1.Disconnection
Syndrome 06:02
2.The
Gospel of Despair 06:17
3.Kings of
All That's Lost 07:17
4.Chothia
in Memorium 00:46
5.Sympathy
for the Living 05:34
6.Complicit
in Your Own Abuse 07:54
7.Death
Means Nothing 08:17
Bryan
Outlaw - Vocals
Lee Baines
- Guitar
Wayne
Hustler - Guitar
Izak Buxton
- Bass
Damo
(Prodigal Son) Clarke - Drums
All drums
on the album played by Dan Mullins.
Estamos ante una banda inglesa formada por gente con amplia
experiencia y largo curriculum en esto del metal y del doom. Sus primeros pasos
con esta banda se iniciaron en el 2012 y dos años más tarde sacaron su primer
disco, ahora es el turno para su segundo album.
La apuesta de la banda es claramente por un doom espeso y
lento, de acordes tenebrosos, ritmos parsimoniosos y pocas concesiones a la
alegría, entendida ésta como aceleraciones, cabalgadas y punteos vitalistas. El
primer tema Disconnection Syndrome
es precisamente el que más se sale de ese arquetipo y se acerca más sonido de
heavy doom que practican bandas de la calidad de unos Procession, Lord Vicar y
los riffs heavys de unos Maiden.
Con The Gospel of
Despair ya empiezan a cambiar las tornas y se meten en esa senda del doom
mucho más oscuro, molítico, el nombre de la banda está perfectamente escogido.
Igual que el desempeño de su vocalista, encaja perfectamente con ese sonido
pausado, lento y desesperantemente apocalíptico y es sin duda el faro que guía
al resto del grupo. Kings of All That's
Lost es un tema más tétrico que el anterior, con el legado de los Black
Sabbath a sus espaldas, la música de estos ingleses se construye a base de
riffs, con el vocalista como líder y un doom con mucha presencia de bajo, en
cambio los punteos salen con cuentagotas, para mí el punto más débil de la
banda, ya que les resta dinamismo y riqueza de matices, aunque ganan en
espesura y aplomo.
Tras un breve interludio nos encontramos con Sympathy for the Living, de nuevo, otro
de esos temas donde salen a flote las influencias heavys, en este caso con un
sentido épico más acusado y guitarras con mucho efecto y sonido muy grave.
Estamos ante un disco de temas minuteros, donde si no tienes una cierta
predisposición por el doom quizás acabes tirando la toalla con el paso de los
temas, ya que no tienen la variedad ni la ambigüedad que nos puedan ofrecer
otros grupos del mismo género. Complicit
in Your Own Abuse es un claro ejemplo de ello, es un tema en el que no
penetra la luz en ningún momento y echo en falta algo de vidilla que dinamice
el tema, un punteo, algún giro en la base rítmica, pero ellos apuestan por su
sonido rocoso y espeso como un manto.
Death Means Nothing
es el capítulo final tirando del sonido Sabbath, Saint Vitus, Solstice, donde
el doom es la base que lo cubre todo pero también hace una aproximación épica
en los riffs e incluso es uno de los temas que más garra ofrece a lo largo del
disco. Fieles a su estilo, un disco recomendado para acérrimos del doom y que
no añoren las cabalgadas, las melodías ni los sentimentalismos.
Puntuación: 7/10
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