1.The Son of Vindsvalr
02:15
2.Midsommarblot 05:02
3.Nattramn 05:37
4.The Dance of the Elves
06:37
5.Dark Waters 08:59
6.Across the Giant's Blood 05:50
7.The Nemesis of Frej
08:02
Mikael Bass, Vocals
(backing)
Mats Vocals,
Guitars, Keyboards
Ragnar Vocals, Guitars
Tord Drums,
Keyboards
Los componentes de esta banda sueca no son unos recién
llegados, ya llevan muchos años en estas lides y este es el quinto disco de la
banda. Los que entienden de este metal subterráneo, cavernícola, de sombras y
espíritus huidizos (léase Gerhard y el Comentamierda, por ejemplo), aseguran
que sus mejores entregas son sus dos primeros discos. No lo discutiré, pues no
tengo conocimientos para juzgar tal cosa, pero lo que haré es centrarme en la
ejecución de este album. Y chachos, es un album que vale mucho la pena, y lo
dice un clasicómano incurable como yo, pero hay que tener la mente lo
suficientemente abierta para reconocer cuando tienes una gran obra delante de
tus mismas narices.
Qué nos ofrecen estos Ereb Altor? Sobre todo sensaciones, de
esas que te transportan lejos de la rutina diaria. Ahí es nada. El primer tema
es una mezcla entre doom y black, con mucha atmósfera, si con esto no sueñas
mejor que te pellizques no sea que ya estés en el Valhalla.
Después de Midsommarblot
llega Nattramn, la canción que da título al disco. Comienza como acabó la
anterior, con una carga muy doom, para dejar paso ya a ritmos más black, voces
guturales al uso y teclados de ambientación, muy típicos del rollo. Base rítmica
cañera y potente, estos tipos saben lo que se hacen y como ponernos en tensión.
Pero no se quedan en lo básico, sus fronteras son muy amplias y son capaces de
ofrecernos solos limpios de guitarra muy emotivos y ritmos frenéticos de guerra y destrucción.
Como decía, tocan muchos palos y no falta, sin duda, el
viking metal, esos sonidos nórdicos, esos ritmos de batalla, esa épica que
reflejan tan bien en sus composiciones. Excelentes coros, nada que ver con las
poses gay de los Bling Guardian y sarasadas al uso, esto es metal de alto
octanaje, con actitud y calidad. Excelente ejecución vocal, tanto individual
como en los coros que completa la perfecta ambientación de este disco. Un claro
ejemplo es The Dance of the Elves, un tema de esos de poner la piel de gallina,
se podría incluso catalogar como música étnica, del norte claro, de esa que
expresa una forma de vivir y de morir.
No saldrán del under, pero benditos y afortunados los que
los conocemos y podemos disfrutar de su calidad y sus dotes creativas.
sabían que te la pondrían morcillona, rollito bathory, rollito incluso visigoth, molan.
ResponderEliminarBuenas recomendaciones, palabra del comentador, acierto seguro.
ResponderEliminarTe estás acercando a la senda oscura, vpower, dentro de poco ya te veo picoteando en Rotting Christ hahah.
ResponderEliminarJajajajaja tanto larga de que os ibais a tatuar el nombre Kiske en el hombre y al final seré yo el que descienda a las cavernas... tengo que empezar a darle caña al sweetpower que me estoy dejando ir.
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