1.Gifted by the wind
2.End to end
3.Electric flame
4.Volt rush
5.Black Heaven
6.Sudden end
Mario Rubalcaba - drums
Isaiah Mitchell - guitar
Mike Eginton - bass
Quinto album de estudio de esta banda californiana que comenzó su
andadura en 2001, sin duda gozan de muchos seguidores, algo que no
podía ser de otra forma cuando eres una banda que haces una música
revival a tope, en este caso tirando sobre todo del legado de los 70,
básicamente el rock y la sicodelia, aunque también apuntan hacia el
heavy. Es el eterno debate entre originalidad, si es que eso es
posible, y rendir tributo al sonido clásico.
En todo caso, eso es indudable, es una banda que rebosa calidad y que
hacen composiciones muy atinadas. De hecho le dan prioridad al
aspecto instrumental sobre el vocal diría yo, casi se podría decir
que es una banda enfocada al directo, que es donde se puede montar
sus buenos desbarres musicales, sus discos de estudio recrean en
buena medida esa ambientación un poco de locura e improvisación,
pero ojo, siempre bajo los cánones clásicos del rock.
Gifted by the wind da comienzo a la andadura de este disco, un
inicio lento a lo Led Zeppelin, rock de décadas pasadas y con buenos
guitarrazos, como os decía se recrean en el aspecto instrumental y
eso se nota especialmente en los constantes solos de Isaiah Mitchell.
También se deja notar la influencia de los Black Sabbath en
determinados riffs y en la forma de cantar, con la sicodelia propia
de la era Ozzy.
End to end ya empieza con unas guitarras delirantes y así se
pasan un buen rato, cuando por fin le meten ritmo al tema lo hacen de
nuevo con el sabor de los Zeppelin más setenteros, buenas
combinaciones de riffs para dar paso a un solo con wah. Electric
flame es un tema de heavy stoner con la influencia eterna de los
de Iommi, un ritmo de batería intenso que mantiene vibrante la
canción todo el tiempo mientras su compañero se mata a hacer solos
de guitarra como si no hubiera mañana, de todos los gustos y
colores, selecciona el tuyo, hay donde elegir.
Volt rush es un tema instrumental con un ritmo rockero de
principio a fin. Black Heaven es como fusionar a los Black
Sabbath con un rock blues de toda la vida, otro tema instrumental
para lucimiento del guitarrista. Punto final con Sudden end,
uno de los temas más logrados del disco, excelente combinación de
las melodías Rainbow con el soul blues de un Glenn Hughes, un tema
con un feeling realmente colosal y que contrasta un poco con los
ritmos más clásicos pero también más manidos que ocupan el resto
de este disco. Estos americanos tiran del legado de la bandas de los
70 y en eso pierden originalidad, pero saben transportar la
grandiosidad y la sicodelia de esa época al momento presente con sus
excelentes composiciones. Disco para mitómanos, soñadores y
nostálgicos.
Puntuación: 7,5/10
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