Lecciones de moralina

“Todo el mundo promete, en Grecia y también aquí, pero una cosa es predicar y otra dar trigo”, por don Marianito Rajoy, el mentiroso impasible y silencioso.

Ya estamos en campaña electoral, lo que significa que es tiempo para escuchar todo tipo de sandeces y sobre todo de promesas que no se van a cumplir. Por eso me hacen mucha gracia las declaraciones de ese tipo de rostro pétreo y ausencia total de empatía que es el presidente de nuestro lamentable gobierno. Al hilo del rifirafe con los griegos por el tema de la negociación de la financiación a Grecia, nos encontramos con que el aún presidente, aunque cada vez por menos tiempo, dice que “una cosa es predicar y otra dar trigo”. Lo de este señor es para hacérselo mirar, lo dice él, como un Mesías, cuando ha incumplido la gran mayoría de sus promesas electorales, sobre todo las más importantes. Recordemos, para los que tienen mala memoria, que de eso andamos sobrados en este país, que el PP incluyó en su día como compromisos electorales, se supone que para cumplir y no solo para captar votos (¿?), las siguientes perlas:

1.Bajada de impuestos. Dónde? Cuándo? Seguimos esperando... Pero mientras tanto nos han subido la presión fiscal a niveles sin precedentes y el IVA de productos o servicios básicos, como la cultura, por las nubes. Ahí estamos, ayudando al pueblo a analfabetizarse. 

2.Objetivo de déficit del 3%, tarari que te vi, y la deuda pública disparada a niveles nunca vistos, de los más altos de Europa, rondando el 100% del PIB. Pero no pasa nada, que estamos creciendo, dice el barbas.

3.Reducción del tamaño del sector público e intervención de las CCAA que no cumplan. Otra gran mentira. Ahí están los catalanes que hacen lo que les sale de la entrepierna y siguen recibiendo pasta, aunque amenacen con sacar las cajas de cartón otra vez.

4.Le iban a meter mano al mercado de la energía eléctrica...

5.Otra de las grandes falsedades de este gobierno que ha caído en el olvido: a los bancos y cajas no les va a salir gratis. Cuánto dinero han devuelto a día de hoy?

6.Otra promesa a su electorado: la tan traída y manida ley del aborto. Nada de nada, salvo que le acabó costando la cabeza al trasnochado de Gallardón, que ahora trabaja menos que antes pero cobra igual de bien en su nuevo destino de asesor en Madrid.

7. Creación de empleo (esta sí que es buena, a la par con la de los impuestos), alguien recuerda cuantos miles de miles de miles.... de puestos de trabajos iban a generar estos caciques?

8.En su día el PP  prometió mayor flexibilidad regulatoria para impulsar el crecimiento y la creación de empleo. Pero, como era de esperar con un gobierno tan intervencionista y absolutista, durante el mandato de Rajoy España ha descendido al puesto 52 del mundo en cuanto a libertad económica, a la altura de Túnez, Kazajstán y Eslovaquia. Telita lo tuyo Rajoy, y aún se atreve a dar lecciones y hablar de ética el chacho éste.

Pero como decía, ya estamos en precampaña, ahora de manera oficial en Andalucía, es decir, cuando hay que dar mítines y sacarse fotos, porque en campaña llevamos ya desde hace tiempo, y ya estamos escuchando las mismas sandeces de uno y otro lado. Pero las de Rajoy me producen más urticaria si cabe, porque tiene una forma de decirlas como de Mesías autoproclamado que se preocupa por su rebaño descarriado, cuando en realidad suena tan hueco y chulesco que apesta. Con esa forma tan zafia y estúpida que tiene de referirse a Podemos y Ciudadanos, hablando de ellos pero sin nombrarlos. Aunque ese ya es un clásico el señor presidente, cuando un tema le escuece saca el libro de gramática y empieza a buscar sinónimos como poseído por el diablo. Por ejemplo, de Bárcenas a amigo resiste, de corrupción a grupo de gente indigna que nada tiene que ver con el mundo de la política, de rescate a préstamo a la banca española... Seguimos?

Sí, es tiempo de campaña electoral en Andalucía, tiempo de escuchar bravuconadas y polleces por un tubo. Tiempo de ver un montón de encuestas de todos los colores y todos los pelajes. Pero por mucho que se retoquen, todas ellas ponen una cuestión sobre el tapete: el hundimiento del PP en Andalucía es brutal, evidente, y Rajoy va a tener que ofrecer algo más a un electorado harto de escuchar sus palabras huecas, sin hechos que las ratifquen. Si tendrá negro el horizonte que hasta los de Ciudadanos, que ni sabían que Andalucía existía hasta ahora, ya se llevan un porcentaje del pastel.