Este tipo de teorías o de conclusiones, porque tampoco
cabría hablar de una teoría refutada o probada, hay que tomarlas con pinzas y
mascarilla de oxígeno, porque es muy fácil pìllar unos datos y darles las
vueltas que sean necesarios para que digan lo que al investgador le interesa.
Vamos a ver. La máxima es que la subida de los impuestos a las
rentas altas se corresponde en la mayoría de los casos con una decrecimiento
económico. Lo que no dice el informe es que es muy posible que cuando se le ha
subido los impuestos a las rentas altas también se le haya subido a las rentas
bajas o medias, como en el caso de España que antes comentaba. Por tanto, se
diluye el efecto expuesto.
Además, se trata de correlacionar la subida de impuestos a
rentas altas con decrecimiento económico, como si fuese la fuerza motriz de ese
ciclo. Se pone, posiblemente, el carro antes que los bueyes. El decrecimiento
ya estaba ahí antes de que se subiesen los impuestos, es posible, y muy
probable, que la subida de impuestos, en general, haya exacerbado el
decrecimiento económico. Pero lo mismo que lo han hecho otras muchas circunstancias,
como las políticas de austeridad de los gobiernos, las crisis de endeudamiento,
el paro de larga duración, la caída de la inversión, etc, etc. Por tanto, la
argumentación que nos ofrece el citado economista dista mucho de ser brillante
y es casi más un razonamiento de perogrullo: decrecemos, subimos impuestos a
los más ricos y seguimos decreciendo, qué curioso!
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