Según la revista, en 2013 y 2014 los niveles de
contaminación en las grandes ciudades chinas han caído de manera significativa,
datos que respalda también Greenpeace. Esta tendencia ha continuado en el
primer cuatrimestre de 2015, con caídas alrededor del 25% en algunos de los
indicadores de emisiones, lo que hace que ahora el cielo de Pekin o Shanghai se
vea más claro, eso dicen, en lugar del hongo de contaminación que tienen permanentemente
sobre sus cabezas.
Realmente, lo que está ocurriendo en China es que por fin se
están concienciando de la necesidad de poner límites a la contaminación, de
reducir emisiones y de cuidar un poco del planeta, y la salud de su pueblo también, aunque sólo sea porque
piensen en la cantidad de porquería con la que conviven diariamente. Llegan
tarde a este asunto, cuando la mayoría de los países de la OCDE llevan años
implementando, aunque sea de manera timorata, medidas anticontaminación. Pero
lo bueno, y malo, de los chinos es que todo lo hacen a lo bestia, con lo que si
ahora se les ha metido entre ceja y ceja que hay que apostar por una industria
más ecológica es muy probable que se viva un auge de la economía verde en el
país, con inversiones y cifras mareantes. Business y medioambiente unidos de la
mano.
Uno de los principales contaminantes en china son las
plantas de carbón, una energía de uso masivo en el país que incluso se encuentra inmersa y
nada camuflada en medio de los núcleos urbanos. Según los datos publicados, el
90% de las plantas de carbón ya está bajo controles de emisión y en 2020 se
espera que estén al mismo nivel que EEUU y Europa. Bueno, como todo lo que
viene del gigante asiático, hay que someter este tema a un filtro, habrá una
parte de propaganda, pero lo cierto es que si como parece los chinos se han
puesto por fin a cuidar el tema medioambiental
el mundo puede haber dado un gran paso hacia su salvación, o al menos a
mejorar su calidad de vida a corto plazo. Y, quién sabe, quizás los americanos vayan detrás.
si piensan los chinos en mirar por el medio ambiente, es que hay dinero en ese negocio detrás.
ResponderEliminarA manos llenas, seguro.
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