1.Till It
Goes Away 08:48
2.Anti-Aether
09:40
3.Last
Breath 11:24
4.Burning
Wom 08:45
Dan
Brownson - Bass
Thomas
Lilliston - Guitars
Emad Dajani
- Guitars
Garrick
O'Connor - Keyboards, Guitars
Ben Hiteman
- Vocals, Percussion
Patrick
Spain - Drums
Desde Oakland, California, segundo album de esta banda, el
anterior lo publicaron hace cuatro años. Doom de esos que te entra por los
poros, te intoxica y te llena de oscuridad, con composiciones minuteras,
desgranando los segundos en una agonía perpetua.
Ojo al vocalista de esta banda, parece vivir en un lamento
constante o en un sufrimiento infinito, no sé como le quedara la voz después de
un concierto porque parece que la desgarra constantemente, sin aflojar en
ningún momento. Ya desde el primer corte, Till
It Goes Away, Hiteman nos deja una de las señas de identidad de este grupo,
una voz desgarrada, no le oiréis un atisbo de melodía, ni muchos menos un
gorgorito, lo suyo es la devoción por la oscuridad y por el doom más tenebroso.
Sumadle a eso unos riffs apocalípticos y tenemos una atmósfera negra como la
noche.
Otro de los elementos importantes, pero ojo, bien
dosificado, en sus composiciones son los teclados y sintetizadores, no pretenden
eregirse en protagonistas en ningún momento, pero son fundamentales para crear
la ambientación de doom y post metal que esta banda es capaz de crear. En Anti-Aether me gusta como van
introduciendo distintas armonías, oscuras y tétricas todas ellas, por supuesto,
pero jugando con los tonos, suben unas octavas, de forma que el efecto es de
tensión increscendo hasta el final, instrumentación muy compacta en la que el
bajo juega también su papel.
El disco lo componen solo cuatro temas, pero es cada uno de
ellos es un viaje de ida y sin retorno al inframundo. Llegamos a Last
Breath, casi doce minutos de pasión y sufrimiento, el título le va que ni
pintado. Órganos de tipo eclesiástico al principio y luego caen los riffs con
una distorisión brutal para construir el tema más repleto de matices de todo el
disco. Un tema a caballo entre el black metal atmosférico y el funeral doom,
momentos de ritmo más intenso y otros más de doom depresivo. De nuevo, la voz
se ajusta como un guante, consiguen una gran atmósfera pero también un gran
despliegue de melodías melancólicas como no habían conseguido en los temas
anteriores. Es de esos temas con los que puedes hacer una película o ponerle
las imágenes de un libro que hayas leído, la Divina Comedia de Dante creo que
no le desentonaría para nada, en ciertos pasajes es como si lo estuvieses
visualizando. El final es realmente una procesión de muertos vivientes, camino
de la tumba.
Después del temazo opresivo y devastador anterior te
imaginarías que te darían un poco de respito, pues no. Burning Wom es un tema de ritmo lento y asfixiante, agónico,
introduciendo riffs de doom black. De repente Hiteman se calla y deja al desnudo
una atmósfera truculenta con la que concluye el tema y el disco. Una banda de
doom muy oscuro y pesado, ideal para gente que guste de grupos como Candlemass,
Lord Vicar, Death Row, etc.
Puntuación: 8/10
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