1.Fear No Evil
2.Rock Bottom
3.The Stalker
4.Rapture
5.Zombie Resurrection
6.Barren Land
7.Walking on Holy Water
8.Dangerous Game
9.Born to Rock the Nation
10.Riot in the City
11.Dead Man's World
12.Scream at the Devil
David Garner – vocals
Mick Hopkins – guitar
Geoff Nicholls - guitar / keyboards/ vocals
Derek Arnold- bass
Malcolm Cope – drums
Nada menos que 33 largos años contemplan la carrera de esta
banda de Birmingham. Son una de esas bandas características del moviemiento de
la NWOBHM, auténticas leyendas. Su primer disco, Quartz, lo grabaron con Iommi
en la producción y dieron el paso definitivo hacia la fama internacional con su
segundo ábum, Stand Up and Fight. Tienen en sus filas al mítico Geoff Nicholls
que ha tocado con Black Sabbath durante más de 20 años.
Pero, como tantas otras bandas de la época, cuando el heavy
empezó a cambiar y a dirigirse hacia otros derroteros la ola les pasó por
encima, con un tercer disco de sonido muy blando orientado hacial el aor
incluso y sin acuerdo con discográfica lo dejaron. Hasta el 2011 en el que
volverían a retomar el grupo, en el 2013 tocaron en el Keep It True y ahora,
más de tres décadas después de su nacimiento, sacan al mercado su cuarto álbum.
A nivel de formación, en este retorno a los estudios tenemos
a la banda original, con la excepción del vocalista, posición que ocupa ahora
David Garner. Arranca el disco con Fear No Evil con acordes heavys clásicos de
heavy metal y un aire de cierta épica a lo Black Sabbath de los 80, tema tan
sencillo como efectivo y pegadizo, la esencia del heavy condensada en un riff
logrado y un medio tiempo sostenido. Solo clásico, largo y melódico para poner
el broche de oro a un buen tema.
Rock Bottom tiene
un sonido de heavy más retro en sus riffs, recuerda al sonido de bandas como
Blue Oyster Cult, UFO, y a los propios Quartz de aquella época, claro, un
sonido que tira hacia el rock clásico. Riff infeccioso y base rítmica de catón.
La voz de Garner se adapta perfectamente a estos temas rockeros. Dos de dos, el
sonido que te esperas de una banda que nación en los 70.
The Stalker es un
tema de rock de aires más modernos, con presencia de teclados y melodías un
poco tirando hacia rollo oriental o progresivo en base a las voces y el apoyo
de los teclados, mientras que la guitarra pone el punto rockero, sobre todo con
un solo que destila épica metalera por los cuatro costados. Un tema a lo
Schenker que da vueltas sobre sí mismo una y otra vez, con las guitarras como
parte más destacada y un cambio de ritmo final acelerando un poco el tema.
Rapture es una
breve pieza, creando atmósfera con los teclados para Zombie Resurrection que es otro corte de riffs
oscuros a lo Black Sabbath, con ritmo pesado y martilleante, y Garner forzando
la voz y desgañitándose. Gran cambio de ritmo para meterle una marcha al tema
mientras el riff sigue cayendo como un martillo pilón, me recuerda al Silent
Sreams de Halford. La guinda al pastel la pone el solo heavy bien emotivo. Un
tema con gran pegada, de esos que escuchas una y otra vez, de lo mejor del
disco.
Barren Land es de
nuevo otro breve interludio con teclados, de corte futurista en este caso, y
deja paso a Walking on Holy Water,
con un inicio muy ralentizado y tirando de groove en las guitarras, un rock a
lo Al Atkins, los teclados de por medio y las pausas contribuyen a darle mucha
emotividad, y David Garner que se sigue marcando un gran trabajo en el micro,
estribillos pegadizos y voz con feeling. Otro cambio de ritmo en la parte final
para meter un riff rompecuellos y posterior punteo, seguimos para bingo.
Dangerous Game
nos devuelve al sonido de los 80, hard heavy facilón con buena evolución en los
riffs, tirando un poco hacia el sonido americano, a lo Dokken, los estribillos
siempre muy logrados, lo mismo que los riffs. Born to Rock the Nation es un corte de heavy new wave a tope,
guitarras y ritmos que parecen sacados del túnel del tiempo.
Riot in the City
empieza con sonido de sirenas y también sigue el sonido característico en las
guitarras de la nwobhm, un corte heavy a medio tiempo a lo Samson, Demon, junto
con las buenas melodías de unos Thin Lizzy y un poco de la sicodelia de Ozzy,
gran tema. Dead Man's World es un
tema de hard rock donde lo más destacado es la buena parada ambiental con
acústicas y el solo setentero. Fin de fiesta con Scream at the Devil, otro tema resultón de riffs y voces a los
Alice Cooper
Estamos ante un disco de heavy rock contundente, potente y
muy sólido, de esos que ganan con las escuchas. Y la cosa tiene mérito después
de más de 20 años sin sacar disco y casi con la formación original al completo.
Se puede decir que están muy en forma, con muy buen nivel compositivo, buenas
melodías, buenos estribillos y buen trabajo de todo el equipo. En definitiva,
que han vuelto y por la puerta grande.
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