1.Flock of
Flesh
2.Eye of
Chaos
3.Mass
Murder Frenzy
4.Gravity
5.Dark
Matter
6.Paragon
7.Drain
8.Killers
for Cure
9.Passenger
Damien
Rainaud - Bass
Dillon
Trollope - Drums
Skyler
Howren - Guitars
Logan Mader - Guitars
Lauren Hart
- Vocals
Max Karon - Guitars
Once Human es un grupo americano formado en 2014 y que tiene
en sus filas como miembro más destacado a Logan Mader, ex de los Machine Head y
Soulfly. Además, tienen una frontman femenina, algo ya muy habitual en nuestros
días. Además cuentan con tres guitarristas, nada menos, algo no tan usual en el
mundo del death. Este que os presentamos hoy es su segundo disco, el primero lo
editaron en 2015 y la verdad es que pasó sin pena ni gloria, así que veamos que
da de sí este segundo intento.
Arrancamos con Flock
of Flesh con un inicio muy ambiental a modo de intro, luego cambio de ritmo
y voz bastante distorsionada con riffs con bastante groove y aire grind. Lauren
es una vocalista al estilo de la famosa ex de los Arch Enemy. Enriquecen el
tema a base de aceleraciones y buenos riffeos que varían entre el death
atmosférico y el más técnico, un tema con potencia, aunque le falta un solo
matador para cristalizar la faena.
Eye of Chaos
tiene un inicio ambiental y oscuro, hasta que llegan el groove y los riffs melódicos.
Lo que no cambia es la voz gurutal de la cantante, tiene potencia y además en
este tema mete voces limpias y melódicas. Lo más interesante son los cambios de
ritmo constantes y las inserciones de buenos riffs. Un corte que se podría
clasificar como de metal moderno con aires progresivos, una especie de
combinación entre unos Arch Enemy, Vader con unos Moonspell. Buena ejecución,
aunque los que busquen más la melodía quedaran un poco en el ostracismo. De
nuevo prescinden del solo.
Mass Murder Frenzy
se inicia a cañón con bajo y batería llevando la batuta y por medio van
insertando riffeos limpios a lo death sueco de los 90, un corte donde la base
rítmica es la que conduce el asunto, sin demasiadas filigranas, pura fuerza.
Gravity nos
dibuja un escenario bastante diferente de inicio a base de un riff melódico muy
de los Opeth, Hypocresy, pero ellos no pierden de vista los riffs gruesos que
son la base de su sonido y la batería contundente, de modo que en este tema nos
van dando de ambas medicinas, con Lauren que casi nunca baja el pistón.
Excelentes las pausas y aceleraciones, comandadas de manera magistral por
Dillon y Damien, contundencia y buen gusto.
Dark Matter se
inicia con un riff aniquilador que roza el brutal death, un tema de riffs más
sucios y con incursiones por momentos en un thrash oscuro y grueso. Ojo al riff
muy técnico que introducen de por medio y que me recuerda a los Coroner en su
vertiente más agresiva, de sombrero, son este tipo de detalles los que hacen
que sus temas resulten frescos y sorpresivos. El corte más agresivo hasta el
momento y de largo, una auténtica apisonadora.
Paragon nos
traslada de nuevo a una vertiente más melódica y ambiental, pero sin dejar de
lado el groove y la agresividad, un corte más atmosférico y melódico, donde
predomina la sensibilidad pero combinada con estructuras cambiantes.
Drain es otro
corte de death con toque especial gracias a los riffs que le otorgan
profundidad y también el buen trabajo de segundas voces limpias, amén de la
excelente base rítmica de la que hace gala el disco en todo momento. Uno que es
de la escuela clásica únicamente echa de menos que presten más atención al
capítulo de los punteos, un buen solo en
cada canción, en lugar de eso lo suplen a base de melodías en los riffs y la
buena ambientación, pero si metiesen los dos elementos creo que el resultado
sería espectacular, pero ahí ya entramos en los gustos de cada uno.
Killers for Cure
recurre de nuevo de inicio a esas guitarras tan típicas y ambientales de los
Edge of Sanity, para luego meter el cambio de ritmo y caer en la brutalidad
sonora de un death metal técnico con mucha potencia, y así van jugando con esos
dos factores de manera alternativa, como
vienen haciendo a lo largo de todo el disco. Además, para rematar la faena lo
adornan con un solo melódico atmosférico que le va como anillo al dedo.
Passenger es uno
de esos cortes en los que podrías decir que son casi más una banda de metal
progresivo que de death, excelente riffeo, buen trabajo en las voces y gran base
rítmica para crear un tema con pegada y con mil caras, no podían rematar la
faena de mejor forma.
Estos Once Human han dado un importante salto de calidad y
presentan sus credenciales como una banda solvente, con calidad, mucha pegada y
mucha diversión. Ciertamente no inventan nada que no se haya hecho antes, pero
lo que sí hacen muy bien es combinar distintos elementos del death y el
progresivo o incluso doom para crear unos temas que ofrecen potencia y buenas
ambientaciones a partes iguales. Muy buen disco el que se han sacado estos
americanos.
Puntuación: 8/10
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