Mark Shelton se nos ha ido, demasiado pronto, demasiado joven, en un momento creo que de los más inspirados de su carrera, tanto con Manilla Road como con su nuevo proyecto Hellwell. Además, estaba girando más que nunca. Lo vi varias veces encima de las tablas, era de esos músicos que te conquistaba por su calidad técnica, su feeling tocando la guitarra, pero también por su entrega y por el aura que desprendía, esa que sólo tienen los seres especiales.
Los dioses querían tenerlo más cerca y nos lo han arrebatado, podían haber esperado unos cuantos años más, pero su egoísmo nunca ha tenido límites, eso no ha cambiado. Allá donde estés Mark Shelton, seguiremos disfrutando de tu legado y recordándote con cariño y admiración..
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