas del album. Thrash de altura, con riffs bien construidos y un trabajo de
batería más pulido que todo lo que hemos escuchado anteriormente, bajo con un
groove brutal, nos van acercando a los solos de guitarra. Kirk nos entrega un
buen solo, cumple.
Body Harvest de nuevo hace gala de un bajo con mucha
presencia a lo Overkill, pero la batería vuelve a ritmos al alcance de los más
mediocres, riffs de toda la vida, para un tema que no es malo pero que deja indiferente,
cayendo un poco en la velocidad como pollos sin cabeza.
BTK es otro de los temas con sorpresilla, en este caso el
invitado especial es Mr. Chuck de Testament, no está nada mal como sorpresa. El
comienzo es prometedor, de nuevo con el bajo y la batería combinándose para
meternos en un ritmo demoníaco, las guitarras pasan a un segundo plano. El tema
se perpetúa demasiado en ese ritmo y creo que ese es uno de los problemas de
este disco, que los temas son demasiado largos. Este en concreto llega casi a
los 7 minutos y en total hay 6 temas que pasan de los 6 minutos, demasiado para
una banda que ejecuta un thrash simplón y directo, lo suyo serían temas de 4
minutos, el disco se empieza a hacer denso y largo. A Chuck se le oye pero no
cambia mucho el panorama.
Wrapped in the Arms of Rage nos saluda con uno de los
mejores riffs del disco, para luego entrar en el ritmo a piñón, poco más que
destacar salvo el solo que es en rollo heavy clasicote y le da a la canción
otro aire.
My Last Nerve tiene una batería más pausada, bajo repleto de
groove como el resto del disco y riffs del montón, un tema que no aporta nada y
el disco que se sigue enfriando a cada tema que pasa.
Numb arranca con un ritmo de esos hardcoretas que tanto me
revuelven las tripas. Luego velocidad sin control, que diría el otro, y otro
tema insulso para la buchaca. La caída en picado ya es inevitable.
Honor Killings es un tema que empieza de modo bastante
insulso, pero donde lo que más destaca es el parada en medio de la canción a lo
Kreator, bastante bien ejecutada y a partir de ahí remonta bastante bien,
moviéndose en tiempos que nada tienen que ver con el aporreo general que se
gastan a lo largo del disco, lástima que los solos sean simples y sosos como
ellos mismos.
Food for the Worms cierra un disco que se hace demasiado
largo, no sólo por la excesiva duración de las canciones, como ya he comentado,
sino porque cuando te faltan ideas compositivas hasta un disco de media hora se
te hace eterno.
En
definitiva, el disco posee cuatro temas buenos, especialmente Salt the wound y Blood
in, blood out, pero no mantiene el nivel, excepto por la voz de Souza, y sobre
todo la segunda parte se va haciendo cada vez más repetitiva y sin chispa
ninguna. No digo que es una decepción porque ya su trayectoria en los últimos
años dista mucho de levantar grandes expectativas, cualquier tiempo pasado fue
mejor. Solo recomendable para thrashers que hayan hecho el juramento de
sangre...
Puntuación: 4/10
thrash anodino, este y el nuevo de overkill, para mi ambos soporiferos.
ResponderEliminarIdeal para echarse una Spanish siesta con todas las de la ley
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