En este sentido, se puede decir que el BCE de Draghi ha
cumplido con su objetivo de compra de deuda pública. Ahora bien, está por ver cómo
gestionan los diferentes gobiernos ese flotador de liquidez que ha puesto en
circulación la insitutición europea. El gobierno español, sin ir más lejos,
acumula un volumen de deuda de los más altos de Europa y la caída en el coste
del servicio de la deuda debería ayudar a reajustar ese volumen. Pero eso no es
algo nuevo, al contrario, lleva ocurriendo desde hace meses y el endeudamiento
público español no se ha reducido. Por qué? Pues muy posiblemente haya que
buscar motivaciones de carácter político y claramente electoralistas. Si hasta
ahora no se han hecho los recortes en el gasto innecesario que deberías haber
hecho cuando más apretado estabas, difícil será que con la cita electoral ya
casi encima el gobierno español se ponga a asumir recortes… Al contrario, su
actuación va más bien por la vía contraria. Nos venden que se sacan más ayudas
para crear empleo, para incentivar el carácter emprendedor, se aumenta
ostensiblemente la oferta de empleo público… Es decir, se hace justo lo
contrario a lo que se predica, una vez más. Recortes? Sí, son necesarios, con
sentido, pero que los haga otro…
Por eso, seguramente Mr. Draghi aproveche este punto que se
anota con los buenos resultados de su QE para recordarle a los países miembros
que es necesario profundizar en las reformas y blablabla. Ahora bien, de lo que
posiblemente no saque tanto pecho el italiano sea de la actual cotización del
euro, cercano ya a la paridad con el dólar. Claro que en esto, como en todo, se
pueden ver las dos caras de la moneda, o sea, la del exportador y la del importador.
Un euro débil favorece las exportaciones, ergo, los alemanes estarán
aplaudiendo con las orejas, y encarece las importaciones (petróleo, materias
primas…), ergo, los españolitos nos estaremos acordando de la madre de Draghi.
El saldo neto de ese juego bipolar dependerá de cada país y de eso sí que no se
le puede culpar a Draghi.
Dado la situación actual, lo que sí tendrá que aclarar
Draghi es cuánto tiempo va a mantener activo el programa o cuáles son sus
intenciones respecto al euro o el control de la inflación (deflación, sería más
correcto decir). En principio, el
programa tenía vigencia hasta septiembre del año que viene, pero dadas las
cifras actuales quizás eso sea demasiado tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario