1.The Ninth
Wave 09:28
2.Twilight of
the Gods 04:50
3.Prophecies 05:26
4.At the Edge
of Time 06:54
5.Ashes of
Eternity 05:39
6.The Holy
Grail 05:59
7.The Throne 07:54
8.Sacred Mind 06:22
9.Miracle
Machine 03:03
10.Grand Parade 09:28
Hansi Kürsch Vocals
André Olbrich Guitars
(lead), Guitars (rhythm)
Marcus Siepen Guitars
(rhythm)
Frederik Ehmke
Drums, Percussion
Con este tipo de bandas que llevan años sacando discos
mediocres solo caben dos posturas, o los llevas tatuados en la chepa y los
disfrutas aunque te hagan hiphop disfrazado de metal progresivo o simplemente
te entran arcadas nada más empezar a escuchar los primeros acordes del disco.
Echando un vistazo al minutaje de las canciones se le ponen a uno los pelos de
punta, porque si el disco sigue en la línea de los anteriores, escuchárselo
puede ser una auténtica hazaña solo al alcance de unos pocos héroes. Así que, vamos
a ver qué da de sí el disco.
El disco empieza de muy pero que muy mala manera, con el
temita más largo, The Ninth Wave. Se introduce con unos coros, mezcla
entre gregorianos y technopop. Cuando parecía que el disco iba a ser un rollo de
inmersión en una secta, nos encontramos con el despliegue penoso y ridículo de
estos BG. Te pellizcarás para creer que la mierda que estás escuchando no es
producto de tu imaginación. Voces y coros de lo más ridículo, guitarras
con groove por momentos y acto seguido con
un sonido electrónico discotech que te deja helado, una batería que parece hecha
con la tapa de un bolígrafo. Dan ganas de dejar el disco sólo con este
primer tema, se confirman los peores augurios, estos tipos han perdido el
norte, cosa que nunca tuvieron tampoco muy clara. Una peste de canción.
Twilight of the Gods empieza con una batería, que sigue
sonando mal, a doble bombo, pufff, y las guitarras con ese sonidillo que le han
puesto tan mediocre. El tema se pasa entre Kürsch y sus colegas contestándole
con coros, tal cual el dúo de Pimpinela. Los riffs, lo menos malo del tema,
parecen sacados y repetidos hasta la saciedad de discos anteriores, no se puede
ser más cansino. Una canción de power metal de lo más cutre que se pueda
escuchar.
Prophecies nos promete grandes e importantes cambios con
unas bandurrias, o tal parece, y la voz con eco de Kursch. Pero no... todo era
una falsa alarma, caemos de nuevo en los ritmos de siempre, con una monotonía y
una dejadez, o falta de inspiración, en las composiciones que es para hacérselo
mirar. Lo coros resultan tan cargantes como tu jefe tocándote las pelotas a
primera hora de la mañana de un lunes. Doble bombo, riffs que no llevan a ningún
lado, un tema sin pies ni cabeza, por favor que alguien pare esto!!!
At the Edge of Time, ahora recurrimos a un xilófono y unos
violines o similar para iniciar el tema..., lo siguiente serán el dúo
sacapuntas o un chiste de Eugenio, pero qué triste. Y Kursch que pone voz
impostada, como de profeta, queda retratado como un vocalista en horas muy pero
que muy bajas. Lo peor es el contraste entre los instrumentos clásicos y las
guitarras, parece un pupurri rollo Spielberg, como si quisiesen imitar las
composiciones de Symphony X, pero lo único que consiguen es hacer el ridículo más
absolto. Otra peste de tema.
Ashes of eternity empieza con sonidos electrónicos y unos
riffs de guitarra modernetes que te harán echar las tripas. Pero la desvergüenza
de esta gente no tiene límite? El resto del tema transcurre como el resto del
disco, sin pies ni cabeza, que os den por saco, muchachos, no hay quién os
aguante.
The Holy Grail. A estas alturas de este pestilente disco me
pregunto si puede existir alguien sobre la faz de la Tierra que pague por este
simulacro de grabación. Supongo que sí, según las leyes de mercado ninguna agente
en su sano juicio quiere perder dinero sin más. Bueno centrándonos en esta
birria de corte, aquí tratan de hacer una combinación entre tema speedico, con
toques epic y algunos de metal cristiano, con campanitas y harecrisnas, el
resultado es una cagada más. Eso sí, el solo es el mejor del disco hasta ahora,
pero en medio de tanto detritus se te amargan hasta los dulces.
