1.A New Day
00:58
2.Nameless Walker 03:36
3.Kings of
Carnage 02:55
4.Soul
Eater 02:12
5.From
Failure, Comes Clarity 04:04
6.Blood of
My Enemy 03:21
7.Snakeskin
02:53
8.Never
Alone 04:25
9.5150 03:50
10.Either
Way You Lose 03:51
11.A Walk
Among the Dead 03:07
12.Dark Waters
03:58
Johnny
Plague - Vocals
Arturo
"Art" Cruz - Drums
Justin Bock
- Bass
Michael
Montoya - Guitars
Volkar Kael
- Guitars
Adrienne
Cowan – Keyboards
Desde California nos llega el quinto disco de esta banda
formada en 2005 y que ofrece su propia visión metalera en forma de metal
sinfónico mezclado con deathcore, una combinación quizás no tan habitual, pero
en el mundo actual donde los límites ya no existen ya no sorprende, lo
impotante, eso sí, es que sea agardable al oído, veamos si es así.
La típica intro de rigor que no me dice nada, por cierto,
doce temas componen el disco, aunque este no alcanza los cuarenta minutos de
duración, eso ya nos puede poner un poco en la pista de que no estamos ante el
típico disco de metal sinfónico donde los temas suelen ser mucho más largos y
un disco es normal que ronde la hora de duración. Nameless Walker nos mete ya de lleno en el estilo de estos
americanos, lo primero que te viene a la cabeza es: esto ya lo he escuchado
antes… Todo o casi todo lo hemos escuchado antes, quién inventa nada hoy en
día, pero esto suena a un calco de bandas como los Carnifex, Abigail Williams y
si os quereis ir a la vertiente más pop y comercial del dark sinfónico a los
propios Dimmu Borgir, es decir, mucho coro, mucho teclado, tiempo más o menos
heavy y un solo que hay que pillar con cronómetro.
Kings of Carnage
es un medio tiempo bien breve, lo mejor la ambientación, lo peor el groove
comercial que hace que el tema sea tan previsible. Soul Eater es otro tema sin mucha historia, es como meter en la
cazuela un poco de death melódico, una pizca de sinfónico y groove metal, el
resultado es un caldo insípido.
No mejora demasiado la cosa con From Failure, Comes Clarity, desquiciante el organillo de marras y
solo salvable alguna melodía. Blood of
My Enemy es un grove sinfónico con el típico juego de voces femininas y
guturales, un producto demasiado sobado y sin aliciente. A Snakeskin le pasa lo mismo, la parte positiva es que tan solo dura
tres minutos, aunque se hacen largos.
Never Alone destaca
de lo visto hasta ahora por su inicio ambiental pero la magia se rompe cuando
nos vuelven a meter el sinfónico de cartón piedra, con un toque oscurillo para
que parezca más agresivo. 5150 al
menos suena algo diferente, el dark ambient con unos teclados con cieto aire
epic y un metalcore sicodélico, de nuevo un pupurri de cosas, pero al menos
suena más fresco.
Either Way You Lose
se podría calificar como un powerdeath, el bostezo es inevitable. Y los dos
últimos cortes se caracterizan por un death melódico y sinfónico con los coros
cobrando protagonismo. Uno de esos discos que no deja huella alguna, aburre por
momentos, salvo que seas muy fan del estilo, sobre todo porque adolece de
personalidad, de calidad también, parece una combinanción de varios estilos o
elementos porque toca, con la esperanza de que así resulte un producto más
interesante. Bueno, al menos en mi opinión, el experimento falla
estrepitosamente.
Puntuación: 4/10
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