1.Water of fortune
2.Ridin’ tonight
3.Scream my name
4.My sweet piano
5.Whispers from my soul
6.Rock n’ roll
Alex Ríos – drums
Abarca – bass
Ángel – keys
Rafa - vocals
Tenemos aquí a una banda madrileña formada en 2013 y que a
finales del año pasado presentaron su primera grabación, seis buenos temas que
se mueven entre el hard rock y el hard heavy, siempre con un regusto clásico y setentero
incluso.
Hay varios elementos que destacaría en el grupo y que hace
que su propuesta sea interesante y muy prometedora de cara al futuro. En primer
lugar, el peso de los teclados es constante a lo largo de todo el album, con
mucho gusto y acierto. Encontraremos desde los típicos teclados Hammond
purplelianos como en el primer tema, Water
of fortune, hasta otros más modernos pero que nunca dejan de sonar clásicos.
Es más, me atrevo a decir que la música de estos Stonebeat no se entendería sin
el entramado, sin la base, que los teclados ponen en todos y cada uno de los
temas.
En segundo lugar, las guitarras suenan muy bien, un perfecto
acompañamiento al papel protagonista de los teclados, aunque ellos no pierden
la esencia del rock y el solo guitarrero o su momento estelar no ha de faltar
en casi cada tema. Estos son a mi humilde entender los dos grandes puntos de
apoyo de los madrileños Stonebeat.
Después del primer tema que tenía unos aires Purple y muy
setenteros, nos encontramos con Ridin’ tonight,
uno de los temas más cañeros del EP, con un ritmo muy vivo. Eso sí, no te
esperes un sonido heavy, en todo caso un hard heavy muy clásico. He leído por
ahí algunas reseñas que hablan incluso de un sonido a lo Metallica..., por
favor, no puede haber mayor desatino que ese, menos mal que no los compararon
con el thrash bay area... Para nada, es cierto que tienen su lado comercial,
pero nunca suenan ni a como eran los Metallica de los 80 ni al bodrio que son
los Metallica de hoy en día. Por contra, lo suyo son las referencias del hard
rock clásico, toma unos Purple, Thin Lizzy, unos Whitesnake de sus primeros
años, unos Rush, pero nunca un sonido heavy 100%. Tampoco le veo por ningún
lado el sonido Sabbath que otros le atribuyen, aquí las guitarras nunca son tan
sombrías ni pesadas y los teclados son más alegres y adquieren un papel
protagonista. Pero en fin, cada uno escribe lo que quiera, y muchos escriben sin
escuchar siquiera el disco.
Scream my name es
otro tema movidito donde lo que más destacaría es el buen duelo entre teclado y
guitarra, culminado con un buen solo a las seis cuerdas. My sweet piano tiene un título que de por sí resume el ambiente de
la canción y deja claro quien lleva la batuta en este grupo. Los teclados son
absolutamente predominantes, pero hay que decir también que van tejiendo los
temas a fuego lento, añadiendo nuevos componentes, ritmos y riffs,
evolucionando siempre a lo largo del tema. Otro punto más a su favor.
Whispers from my soul
es una balada, donde los teclados tienen un papel absolutamente dominante desde
el principio, bien apoyados por la guitarra. Quizás lo que menos me convence
del grupo es la labor vocal, no es que estemos ante un mal cantante pero echo
en falta más garra y una voz más raspada o rota en ciertas partes de los temas
que le meta intensidad a las canciones. Pero es que con un sonido tan clásico
es inevitable pensar en un Glen Hughes, un Coverdale o un Lynn Turner.
Se cierra el disco con Rock
n’ roll, un tema tope Thin Lizzy. En fin, que las referencias no pueden ser
mejores, Purple, Blue Oyster Cult, Thin Lizzy, Whitesnake, The Cult... Buenos
mimbres y buenas composiciones, un grupo que puede darnos muchas alegrías en el
futuro a todos los clasicómanos.
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