De esta manera se ratifica la locura de este Giro 2015,
donde prácticamente no ha habido etapas intranscendentes, nadie ha dio de paseo
y cada etapa era una guerra. Contador ha sido el más fuerte, aunque haya tenido
su día malo, algo que suele ocurrir a casi todo el mundo en las grandes
vueltas. Quién puede estar a tope las tres semanas que dura la prueba?
Contador deja constancia de su clase y de su ambición. Quizás
ayer se cegó porque quería ganar la etapa y acabó pagando el esfuerzo. Pero dejando
eso aparte, hemos tenido ocasión de comprobar como es uno de los ciclistas más
completos del panorama actual. Se defiende bien en todos los terrenos, es quizás
lo más parecido al mítico Indurain que hemos tenido en España, aunque ambos
tienen estilos muy diferentes. Contador gusta de atacar en cualquier punto y
momento a sus rivales, mientras que el dios Indurain se reclinaba en su sillín
y esperaba que pasasen las etapas, de montaña o de lo que fuera, hasta que
llegase la contrarreloj, con eso le bastaba y con eso era feliz, no necesitaba
demostrar nada más.
Contador cumple su primer objetivo de la temporada, ahora le
queda el más difícil todavía, ganar el Tour, algo que sólo está al alcance de
muy pocos. Si lo consigue sería el año de gloria de este ciclista, algo difícilmente
repetible y un histórico sin discusión de todos los tiempos de este deporte,
aunque eso creo que ya se lo ha ganado, con o sin Tour.
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