1.Intro
2.God is God
3.Soul Reaver
4.Night Angel
5.When the Demons Awake
6.Dawn of War
7.Interludio
8.Son of Antares
9.Black Flames
10.Shadows in Darkness
11.The Last Lights of a Dying Universe
Mike Vera – Voz
Rubén Vera – Guitarra
Alberto Baeza – Guitarra
Héctor Cobo – Bajo
Daniel García – Batería
De vez en cuando te llevas sorpresas cuando menos te lo
esperas escuchando nuevas bandas. Y de vez en cuando te quedas con la mandíbula
desencajada escuchando a bandas emergentes como es el caso de estos madrileños.
Lo iré desgranando a lo largo de toda la reseña, pero lo digo desde ya, es para
mi el mejor disco de Metal nacional en lo que va de 2016, y de largo. El futuro
para ellos no puede ser más claro y diáfano, o al menos debería ser así, si es
que en esto de la música hubiese algo parecido a la lógica, algo que todos
sabemos que no existe.
Primero las presentaciones. Como decía, son una banda de
Madrid, hasta ahora habían editado una demo y un EP, que habían distribuído
digitalmente. Su estilo es una fusón de estilos, básicamente entre death
melódico y progresivo, aunque con poso heavy también. Hasta aquí nada raro, el
metal collage es lo que se lleva hoy en día. Pero el asunto es que estos Helix
Nebula hacen su mezcla particular con un gusto exquisito. Nos vamos a encontrar
temas con pegada, pero también con melodía y con mucha técnica, temas que, creo
que esto es lo más importante, te enganchan desde la primera escucha, sin
resultar comerciales pero sin caer en el progresivo corrosivo, el punto de
cocción ideal.
Después de una breve intro de corte futurista, que podría
formar parte perfectamente de esa obra maestra que es Blade Runner, nos metemos
de lleno en el disco con un pedazo tema: God
is God. Curiosamente, es el tema claramente más comercial de todo el disco,
dentro de lo que es el sonido de la banda, pero es el típico tema que te atrapa
y se te queda, con unas melodías pegadizas a más no poder. El inicio es una
perfecta continuación de la intro, guitarras con melodía y rever, para ir
metiendo su death melócio poco a poco. No faltan tampoco los arreglos en clave
progresiva, pero es sobre todo un tema que destaca por sus tremendas guitarras
melódicas, que vuelven a hacer acto de presencia al final del tema en una especie
de outro. Es el tema que cualquier banda escogería como single, porque tiene un
tirón brutal y no en vano han sacado un lyric video del mismo (que ya os hemos
puesto en la web). Es un gran tema, pero no es el mejor, porque eso aún está
por llegar.
Soul Reaver se
inicia con un riff muy progresivo, ritmos alegres y el contraste con la voz
gutural, pero no gorrina, sino clara, pulcra y muy sólida de Mike Vera. Quiero
hacer un pequeño inciso para destacar la labor del vocalista. Su labor está muy
clara, siempre con esa voz gutural pero no rota ni muy sucia, da consistencia
al trabajo, nunca le verás soltando agudos ni apenas gritos descarriados, y sin
embargo dota a los temas de una gran fuerza, tiene su propia personalidad, y
eso, amigos, es muy complicado de conseguir. De nuevo, la fusión de estilos es
soberbia, el despliegue guitarrero brutal, la evolución en los ritmos más que
convincente y lo bueno es que todo esto lo logran haciendo temas muy adictivos.
Al contrario que muchas bandas de metal progresivo estos Helix Nebula buscan
sobre todo el efectismo, el conquistar más que el lucimiento, y lo logran.
Night Angel tira
más hacia el death sueco. Es de esos temas, que si cierras los ojos pensarías
que estás escuchando a una banda de death nórdica, muy clásica. Combina
oscuridad y melodías, con momentos mágicos a lo Edge of Sanity. Mezla de riffs
melódicos con distorsión, base rítmica demoledora. Y ojo al solo de este tema
que es de esos que te hacen caer de rodillas. Sí señores, esta gente sabe como
reunir lo mejor de los dos mundos, del progresivo y del death melódico.
When the Demons Awake
se inicia con un riff oscuro al que le sigue otro speedico, mientras se
mantiene el ritmo. Luego abordan ya ritmos de death, unos a media velocidad y
otros acelerando. Parada true metalera y melodías a lo Amon Amarth más épico.
La segunda parte del tema es mucho más experimental, y los solos respiran
melodía y transportan a otra dimensión. Brutal.
Dawn of War es en
mi opinión uno de los mejores cortes del disco. Se incia con una voz femenina
en solitario y el ulular del viento en el fondo. Luego ritmos progresivos y
después un speed death metal realmente trepidante. Ojo al señor que está
sentando a la batería, y las melodías de las guitarras son realmente portentosas,
me recuerdan a los americanos Vänlade, maestros en el arte del riffeo melódico.
Aparece de nueva la voz femenina, así como un riff de rollo nwobhm y solo
posterior a tope de power Usa. Estos chicos hacen fácil lo difícil y accesible
la música, disfrutable. Temazo absoluto.
Interludio, como
su propio nombre indica, es un breve pasaje instrumental que da paso a Son of Antares, que tiene un amago de
guitarras a lo bay area y otros en clave doom. Cuando creías que lo habías
visto todo, te hacen un cambio de ritmo y duermen el tema a base de una
atmósfera muy doom. Pero sus temas son todo lo contrario de simples, y hay
tiempo también para las melodías, las acústicas y el power melódico en las
guitarras realmente pegadizas.
Nos vamos acercando al final con Black Flames, mezcla de guitarras progresivas y heavy melódicas,
recuperando por momentos el punto vikingo en el tema. Es un tema más contenido
pero tiene por momentos esas arrancadas geniales a lo Symphony X y la sicodelia
de los actuales Holocaust. Tiran más del groove en este tema y resulta un corte
de lo más atmosférico, otro gran tema.
Shadows in Darkness
tiene un arranque doom death, pero después de dos minutos te mente un cambio de
ritmo de heavy con mucha melodía y death melódico. El alubión de riffs es
abrumador, el solo de gran nivel y el final del tema muy sinfónico, apoteósico.
Se cierra este soberbio disco con el tema más largo del
mismo y el que le da título. Que curiosamente para mi es el que menos me ha
gustado. Quizás me resulta demasiado largo, aunque es una especie de compendio
de todo lo que hemos escuchado hasta ahora.
En definitiva, como decía al principio, no tengo dudas de
que estamos ante el mejor disco de metal nacional en lo que va de año y una de
las bandas españolas con más futuro. Me ha traído a la memoria aquel enorme
disco de los Ark, el Burn the Sun, no porque el estilo sea especialmente
similar, sino porque es de esos discos que te deja totalmente cautivado,
desarmado e indefenso ante su pegada, su adictividad, su elegancia y su
maginificencia. Si la justicia existe en esto del Metal, los Helix Nebula
deberían comérselo todo con este disco, tanto a nivel nacional como
internacional, sin fronteras. Solo le veo un problema a este disco y es que si han
puesto el listón tan alto no se van a inventarse en la segunda entrega...
Mientras tanto disfrutemos de esta joya.
Puntuación: 9,25/10
grande vcosmos
ResponderEliminarSi lo puedes imaginar, lo puedes hacer
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