1.Anthem for Freedom
2.Truth
3.The Bargain of Lost Souls
4.Dreamstate
5.Awakened by the Light (Universal Mind)
6.A World That Burns
7.Seven
8.The Jaguar Priest
9.The Force of Our Creation
10.Xibalba
Alex Landenburg - Drums
Michael Alexander - Guitars
Henrik Båth - Vocals
Elina Laivera -
Vocals
Hete aquí uno de esos proyectos que, de principio, a mi ya
me echan para atrás o me ponen sobreaviso. Cuanto te hablan de una superbanda se
pueden dar dos casos: 1) que efectivamente sea una superbanda y 2) que lo que
llaman superbanda se reduzca básicamente a la reunión o aparición estelar de
varios artistas, dosificados o con cuentagotas. En cualquier de los casos, ello
no garantiza la calidad del producto, tampoco tiene porque restar, pero si nos
ceñimos a la historia, los casos de las llamadas superbandas que hayan
conseguido grandes discos se cuentan con los dedos de las manos, y una la
utlizo para tomarme una birra, así que sólo me queda la otra libre. Estos UMP
es un claro ejemplo de ello y del segundo caso comentado.
Se trata de un cuarteto, pero oh, qué curioso!, cuando te lo
venden te dicen que aparecen Nils Rue
(Pagan’s Mind), Mark Jansen (Epica) o Mike Lepond (Symphony X). Y claro, a
alguno ya se le hace la boca agua. Pero yendo al grano, el grueso de las
canciones están compuestas por los cuatro mienmrbos de la banda y el perfil que
se gastan es sumamente comercial y, lo que es peor, sin un sonido definido. No son
malo músicos, pero el problema es que se dedican a dar palos de ciego durante
todo el trabajo. Se trata de un producto diseñado en el laboratorio, es decir,
en los estudios de producción o los sellos discográficos, sin potencia, sin
sentimiento ni pegada, es como tomarte una gominola y pensar que te has tomado
un chuletón de ternera gallega. Si te lo quieres creer, adelante, si lo
disfrutas, pues también.
Anthem for Freedom
tiene un título tan pomposo que ya da miedo. Realmente de himno no tiene nada,
al contrario, es un pestiño de canción, de lo peor del disco, que ya es malo de
por sí. Power melódico del montón, de voz feminana ultrapop, con contraste de
voz supermasculina imitación de gurutal, no sabría decir cuál de ellas suena
más ridícula. Lo único salvable el solo del tema, o solos, porque tenemos de
guitarra y teclados. Por cierto, otro punto negativo, porque en todos los
puñeteros temas te hacen el consabido duelo guitarra/teclado y acaba uno hasta
las narices de lo previsible que resulta, además de que siempre parece que te
tocan el mismo. Ên fin, primer corte realmente deprimente.
Truth es power
sinfónico con ritmo a piñón fijo, juego de 3 voces supercomericales, aunque en
este tema tratan de darle más fuerza metiendo groove, pero en esencia esto es
fast food, música para gente en edad de dar el estirón, a un tipo que lleva la
mochila llena esto le tiene que suenar pueril a más no poder.
The Bargain of Lost
Souls es un medio tiempo algo más consistente, variando entre el power, el
progresivo y el sinfónico, otra constante a lo largo de todo el álbum, y otro
problema. Sí, porque es como si quisieran demostrar a cada rato que son tan
buenos que pueden moverse en todos los estilos que les apeteazca. Lo que
acontece es que el tema acaba por no tener sentido alguno, son piezas sueltas
que forman un todo ruinoso. En Dreamstate
ocurre lo mismo, un pupurri de cosas que no me dice absolutamente nada, una
balada supercomercial sin calado ninguno.
Awakened by the Light
se mueve en el power neoclásico, metiendo múltiples paradas, demasiadas, acaban
cortando totalmente el ritmo, es lo que pasa cuando te quieres ir de progresivo
porque toca. Con A World That Burns caemos
en el tedio más absoluto, una balada a base de piano y voz femenina popera, la
siesta está garantizada, adiós insomnio.
Seven es un tema
de inicio lento pero luego se adentran en el terreno del power. Al menos es uno
de los pocos temas en los que saben a lo que juegan, buena voz masculina, esta
vez sin imposturas infantiles, y aunque el corte no es nada especial sí que
tiene criterio. The Jaguar Priest
son casi 9 minutos de circunloquio power progresivo, sin tensión, sin pegada,
de encefalograma plana, aburre a las ovejas.
The Force of Our
Creation empieza a lo power progresivo y luego deriva hacia una especie de
banda sonora del Titanic de Cameron & DiCaprio, música con acné y
espinillas. Afortunadamente el sufrimiento se acaba ya con Xibalba, un power a lo Nightwish, de cero originalidad y muy
repetitvo.
En fin, que si tuviese 15 añitos posiblemente este disco
estaría en mi mesilla de noche, pero como ya llevo miles de escuchas en mis
alforjas esto no me entra ni a tiros. Un producto pensado y diseñado para todos
aquellos que van a estar en esto del metal lo que le dura un verano, metaleros
de pro abstenerse.
Puntuación: 3/10
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