01. Intro
02. Vengeance Be My Guide
03. Crucifixation
04. Unoriginal Sin
05. The Dark One
06. My Anger Personified
07. Irot
08. My Demise
Este es el segundo album de estos británicos, poco conocidos
por estos lares, creo, y de los que no hay mucha información por la red.
Después de una intro bastante lúgubre, que hace presagiar un
metal cargado de ambientación y rollo doom, nos encontramos con un tema de
heavy metal de lo más convencional para abrir el disco, lo que nos deja claro
que las intro son un adorno que se puso de moda hace mucho tiempo pero que, en
la mayoría de los casos, poco tiene que ver con lo que viene después.
Vengeance Be My Guide es un tema de heavy metal a media
velocidad, ritmos clásicos buena producción, ciertamente. Voz melódica y
clara, con solos también melódicos, típicos de metal ochentero. Revival metal
por los cuatro costados. No está mal, pero me deja un poco frío.
Crucifixation sigue en la línea del tema anterior, es decir,
sonido claro y cristalino, muy melódico, pero para mi gusto demasiado blando.
Aunque el vocalista trata de endurecer o ensombrecer la voz por momentos, la
verdad es que tiene una voz demasiado fina, más dada a la melodía que a los
sonidos desgarrados. A las guitarras y al bajo le falta contundencia, todo
suena demasiado light. Los solos ponen la guinda a este cremoso y excesivamente
diluído pastel.
Con Unoriginal Sin nos adentramos incluso un poco en el
terreno del progresivo, pero sigue faltando contundencia, a pesar de que le
meten más groove al bajo y engordan las voces con coros. El tema sigue adoleciendo
de gancho y de fuerza, no es malo técnicamente pero le falta algo, eso que únicamente te puede dar el feeling, la magia, y que aquí brilla por su ausencia.
The Dark One es un tema extralargo, con casi 9 minutos de
duración, que se nos pueden hacer largos como un día sin pan. Y es que seguimos
en la misma línea con un vocalista que no convence, que no te atrapa y
composiciones carentes de fuerza. No es que los tipos no te hagan variaciones
en cada tema, pero es como si fuese un collage de sonidos que acaban por tener
muy poco sentido o muy poco atractivo, es decir, composiciones tediosas, aparte
de que el sonido es blandito y muy comercial. Un sufrimiento de tema, donde lo único
salvable son un par de arreglos de guitarra y un solo.
My Anger Personified se puede decir que es un tema más de
hard rock que de puro heavy metal, que no aporta prácticamente nada más que
nuevas dosis de aburrimiento. De nuevo, los solos son aceptables, pero no es
suficiente para salvar el tema.
Irot empieza con unos acordes un tanto épicos y
prometedores, que nos hacen pensar que quizás este sea el camino que debería
haber tomado la banda desde un principio. A continuación tenemos un buen cambio
de ritmo y riffs bastante interesantes. Pero el efecto se va diluyendo desde
que el cenizo del micro hace acto de presencia, sin duda, en mi opinión, una
auténtica plaga para el sonido del grupo, te baja totalmente la paletilla, que
tipo más soso por dios... Un tema que instrumentalmente posiblemente sea el mejor
del disco, con bastante clase, pero que el vocalista y la producción demasiado
limpia que le han dado al disco acaban por arruinar.
El disco termina con My Demise, que no aporta nada nuevo,
sino la constatación de que el sonido comercial que le han metido al disco
apesta. Chicos, necesitáis una buena dosis de red bull a ver si os entra un
poco de mala leche, porque esto parecen canciones de cuna para imberbes del
metal, bufff.
En resumen, un grupo que parece tener tablas para dar mucho
más de sí, pero que se queda en uno del montón por la falta de contundencia en
el sonido, los temas se hacen demasiado light y sin fuerza. En parte por el
fiasco de sonido que le meten y en buena parte porque el vocalista es un sin
sangre, un tipo con horchata en las venas que acaba quitándote las ganas de
darle otra oportunidad al disco.
Puntuación: 3,5/10
que mal lo pones, aún así habrá que darle un oportunidad.
ResponderEliminarPara gustos, colores. Para mi son demasiado blanditos.
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