01. Anthem ~Then King Of Metalslime
02. Fight!
03. Kung Fu Metal
04. Gods And Death
05. No Money No Life
06. Metal Maniac
07. Crazy Star
08. Yakisoba Saburoh
09. The King Of Metal Slime
Desconozco quien está detrás de este producto, sólo sé que
son japoneses, me los topé por ahí y les di una escucha, pero en Internet
apenas hay información sobre el grupo, al menos de momento.
El primer corte es simplemente una intro, con ruido de
maquinitas de juegos recreativos, típico rollo friki japonés, se la podían
haber ahorrado porque no tiene absolutamente nada.
Pero por lo que viene a continuación se ve que la intro si
tenía algo que ver en la naturaleza del disco, ya que la producción va muy en
ese sentido, con sonidos electrónicos de por medio y unas guitarras que suenan
mucho a sintetizador. Por haceros una idea la producción de las guitarras va muy
en el sentido de las que tenían los Annihiltor en su disco Waking the Fury y
que les sirvió para cosechar tantas críticas. A mi personalmente me gusta ese
sonido de guitarras, siempre y cuando realicen buenos riffs y solos, no tiene
poque ser algo malo en sí mismo.
La base rítmica suena maquinera por los cuatro costados,
mayormente a doble bombo constante. Es como si pillases a unos Dragonforce y
les metieses un par de litronas en el coleto, así de golpe.
El problema de estos japoneses no es sólo que estén todo el
rato metiendo ruiditos electrónicos por todos lados, que la batería sea una
birria y que el tipo cante como el culo. El problema no es solo que los riffs
sean simples como esponjas y los solos escasos, aunque es de lo más normal del
disco, por lo menos suenan limpios. El principal problema del disco es que las
canciones son demasiado esotéricas, no tienen ni pies ni cabeza, tratan de hacer un remix entre Heavy y Thrash con sonidos muy modernos, y al final sale una...cosa, algo a caballo entre el techno y un karaoke con temas heavys...
Como decía el único momento salvable de los temas son los
solos de guitarra, no están mal, al menos en medio de la anarquía reinante en
toda la composición. Pero hay temas como el de Kung Fu Metal donde solo les
falta hacer la dedicatoria a Randy Rhoads.
En fin, que después de tres o cuatro temas lo normal es que
tengas la cabeza como un bombo, con la batería a todo trapo, los sonidos
maquineros de por medio, la pésima forma de cantar del tipo, en modo nipón las
24 horas... Sin duda este es un producto para el mercado japonés y para cuatro
frikis más, porque esto en Europa no se come ni un garbanzo. Metal del futuro?
Quizás..., pero a mi no me veréis en esas tierras.
Puntuación: 2,5/10
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