Además, la NASA podría contar con nuevos amiguitos
interesados en montar allí un chalet. Es el caso de la empresa SpaceX, una
compañía aeroespacial a la que le gustaría establecer allí una colonia, a ser
posible sin Alien como mascota. Recordemos que esta no es la primera vez que se
habla de montar viveros humanos en Marte, la idea ya está más que estrenada,
como demuestra el proyecto Mars One, que ya he comentado, y que ya tiene gentes
de todos los países del mundo dispuestos a huir de la Tierra, sin posibilidad
de retorno, al menos a día de hoy.
De todas maneras, igual mucha de la peña que se apunta a
pasar allí unos años no lo sabe, pero Marte dista mucho de ser un paraíso
alienígena. Es necesario que se realicen muchas adaptaciones y obras de
ingeniería para que pueda ser habitable por un sujeto de la raza humana. Es
decir, el principal problema no reside en mandar a la peña al planeta sino en
conseguir que una vez allí no caigan como moscas en cuestión de minutos o días.
Y al parecer, la tecnología necesaria para ello todavía está lejos de ser
perfeccionada.
Entre los principales escollos a salvar para hacer posible
la vida en Marte nos encontramos:
1) El “amartizaje”. Aunque parezca cuestión menor, realizarlo
con seguridad todavía no está garantizado. El aire es cien veces menos denso
que en la Tierra, con lo que cualquier objeto que entre pillará una velocidad
endiablada. Ahora mismo se manejan los cutres paracaídas para evitar el
hostión, pero cualquiera se confía con esa tecnología, así como la resistencia
aerodinámica.
2)
La cantidad de material que hay que llevar. Esto
hace que se necesiten grandes naves de carga, que permitan desplazar entre 20 y
30 toneladas de cacharros y productos básicos. Ésto dificulta todavía más el
punto anterior.
3)
El clima de Marte. Temperaturas medias de -60º
C, que pueden variar dependiendo de la latitud, desde los 30º hasta los -175º C
en los polos. Vaya, que hace un poco de frío y hay que salir abrigado si se
quiere dar uno un garbeo por la superficie de Marte. Los trajes de astronauta
son de uso obligatorio en estas condiciones extremas, adiós a la moda
primavera-verano...
4)
No hay comida en Marte. Así de simple, chachos.
Hora de llamar al Mercamona! Bueno, o montarnos nuestra propia granja de alguna
manera... Eso sí, como una plaga de insectos alienígenas ataque nuestra cosecha
nos podemos dar por bien jodidos...
5)
Oxígeno y CO2. No tenemos CO2 en Marte, mientras
que aquí nos estamos asfixiando con el CO2, así son las cosas. Y el CO2 es
necesario para las plantas. Por otro lado, un exceso de oxígeno nos puede volver tarumbas, o peor aún, los expertos dicen que nos puede llegar a hacer
explotar de manera espontánea, como si fuéramos petardos! De nuevo, la tecnología
para solventar estos problemas todavía está por pulir.
Todas ellas son importantes dificultades, pero no me cabe
duda de que con el tiempo se vencerán. Cuánto tiempo? Ni idea, es posible que
nosotros no lo veamos, quizás las estimaciones de desembarcar en 2030 sean
demasiado optimistas, o quizás no. A veces el conocimiento humano avanza a
grandes saltos, más que paso a paso. Toda una aventura.
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