1.Blessed
Be the Beast 06:34
2.Magna est
vis Siugnah 07:40
3.Of the
Once Ravenous 11:42
4.Requiescat
in Pace 08:00
5.Elysian
Fields of Fire 07:51
6.Our
Daughters Banner 09:21
J.Dee -
Vocals & Bass
David -
Guitar
Linus -
Guitar
Rasmus –
Drums
Esta banda sueca se formó en 2007, es decir, 10 años de
existencia y tres largas duraciones contando esta que publican en 2018 les
contemplan y con este tercer disco confirman que son una apuesta segura dentro
del mundillo del doom.
Si te comparan con bandas de gran calado como Trouble, Pentagram,
Candlemass, Solitude Aeternus, etc es que estás a un nivel considerable, en la
liga de los grandes. Lo corroborán desde el primer tema. Blessed Be the Beast es un
exponente de oscuridad, distorsión, una voz cavernícola y de ultratumba que
dota a los temas de gran personalidad. La pausa para meter luego un solo
grandioso y truculento es lo que le faltaba a esta tema plagado de atmósfera,
guitarras lúgubres y un halo a lo Mercuful Fate aunque a ritmo de doom que
realmente resulta cautivador.
No se arredran a la hora de elaborar temas largos, Magna est vis Siugnah ofrece unos riffs de occult doom que son como
una sangría. Tiene la virtud de que son capaces de compaginar los sonidos de
ese doom oscuro con momentos repletos de energía y potencia donde recuerdan a
los Procession chilenos.
Of the Once Ravenous
es el tema más largo del disco y durante los primeros minutos parece recrear
una marcha fúnebre. A destacar en este corte el papel de las voces, realmente
multifacético, unas suenan oscuras, salidas de las cavernas, mientras que otras
tienen un matiz epic y otras un aire horror a lo Mercyful Fate, cómo no, la
influencia de los daneses se extiende a lo largo del tiempo y más allá de
géneros. Once minutos donde tienen la habilidad de dibujar melodías,
tenebrosas, eso sí, sin aburrir en ningún momento, algo que no todas las bandas
doom son capaces de lograr, incluso cuando bajan el ritmo hasta tal punto que
parece que te hayas quedado sin pulso.
Requiescat in Pace
es un tema de lo más agónico, la lentitud del ritmo contrasta con la
desesperación que supuran las voces y los riffs lentos como un lamento. Elysian Fields of Fire vuelve a mezclar
el ritmo doom con el heavy, el gran solo con toques epic le sube la nota y la
parada con riffs adictivos para rematar el tema es sencillamente brillante.
Fin de este viaje por las sendas tenebrosas que diseñan
estos suecos con Our Daughters Banner,
ritmos de heavy doom con riffs potentes y parada ambiental, con un final
pausado de voces guturales y aires heavys a lo Mercyful Fate pero congelando el
tiempo. Gran fusión la que hacen estos suecos entre el doom, el heavy y el
occult metal, un disco con múltiples matices que gana con las escuchas y que te
traslada a un mundo lleno de oscuridad. Diez años les contemplan y diría que
han alcanzado su madurez y solo cabe esperar lo mejor de ellos de aquí en
adelante.
Puntuación: 8,5/10
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