1.Faustian Mastery 09:22
2.Harbinger of Decay 06:47
3.Hypnotise the Masses 06:34
4.Gates of Sanity 06:11
5.All Is Lost 06:46
6.The Love of a Dying God 07:29
7.Sorrow Made Flesh 05:49
8.Death Be Thy Shepherd 10:27
Paul Bielby - Bass
Magic Dave - Drums
Jon Priestly - Guitars (lead)
Ed Fury - Guitars (lead)
Bison Steed - Vocals
(lead)
Banda del Reino Unido que edita su segundo LP. Y bueno, está
claro que inventar hoy en día no es fácil, si es que no está todo inventado
poco le falta. Pero lo que si puedes dar es un poco de frescura a tus
composiciones, dotarlas de tu estilo propio. Los Reign of Fury no son
precisamente un ejemplo en este terreno, dado que hacen un thrash básicamente a
lo bay area, sobre todo en la percusión.
El trabajo de batería y bajo es tan redudante que te parecerá
que has escuchado el mismo disco un millón de veces antes. Y los riffs
thrashers tampoco ayudan a diferenciarlos mucho. Donde le ponen un poco de
color al tema es cuando se ponen a doblar guitarras creando las típicas melodías
a lo Maiden, aunque a veces resultan un tanto cargantes como el caso del primer
tema, de más de 9 minutos de duración, en el que parece que se prolonguen hasta
el infinito en los riffs, sin mayor necesidad. Ya lo dice el refranero, lo
bueno, si breve, dos veces bueno. Y estos no son como sus compatriotas, los
Fury (que se parecen en el nombre, pero solo en eso), que se marcaron un soberbio discazo el año pasado (ya comentado en este blog) y daba igual que te
metieran composiciones largas, cortas, temas minuteros o de esos de metralla
breve, porque todos tenían una calidad estupenda. No, estos no son los Fury,
por desgracia.
Cuando el vocalista cierra el pico todos lo agradecemos,
cuando las guitarras toman protagonismo es cuando más disfrutarás de estos
ingleses. Y, sí, el vocalista hace una labor totalmente prescindible, o dicho
en otras palabras, canta porque tiene un micro entre las manos, si tuviese una
podadora sería jardinero y se dedicaría a cortar el césped, y al grupo le
importaría un comino.
He de decir que hay momentos en que estos chicos te hace
soñar con que te van a sorprender con un tremendo temazo, pero al final todo se
queda en medias tintas o agua de borrajas. Y es que una y otra vez vuelven a
caer en los ritmos tan manidos y tan sobados a lo Exodus, un refrito de
proporciones bíblicas. Además, los temas que en principio podían prometer, con
algún riff guapo, se acaban haciendo demasiado plomizos de lo largo que son. En
serio, si te escuchas este disco varios días seguidos acabarás creyendo que el
vocalista forma parte de tu familia, porque a este no lo callan ni con bozal.
Soy de la opinión de que si acortasen los temas el disco ganaría enteros, pero
no es así y acaba cayendo como una losa.
Un disco para los que necesitan su dosis de thrash todos los
días, o los que llevan tatuado Exodus, Testament, Forbidden, etc etc en la
nuca, donde lo más destacado son los solos de guitarra, pero insuficiente para
que el metalero común, ya no digamos el underground que vive entre las sombras alimentándose
de deliciosos manjares.
Puntuación: 4/10
cuantos albumes de thrash.... y joder, el 90% de suenan todos iguales.
ResponderEliminarUn clon entre cientos de clones, más de lo mismo
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