1.Hammer Damage
2.Chaco Canyon (Sun Dagger)
3.Cry Havoc
4.Eulogy for a Warrior
5.Knights
6.Hellas
7.Caligula
8.Era of Crisis
9.A.F.U.
Kevin Goocher - Vocals
Kenny Powell - Guitars
Andy Haas - Bass
Steve Wittig - Drums
La leyenda de los Omen se forjó en base a tres discos
poderosos como el trueno, los tres primeros de su carrera, de los cuales yo
destacaría su brutal debut, el inmortal y todo poderoso Battle Cry, uno de esos
discos que todo metalero que se precie debería tener. Después de eso la carrera
de la banda ha ido por derroteros más o menos complicados e irregulares, pero
siempre han estado ahí como uno de los grandes del under, junto a nombres
ilustres como Cirith Ungol o Manilla Road, es decir, una banda de culto con mayúsculas.
Hacía mucho tiempo que no entraban en el estudio para
grabar, su último disco era “Eternal Black Down” de 2003. Es decir, han tenido
que pasar 13 años, en los que la banda ha estado girando, pero sin publicar
material nuevo. Por eso, este “Hammer Damage” es sin duda uno de los discos más
esperados del año. Y la espera ha valido la pena. Se publicará el 27 de mayo a
través de Pure Steel Records, pero nosotros hemos tenido la suerte de haberlo
escuchado ya y os damos nuestra opinión acerca del mismo.
Arrancamos con Hammer
Damage, un inicio de los más épico en las guitarras y la voz rasposa de Kevin
Goocher, vocalista que ya lleva muchos años con la banda y que tuvo que
afrontar la ardua labor de suplir la memoria y el poderío vocal del gran Kimball.
Y consigue hacer una labor estelar, de campanillas, con garra y con buen vozarrón,
se ajusta plenamente al sonido de la banda. Este es un tema que suena clásico,
ochentero desde el principio, poderoso y fresco. Es un tema que destila épica,
acentuada por los coros, ya apunta la dirección que llevará el disco de
principio a fin, ritmos de heavy power usa. Ojo al detalle de los riffs,
realmente deliciosos y como preparan el primer solo y luego el segundo. Kenny Powell,
miembro original de la banda, está de sombrero, menudo trabajo que se marca a
lo largo de todo el disco. Temazo!
Después de ese espectacular comienzo uno puede esperar que
aflojen un poco, pero nada de eso, el inicio de Chaco Canyon es brillante. Guitarras encabritadas y luego un medio
tiempo, tema más cargado de épica que el anterior y que nos retrotrae a los
tiempos del Warning of Danger, un heavy tribal, de riffs primitivos. Goocher
sigue haciendo de las suyas, no es Kimball pero hace un trabajo soberbio. Y la
guinda al pastel la pone el punteo de Powel, gustándose en pleno delirio true
metal.
Cry Havoc se
inicia a golpe de bajo y batería a los que luego se une un riff ochentero
sacado de las cavernas californianas. Siguen cultivando a base de bien el
sonido que nos ofrecían en sus dos primeros discos. Y es que escuchando este
disco te das cuenta de que las huestes de Powell han querido volver a sus raíces
y lo logran de forma muy natural, nada forzada. Este es un tema en el que aprietan
el acelerador y Kevin usa una voz más heavy y repleta de actitud. Otro solo
para enmarcar, Powell está sembrado a lo largo de todo el disco. Los estribillos
también están muy logrados, adictivos como pocos, otra de las señas de
identidad de los primeros Omen.
Eulogy for a Warrior
arranca con acústicas, es una mezcla entre balada epic metal y medio tiempo. Los
Omen siempre se caracterizaron por moverse bien en todos los terrenos, tanto
los ritmos lentos como los medios tiempos o los temas más power. Un tema con
mucho feeling y un solo añejo y old school.
Si eres un viejo fan de la banda a estas alturas ya habrás
agorado medio paquete de klinex, es imposible controlar las emociones que
genera este tremendo disco. Si descubres a los Omen con este disco considérate
afortunado porque tienes todavía grandes cosas que escuchar de ellos. Knights se inicia con guitarras
dobladas y un ritmo que nos mantiene en vilo, la voz desgarrada. Es un medio
tiempo para desgustar con un cuerno de hidromiel en la mano, echando cuernos y
levantando el escudo, coros vikingos, ritmos de batalla, la locura desatada. El
cambio de ritmo para meter un solo descomunal es sencillamente magistral, te
creerás en el Valhalla. Sonido clásico y fin del tema en modo apoteosis total.
Otro temazo para enmarcar.
Hellas. Con este
título te puedes ya imaginar lo que se te viene encima... Arranca con acústicas,
un inicio muy a lo Maiden de los 80. Pero enseguida se meten en faena con unos
riffs que te capturan sin remedio. Y es que la estructura de todos los temas es
en base a uno o dos riffs magistrales sobre los que se van acoplando los demás
elementos. O dicho en otras palabras, el que llevaba el cetro es el señor
Powell, él hace y deshace a su antojo y los demás le siguen como buenos y
ejemplares soldados. En este tema meten una bajada de ritmo, para lanzar un
discurso breve, es un tema con mucha épica en las voces, con muy buenos coros,
y la salida con la guitarra punteando es de sombrero. Un tema que en directo
tiene que hacer las delicias del personal.
Caligula tiene un
inicio con unas guitarras power Usa total, para luego frenar el tema y meter un
ritmo guitarrero con sabor setentero que me recuerda a los Cirith Ungol. Un
tema old school típico de los inicios de la banda, con el contraste entre el
medio tiempo y las aceleraciones. Es un tema con una pegada terrible, podría
encajar perfectamente en el Warning of Danger, la parada con el riffeo épico es
el momento estelar del tema. Temazo!
Lamentablemente, nos vamos acercando al final, es de esos
discos que desearías que no se acabase nunca, pero nos queda el consuelo de que
en nuestro reproductor de cds hay una tecla que pone play. Era of Crisis es otro medio tiempo dominado por las guitarras,
solos por un tubo y una parte ambiental que le da otro enfoque al tema, lo dota
de otro sentido y transcendencia. Te das cuenta de que en este disco Powell se
disfraza de Dios, así de simple.
Y los Omen rematan la faena a lo grande, con algo que también
gustaban de hacer, un tema instrumental. El comienzo con sonido de truenos es
un aviso, el cambio de ritmo y las guitarras que meten a continuación es también
uno de los momentos estelares de este señor disco. Otro tema para el lucimiento
de Powell, pero siempre diviertiendo al personal, que eso es lo bueno.
En definitiva, los Omen recuperan su legado, se visten con
taparrabos y se pintan la cara, desentierran el hacha de guerra, agarran el
martillo y hacen sonar los cuernos de batalla. A su paso solo dejan desolación,
destrucción y su estandarte luciendo orgulloso en lo alto. Omen ha vuelto.
Puntuación: 9,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario