1.Voltron 01:08
2.Batman 03:42
3.Cinque
Samurai 03:21
4.What's My
Destiny Dragonball 02:54
5.Jeeg Robot D'Acciaio 02:55
6.Jem 03:17
7.Oltre I Cieli Dell'Avventura - Pokémon 03:20
8.David Gnomo 03:22
9.Prince Valiant 03:18
10.Il Mistero Della Pietra Azzurra 03:45
11.Daitarn
3 04:07
12.Beyblade
Metal Masters 04:22
13.Devilman
04:07
14.Robin
Hood 03:16
15.Ken Il
Guerriero 03:42
16.Diabolik
03:35
17.King Arthur
and the Knights of Justice 02:48
18.Let It
Go 04:22
19.Pegasus
Fantasy 03:38
Alessandro
Conti - Vocals
Leone
Villani Conti - Bass
Guido
Benedetti - Guitars
Luca Setti
- Drums
Luca
Venturelli – Guitars
Esta banda italiana ya existe desde 2002 aunque reconozo me
ignorancia absoluta acerca de la misma hasta la fecha, es decir, hasta que el
capo Vpower me ha encargado la reseña de su quinto y nuevo disco. Inicialmente
y a la vista de la cantidad de temas que presentan podríamos creer que se trata
de un recopilatorio, pero no, son temas nuevos, aiunque la mayoría de ellos no
alcanzan los cuatro minutos de duracion, aún así ya de entrada me parece un
número excesivo de temas para un album, pero veamos si la calidad de los mismos
supera esa traba.
Los temas están cantados en italiano, algo que supongo que
tampoco favorece el despegue internacional de la banda, que hasta donde mi
conocimiento alcanza no son muy conocidos por nuestra piel de toro. Tenemos una
primero intro power en modo superhero que es bastante chorras y da paso al
primer tema en serio del disco y que ya deja ver la tendendia que va a llevar
el album hasta el final, temas de fantasía relacionados con cuentos, comisc o
historias de ficción, un asunto nada novedoso al que ya han recurrido muchas
bandas y que los Edguy dentro del power metal han tocado previamente con
algunos de sus temas. Batman es de
hecho un tema en onda muy Edguy y es de lo mejor del disco, un power melódico
pero sin pisar a tope el acelerador y sin meter mucha caña, pero las melodías
están bien.
Cinque Samurai
suena a Freedom Call, Edguy y similares, tema simple que busca un estribillo fácil,
con un vocalista de voz ajustada al género y que cumple con las espectativas,
lo mismo que el punteo típico. What's My
Destiny Dragonball abunda en esa línea pero con un grado de superficialidad
todavía mayor, parece un power para los más jovenzuelos del lugar.
Jeeg Robot D'Acciaio
mezcla el power con unas dosis de groove, un estilo Dragonforce o Edguy pero
sin la inspiración de estos, aunque el vocalista cumple con su función y el
solo sin ser matador es de sonido clásico. Jem
es un groove comercial a tope con la novedad de una voz femenina, poco más que
ofrecer.
A medida que va avanzando el disco las buenas sensaciones de
power clásico que los primeros temas me habían dejado se van diluyendo como un
azucarillo y nos encontramos uno tras otro con temas sencillos, simplones hasta
el punto de resultar a veces sonrojantes por la escasa madurez y la nula pegada
que demuestran, sin que ello sea demérito de calidad técnica sino de un nivel
compositivo muy básico y poco trabajado. Ocurre con David Gnomo y Pokemon
que realmente tienen títulos my acertados porque parece que hemos llegado a la
hora power feliz para los más peques.
Después de los latigazos de sopor anteriores Prince Valiant nos levanta un poco la
moral, aunque tampoco en exceso, con su power de toques medievales. Pero los
dos siguientes vuelven a las andadas, un power que acumula cansancio temas tras
tema, y son muchos, se confirma que el disco se hace largo como un día sin un
euro en el bolsillo. Con Beyblade Metal
Masters rozan el esperpento a base de un heavy pop donde únicamente el solo
le pone un poco de intención a la canción. Ritmos tribales y más heavy pop en Devilman, la siesta está garantizada.
Otro de los problemas del disco es que a medida que vas
avanzando en él te parece que ya has escuchado los mismos temas antes, entre
cabezada y cabezada, es el riesgo de hacer un disco con el doble de temas de lo
que es normal. Robin Hood es un baby
power en toda regla, Ken Il Guerriero
es un power groove pero lejos de ganar en contundencia aburre.
Por fin afrontamos los últimos temas y el tedio va tocando a
su fin. Al menos en Diabolik han
metido más arreglos y tenemos gorgoritos en cantidades industriales. King Arthur and the Knights of Justice
es uno de los temas más salvables del disco con un sonido a lo Helloween y
cierran esta epopeya comercial con un tema lento al que le meten un arréon
final. Estos italianos no parecen andar escasos de tablas pero sin embargo la
composición de los temas y el enfoque de los mismos es muy pobre y reitarado,
sin pegada en la mayoría de los casos y aunque algún estribillo está bien con
el paso de los temas acabas hasta el moño y todo te suena ya igual.
Puntuación: 4/10
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