1. The
Fallen
2. Forever
Fade
3. Into
Exile
4. The
Wraith
5. Beyond
The Barricade
6. The
Gates Of Acheron
7. Sunrise (Uriah Heep - Cover)
8. Wolf Of
Velvet Fortune (Beau Brummels - Cover)
9. After
All (The Dead) (Black Sabbath - Cover)
Victor
Arduini - guitars / bass
Brian
Balich - vocals
Chris Judge
– drums
Este es uno de esos debuts que por inesperado te pilla por
sorpresa, pero sobre todo por la calidad que atesora, desde ahora ya lo pongo
en la lista de mis candidatos a disco del año. Y es que hay mucha calidad
detrás de este nombre, en realidad aunque sólo ponen dos nombres se trata de un
trío. El maestro de ceremonias es Victor Arduini, uno de los miembros
fundadores de los míticos Fair Warning, y un tipo con una clase tremenda en las
seis cuerdas. A eso le añadimos a Brian Balich, vocalista de los americanos
Argus, otra banda de heavy doom, un señor con una voz ponderosa. Para las
labores de batería Arduini se ha traído a su compañero de banda en los Freedoms
Reign, y cumple perfectamente con su cometido.
Lo que nos vamos a encontrar en este disco es un heavy doom de
mucha altura, con un trabajo realmente fantástico e inspiradísimo de guitarras,
un muy buen vocalista y unos tiempos que siempre juegan a favor de los dos
titulares del equipo. Ojo, el que busque temas directos al grano que se vaya
olvidando, casi todos los temas son largos, pero largos de verdad, con mucha
intensidad y múltiples partes, pero hay que poner la oreja para no perderse
detalle.
Como os decía, temas muy largos, el primero, The Fallen, ya pasa de los diez
minutos. Tiene un inicio lento y muy ambiental y poco a poco van entrando en
ese ritmo doom, para luego con un cambio de ritmo dar paso a un heavy de
guitarras pesadas y groove en los riffs. Sin duda, te vendrán a la memoria los
Black Sabbath, es inevitable, es una referencia a lo largo de todo el disco. En
cuanto a Balich me parece que hace un trabajo estupendo a lo largo de todo el
disco, tiene una voz potente, grave, pero sobre todo parece que lo está dando todo
en cada momento, con mucho sentimiento, a veces parece que profiera gritos y
exclamaciones más que articular palabras, pero todo con un sentido y con un
feeling brutal, es el complemento perfecto para las guitarras doom y heavy
épicas con que nos deleita Arduin. Por momentos suben la velocidad del tema y
el solo es épico a más no poder, muy clásico y ambiental, acompañado de unas
excelentes líneas de bajo. Este primer corte es un cañonazo en toda regla, un
temazo, y un aviso de lo que se nos viene encima a lo largo de estos seis temas
de puro clasicismo.
Forever Fade es una pieza más breve, pero contiene el
mismo grado de elaboración que el tema anterior, esos riffs circulares y envolventes,
machacones, que van marcando la dirección de la canción mientras le van
añadiendo elementos que hacen que el tema vaya evolucionando. La batería se
desarrolla a medio ritmo, acompañada de un riffeo a los Sabbath y Saint Vitus.
Gran pausa y arrancada posterior, con unas guitarras muy a lo Judas, un tema
con una potencia enorme gracias a la combinación de riffs y batería que son
como un martillo.
Into Exile tiene
un inicio que casi parece sacado del Paranoid de Black Sabbath, un medio tiempo
doom total. Voz de profeta, me recuerda bastante a la teatralidad y
expresividad de Tony Martin. De nuevo volvemos a obtener ese esquema de riff
central que perdura y se repite junto a una base rítmica sólida, que sabe
cambiar en el momento oportuno. Parece sencillo pero el truco está en conseguir
unos riffs muy poderosos, que contribuyen a dar fuerza a la actuación del
vocalista y que contrastran con el momento en el que entran en fase de heavy
puro y duro. Muy de la escuela de unos Pagan Altar o Angel Witch, con ese toque
oscuro y ambiental, introduciendo solos por doquier, desde luego Arduini no ha
venido a tomarse unas vacaciones con este disco, es un ejercicio de esfuerzo
compositivo y emotivo brutal. Consiguen una pieza monumental de mas de 11
minutos, con retazos también de un heavy arcano a lo Cirith Ungol, Manilla
Road, con riffs que rozan la sicodelia por momentos. Otro temazo auténtico.
The Wraith vuelve
a superar a los anteriores cortes en cuanto a duración se refiere, nada menos
que trece minutos. Pero tengo que decir que si te gusta este tipo de heavy doom
elaborado con tiempo y artesanalmente no se te hará para nada largo el disco,
al contrario lo disfrutarás enormemente porque tiene un gran feeling en cada
uno de sus temas. Este corte empieza con acústicas y tiene un inicio muy pero
que muy lento, hipnótico, hasta llegar al minuto nueve donde se disparan todas
las alarmas, con riffs de heavy y carga groove y la voz de Balich como clamando
en el desierto y echando pestes contra el mundo. No falta la parada donde meten
guitarras ambientales, voces hablando y finalmente un punteo dramático a más no
poder, de nuevo, la han vuelto a liar.
Beyond The Barricade
son nada menos que 17 minutos de tema, ahí es nada. Hay grupos que con dos
temas como este ya te hacen un disco, sin embargo aquí tenemos seis canciones
llenas de magia. El inicio es de un heavy muy ochentero, repitiendo riff, me
recuerda a la pegada de unos Trouble o el heavy directo de un Rob Rock, Brocas
Helm o la magia ambiental de unos Atlantean Kodex. En el minuto siete se
produce un cambio brutal y una voz desgarrada, manteniendo riff y punteo, la
marca de la casa. La parte final tiene un aire muy Maiden, con riffs que tiran
más hacia la melodía. Otro gran corte, siguen sin bajar el listón en ningún
momento.
Después de todo lo anterior, el último corte se te pasa casi
en un suspiro pues apenas pasa de los tres minutos. Pero no es para nada un
relleno, no tiene la majestuosidad de los anterores cortes pero es una
excelente combinación entre el doom pesado y las melodías heavys, con un solo
muy melódico y con mucho feeling que recuerda a los momentos más clásicos de
bandas como Accept o Scorpions, toda una oda al heavy de toda la vida, un punteo
que Arduini alarga mucho, se recrea hasta el final.
La edición vinilo contiene tres bonus, que son versiones de
bandas como Black Sabbath o Uriah Heep,
bueno no están mal como postre, para relajarse después de la tremenda descarga
de los seis cortes anteriores.
No es fácil hacer este tipo de composiciones tan largas y
mantener al mismo tiempo nuestra atención en todo momento. Ellos lo consiguen y
con creces, lo que habla mucho y bien de la magia que desprende este disco.
Creo que éso es lo que mejor define su música, el sentimiento que aflora en todo
momento, por supuesto hay mucha calidad en cada uno de los miembros del grupo,
de otra manera esto sería imposible. Fusión perfecta entre el doom más sombrío
y el heavy metal de pura cepa, un pasada de disco, amigos.
Puntuación: 9/10
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