Con The Throne vuelven las aventuras cinematrográficas de
estos grandes genios de la cagada, coros y la voz susurrante (pa qué?) del
vocalista. Don’t you know me? Dicen los tipos, la verdad sería mejor olvidaros,
porque sois un puto dolor de muelas. Hay que reconocerles la habilidad que
tienen para crear temas enrevesados que te acaban desesperando, que no tienen
un ápice de atractivo, partes veloces, con orquestaciones por medio, con coros
desquiciantes, con voces enlatadas, joder es una puta mierda!
Sacred Mind. A estas alturas si hay alguien que se espere
algo positivo de este simulacro de disco debería ser propuesto automáticamente
para presidente del país, porque tiene más moral que el chacho de Braveheart. Por
fin un tema lento, por lo menos no nos dará dolor de cabeza. Eso sí, insípido
como todos los demás y carente de todo sentido. Luego se acelera y volvemos a
las andadas. Y es que para mi ese es el principal problema de este adefesio
musical, es como si fuese una improvisación constante, un sin sentido, un tirar
para adelante y que salga lo que dios quiera.
Miracle Machine. Lo que es un milagro, tíos, es que os hayan
permitido grabar este churro. Voces a lo Queen, pero cantadas por Kursch, claro,
ya quisiera ser Mercury, para iniciar el tema en off. Y es que se pasan el tema
haciendo el ganso con las voces, joder, ya no sabes que es peor, si la
velocidad sin sentido o estos temas parados y absurdamente simples que te
chupan la vida.
Una buena noticia!! Llegamos al último tema de este truño de
disco. Riffs en plan feria de pueblo, o sea, de esos de biribiribi que se dice, y
de nuevo los cargantes coros y la voz del vocalista en plan angelical,
orquestaciones por medio, en fin, la misma mierda que venimos tragando desde el
principio del disco. Nefasto, ni un puto tema salvable, joder, ya es difícil.
Lo dicho, o eres familia de estos tíos o ésto no entra ni con ketchup, que
pestiño por dios.
Le doy puntuación negativa, porque este disco puede
perjudicar la salud mental del que se lo trague entero. Es más, creo que deberían someterlo a un estudio sanitario antes de autorizar su venta, o cuando menos obligar a que se venda sólo en farmacias previa receta médica.
Puntuación: -1/10
es la mayor mierda que escuché en mi vida. Increible pero cierto, 20 años escuchando metal y me topo con Blind guardian. No los contrataría ni para la feria de alcobendas, ni para tocar en un after de chueca. Puntuación negativa para esta banda y grave problema psicológico de infantilismo crónico para quién le de tute a este album, los reyes son .... pero no seré tan cruel de romperles la ilusión
ResponderEliminarYo tampoco querría a estos ni en las fiestas del barrio. Una auténtica sandez de disco, sorprende por lo malo que es.
ResponderEliminarAunque tengas otros gustos, o tal disco no haya sido de tu agrado, creo yo que hay otras formas, más sutiles, de expresar que algo no es del gusto de uno, no hay necesidad de ser tan mala persona, lo digo por los términos tan duros que utilizas en tu critica. Estoy de paso nada más, no soy fan de Blind Guardian ni nada parecido... Pero me parecen una buena banda en líneas generales,no son los maestros de nada como intentan vendernos por ahí, pero tampoco me parece que sean la peor enfermedad surgida en el metal, como los trata gente como tú y muchos otros. Este disco es flojito y llevan rato sin sacar nada potente pero sus primeros álbumes tienen su qué. No me estoy metiendo con tu blog, se que es como si fuera tu diario íntimo y puedes escribir lo que quieras, pero es solo que pienso que un poco más de respeto no vendría mal, saludos.
ResponderEliminarLos gustos de cada uno son muy personales, así que no confundamos el respeto, que siempre hay que tenerlo, con decir lo que uno piensa y para mí este disco era, porque no lo he vuelto a escuchar, ni ganas de ello, lamentable, afortunadamente ya me olvidé de él, hasta ahora...
ResponderEliminar