Sonia Martínez

Sonia Martínez fue una conocida presentadora de TVE  en los 80, también hizo sus pinitos en el cine, pero su vida estaba destinada a acabar de manera trágica. Como es habitual, el puto destino jugaba con las cartas marcadas.

Era aficionada al deporte desde niña, sobre todo natación, ya en su familia tenía antecedentes de gente deportista, como el caso de su hermana.  Pero su salto a la fama se inicia cuando en 1982 se presenta a un casting de TVE para presentadora de un programa infantil, “3,2,1 contacto”. Sonia se llevó el gato al agua para animar este programa enfocado a la divulgación del saber científico entre los más jóvenes. De todas formas, el programa no tuvo una larga carerra, ya que en 1983 se sacó de la parrilla televisiva. Sonia dio entonces el salto a otro programa: “Dabadabada”, que antes dirgía la también popular Mayra Gómez Kemp, enfocado al espectro infantil, de hecho el programa de más éxito entre los niños. Con ello, durante los años 1983 y 1984, Sonia Martinez se hizo muy popular entre los jóvenes.

Por esa época, hacía también sus primeras incursiones en el cine, en concreto, en 1984 con “Epílogo”, a las órdenes del director Gonzalo Suárez. Por cierto, que no quiso participar en “La Vaquilla” de Berlanga, pero sí lo hizo en posteriores películas como “Violines y trompetas” o en la peli de cine quinqi “Perras Callejeras”, en 1985. Sin embargo, Sonia no puede ser considera una actriz de cine quinqui persé, lo normal es que los actores de cine quinqui fueran gente de la calle, no profesionales, como el caso del Torete, pero Sonia no tenía este perfil, ella era una profesional de las cámaras.

En esos años Sonia Martínez se hace muy popular y es uno de los objetivos de la prensa del corazón, participando en multitud de saraos y eventos sociales. En 1985, fallece su madre, víctima del cáncer,  y Sonia Martínez viaja a Nueva York para hacer sus pinitos en la televisón del país americano, mejorar su inglés y sobre todo respirar aire fresco. Pero parece como si ese trágico suceso marcase a partir de entonces la existencia de Sonia, ahí empezaron sus problemas con la droga.

En 1986, en un rodaje de una serie para una televisión alemana en Ibiza, es sorprendida semidesnuda por un paparazzi. Las fotos se publican en Interviú, en una acto despreciable y vil de invasión de la privacidad, y se arma el consiguiente revuelo. Sonia se ve obligada a dejar "En la Naturaleza", un programa de TVE que presentaba por aquel entonces. El tema tuvo incluso transcendencia política, ya que el a la sazón director general de TVE, José María Calviño, fue interpelado por un diputado socialista por los motivos de este cese, a lo que Calviño contestó que eran temas exclusivamente contractuales, por supuesto, mentía como un bellaco.

Sonia no se quedó parada y demandó a TVE, consiguiendo su readmisión en la cadena. Su nuevo proyecto en la cadena pública fue “La bola de Cristal”, un programa que la popular Alaska había conseguido lanzar a la fama. Sin embargo, nunca llegamos a ver a Sonia en la pequeña pantalla, ya que en 1988 TVE suprimió el programa, sin nuevas emisiones. Hay quién dice que la supresión del programa tuvo que ver en parte con la organización de los JJOO de Barcelona 92, ya que se quería proyectar una imagen de una España respetable. Me da la risa, siempre ha habido y siempre habrá fascistas, en todos los ámbitos de la vida.

Tras eso, Sonia Martínez, sin trabajo y con problemas de depresión y drogas, se presta a desnudarse, esta vez voluntariamente, para Interviú, los que un día empezaron a poner el primer clavo de su ataúd, así es este putrefacto mundo.

Tras su ruptura con TVE, Sonia se va a vivir a Burgos. Pero sus problemas de depresión no hicieron más que agudizarse. Se enganchó a la heroína, como mucha gente de su generación, y estuvo en varios tratamientos de desintoxicación, aunque sin mucho éxito. Para culminar sus desgracias, en 1990 Sonia se entera de que está infectada de SIDA. Tuvo un aborto y posteriormente sí dio a luz a una hija que, afortunadamente, no heredó la enfermedad.

Curiosamente, se dice que la actividad física desplegada en sus tiempos de juventud le hicieron muy fuerte y resistente, algo que le ayudó a soportar el embate de la heroína, a aguantar más que muchos que caían por las calles, quizás fuese una maldición para ella, obligándola a aguantar el sufrimiento.

Los últimos día de Sonia Martínez transcurrieron en un triste ambiente, sumida en las cloacas madrileñas, viviendo entre delincuentes e indigentes. La prensa rosa veía en ello un auténtico filón, en cambio personajes como José María Cano trataron de echarle un cable y sacarla de esa situación. Todo fue inútil.  Fallecía el 4 de septiembre de  1994 a causa del SIDA, a los 30 años de edad,  poco después de  participar en su última película, “Dame fuego”.

Vídeo homenaje