1.The Mission 01:30
2.Phantom Divine (Shadow Empire) 04:05
3.Ravenlight 03:37
4.Amnesiac 03:40
5.Burns to Embrace 05:53
6.In Twilight Hours 04:15
7.Kevlar Skin 04:05
8.Static 03:58
9.Mindfall Remedy 03:22
10.Stories Unheard 04:24
11.Vespertine (My Crimson Bride) 03:58
12.The Proud and the Broken 06:24
13.Ministrium (Shadow Key) 03:02
Sean Tibbetts - bass
Thomas Youngblood - guitars
Oliver Palotai - keys, orchestrations
Tommy Karevik - vocals
Johan Nunez - drums
Nuevo disco de esta longeva banda de power metal, uno de los grandes
nombres que todavía sobreviven en este estilo, aunque no viva sus
mejores momentos, esos ya pasaron y tenían al señor Khan al frente
del micro, que claramente marcaba la diferencia. Pese a todo es una
banda que sigue teniendo éxito a nivel internacional, así que
veamos que tienen que ofrecer en esta nueva obra.
Tras la típica intro de rollo sinfónico llega el primer tema
Phantom Divine, un tema my típico de la banda en estos
últimos años, el doble bombo y los ritmos power a tope, pero sin
mayor historia, parece un refrito de tantos otros temas similares que
han hecho antes, el solo es de lo más normalito.
Ravenlight es un medio tiempo muy blandito y sin personalidad,
tirando de melodías, no especialmente logradas, y rollo comercial,
resulta soso y el intercambio de solos parece metido por obligación,
mal empieza la cosa. Y Amnesiac no le pone remedio sino que
empeora las sensaciones que ya deja el disco desde un principio, un
tema con mucha presencia de groove y electrónica, repetitivo, sin
inspiración y tratando de buscar un estribillo que enganche, no lo
logran.
Burns to Embrace empieza lento y lleva un estilo entre
sinfónico y de folk metal pero es tan superficial que me acaba
recordando los pasajes más acaramelados y empalagosos del Titanic de
DiCaprio, es un tema como el inicio de este disco, es decir, vulgar y
al alcance de muchas bandas sin el gran nombre que estos tienen, sólo
me parecen interesantes los coros hacia el final del tema imitando el
estilo de los que aparecen en ese disco eterno que es The wall, del
gran Pink Floyd.
In Twilight Hours es la primera balada del disco, mucha
presencia de teclados pero falta totalmente de inspiración, no es
que sean mancos pero es como si llevasen unos tapones en los oídos,
los temas carecen de gancho y pegada. Si antes alababa los coros del
tema precedente en este resultan infantiles, solo el punteo nos saca
un poco de la mediocridad.
Kevlar Skin es un power metal marca de la casa, por lo menos
suena a lo que te esperas de la banda, sin que sea ningún temazo y
aquí es donde se nota la gran diferencia entre un vocalista
carismático como era Khan y un buen cantante como es Tommy Karevik,
Khan convertía el agua en vino y un tema normalito como este en un
tema adictivo.
Nuevo palo en las ruedas de este soporífero disco con Static,
nueva balada y más aburrida que la anterior, que ya se las traía.
Pero cuando piensas que ya lo has oído todo llega un tema ridículo
como Mindfall Remedy, un cruce entre unos poperos Lordi y unos
Kamelot en horas bajas, el recurso a las voces guturales de salón,
no unas guturales con agresividad, es la puntilla del tema, eso sí,
al menos el punteo sí que está logrado. El disco carece totalmente
de pulso y Stories Unheard es justo lo que faltaba para matar
al enfermo, batacazo absoluto.
Recuperan el pulso con Vespertine, power sinfónico al estilo
de bandas muy melódicas y con unos arreglos sinfónicos bien
elaborados que les acercan a los mejores Rhapsody, sin duda de lo
poco salvable de este disco, un tema que además hace gala de un buen
guitarreo. Por fin parece que toman aire y siguen esa buena línea
con el tema más largo del disco, The Proud and the Broken,
pero un power con demasiados parones para mi gusto que lo único que
hacen es cortar el ritmo y atrancar el tema. Y por fin llega la buena
noticia con Ministrium, una especie de outro sinfónica que,
oh sí, por fin pone punto final a este soporífero y totalmente
falto de inspiración disco de esta banda más internacional que
americana pero en horas irremediablemente bajas. Esperemos que se
recuperen del bache compositivo en su próxima obra.
Puntuación: 4,25/10
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