01. Jotunheim 02:01
02. The Thundermaker (Feat. Mike Andersson) 03:59
03. God Of The Sea (Feat. Mike Andersson & Andy La
Rocque) 04:03
04. Labyrinth Of Death (Feat. Mike Andersson) 05:12
05. Hero Of The Divine (Feat. Mike Andersson) 04:01
06. Eros’ Love (Feat. Göran Edman) 04:13
07. Odin’s Hall (Feat. Mike Andersson) 03:36
08. Golden Red Tears (Feat. Mike Andersson) 04:04
09. Ruler Of The Underworld (Feat. Martin Steene) 03:57
10. The Guardian (Feat. Mike Andersson) 03:46
11. King Of The Gods (Feat. Mike Andersson) 04:03
Marty J Gummesson - Guitar/Keyboard/Producer/Arranger/Songwriter
Martin Åberg – Bass
Jimi Lexe - Drums
Este es un proyecto sueco que me atrevería a decir que pasó
casi totalmente desapercibido el año pasado y que tiene en sus filas gente
importante, como la colaboración en un tema del señor Andy La Rocque, entre
otros. Al parecer se trata de lo que se conoce como una rock opera, al menos
eso dicen en el facebook de esta gente.
El disco se inicia con una intro muy tenebrosa, bastante
chula, normalmente las intros son una forma de aburrir al personal, pero ésta
es curiosa, tiene un aire tenebroso a lo Boris Karlov. Acto seguido, empieza el
album propiamente dicho con The Thundermaker, un tema de ritmo más bien
hardrockero, con un tratamiento de las guitarras bastante curioso, un sonido
como muy electrónico. Es un tema un poco extraño, la parte instrumental es poco
sustanciosa y se basa en la repetición del estribillo, lo que confirma su
estilo hardrockero. Un tema bastante insulso, en todo caso.
God Of The Sea empieza a confirmar un poco el mal rollito
que me da este album, con guitarras muy blandas, lo mismo que la base rítmica,
con muy poca fuerza. Estructura básica a más no poder, coros por doquier y que
se salva un poco por el solo de La Rocque, sin que sea tampoco de esos que te
ponen bellaco. Otro tema soso, en resumen.
Labyrinth Of Death. A estas alturas ya está bastante claro
los derroteros por los que va a moverse este proyecto, poco de metal opera y mucho
de rock opera. Este tema sigue manteniéndose en un tempo lento y tedioso, con
un riff atrancado que se repite constantemente. Entiendo que estos señores le
quieran dar un halo de misterio al tema y tal, pero lo que consiguen más bien
es un monólogo del vocalista, acompañado por los coros, que no me transmite
nada. De nuevo, el solo es lo mejor del tema, aunque la producción deja bastante
que desear, me recuerda a la típica musiquilla de juego de ordenador, con un
sonido muy computerizado. Seguimos esperando por un tema rompedor...
Hero Of The Divine, más de lo mismo. Tema de tintes hardrockeros,
con guitarras que parecen sintetizadores pero que por desgracia no son las del
Turbo de los Judas, más quisieran. Otro tema que carece de sentido, otro tema
que no se te quedará en la memoria. Solo de los ordenadores Spectrum de los 80,
es que es de coña.
Eros’ Love. Bajo este nombre se esconde otra canción
blandita, a medio camino entre una balada y un bolero de los Panchos. El solo, de
todas formas, es bastante potable, y por fin le han puesto un sonido como se
merece, pero es que la composición de los temas no puede ser más esotérica, un
discurrir hacia ninguna parte.
Odin’s Hall. Rayante sonido de guitarras, es para crucificar
al de producción. Acto seguido se impone un riff como muy black, con mucha
distorsión o con mucho ruido, no se sabe muy bien. A estas alturas la forma de
cantar del vocalista, que parece en un permanente sermón, ya huele. Otro tema
que parece compuesto en la nave del Enterprise, junto al Doctor Spoke. Solo de
Spectrum 48K. Es decir, otra rayada.
Golden Red Tears. Dejando aparte la labor cansina del
vocalista, este tema cuenta con unos riffs más estándar, pero es que las
canciones siguen careciendo de fuerza y del más mínimo atractivo.
Ruler of the underworld. Al underworld parece totalmente
condenado este disco, un pestiño ya insoportable a estas alturas. El vocalista
trata de poner una voz entre misteriosa e interesante y lo único que produce es
cansancio. No hemos escuchado ya este tema?
Lo mismo se puede decir de The Guardian. Aquí la voz se parece
un poco a la de Grave Digger, y el tema es tan insustancial como el último disco
de los alemanes. Los riffs son de cartónpiedra, con nula capacidad para
emocionar, qué horror.
King of the Gods pone el punto final a este malo, malísimo
disco, en la misma línea que lo dicho hasta ahora. Y es que parece que estemos
escuchando el mismo tema una y otra vez. Lo de La Rocque está muy bien como
rollo de marketing, pero si detrás de eso no hay nada, como es el caso, uno se
explica que este disco haya caído totalmente en el merecido olvido. Pésima
composición, peor producción y una cagada monumental. La historia no sé de qué va, pero a quién le importa.
Puntuación: 1,5/10
muy dificil encontrar información sobre este disco, la nota es escueta pero justa. Producción pésima, no me parece ni serio, nisiquiera.
ResponderEliminarEs un truñaco de principio a fin, y la producción no hace sino empeorar las cosas.
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