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lunes, 25 de febrero de 2019

HEIR APPARENT – The View From Below (2018)



1.Man in the Sky 05:54
2.The Door 05:50
3.Here We Aren't 05:41
4.Synthetic Lies 04:52
5.Savior 02:26
6.Further and Farther 07:00
7.The Road to Palestine 07:21
8.Insomnia 06:01

Will Shaw - vocals
Terry Gorle - guitar
Derek Peace - bass
Ray Schwartz - drums
Op Sakiya - keyboards

Solo dos discos en su haber son suficientes para que esta banda de Seattle sea apreciada y considerada como una de las grandes referencias del heavy, power y progresivo americano de aquella época. Especialmente su Graceful Inheritance de 1986 es considerado uno de los mejores álbumes de heavy metal de todos los tiempos. Su segundo disco también estuvo a un nivel más que notable. Por eso, que casi 30 años después de su último disco vuelvan a sacar un nuevo album a la calle da un poco de vértigo, la verdad. Se tiende a pensar que con la edad se gana en calidad técnica pero se pierde en frescura e ideas, y normalmente lo segundo pesa más que lo primero.

Pero como decía, la grandeza de su primer disco es crédito suficiente para que las expectativas sobre un nuevo disco sean altas. En ese sentido ayuda a mantener la confianza el hecho de que Terry Gorle siga al mando de las guitarras. También le acompañan como antiguos miembros Peace y Ray, así que vamos al lío sin más dilación.

Arrancamos con Man in the Sky y los característicos riffs de heavy progresivo y tiempo lento de los antiguos tiempos. Eso de entrada ya me gusta, el hecho de que mantengan ese rollito progresivo, aunque ligero, que siempre le daban a sus canciones. Will Shaw es el nuevo encargado del micro y tiene una voz con bastante personalidad. En un momento dado llegan las aceleraciones y las guitarras más heavys, la pausa obligada y todos los focos centrados en Gorle y su clase tremenda a las seis cuerdas, con un punteo ambiental melódico de alto standing.

The Door presenta unos riffs más cargados y es un medio tiempo de guitarras envolventes, de nuevo con esa combinación entre heavy metal y progresivo. Buenos agudos del vocalista que sigue mostrando su amplio rango. Los teclados de fondo están acertados. Solo echo de menos una mayor diversidad en la base rítmica, o dicho de otro modo, las pinceladas de power que metían en los viejos tiempos. El punteo vuelve a ser el momento estelar.
Here We Aren't tiene un inicio lento y ambiental, otro tema lento que espesa un poco más el disco, estilo Fates Warning, primando la melodía. Y el punteo lleva un estilo a lo Criss Oliva brutal, sentimiento y técnica, alargándolo hasta el final y creando uno de los momentos más mágicos del disco.

Synthetic Lies empieza lenta, acústicas, caja y voz, atmosférica. Cuando entra la distorsión el tema alcanza unas cotas muy potentes, con un aire maligno y un estilo a los Metal Church de mediados de los 90, con mucho carisma. Solo me falta una aceleración final mientras meten el solo, pero lo rematan al mismo paso.

Savior rompe la tendencia que llevaba el disco con temas más bien pausados y tiene un inicio heavy de riff machacón y punteos melódicos, ideal para echar cuernos en directo. Uno de los mejores temas del disco, recuerda más a los Heir Apparent de sus inicios, salpicado de constantes leads guitarreros y ese sonido de heavy ochentero típico, es un corte breve pero al que no le sobra ni un segundo.

Pasamos a temas más largos, Further and Farther tiene un inicio atmosférico en onda new wave, tomando el progresivo de los Fates Warning y el heavy de fácil digestión de unos Loudness, tienen calidad, aunque una vez más repito que me falta un poco más de contundencia y variedad en la base rítmica.

The Road to Palestine es la canción más larga del disco, medio tiempo que se mueve entre la calidad melódica de unos Sanvoisen y el carisma oriental de los heavys Pentagram. Acaban con otro tema lento como es Insomnia, donde tiran más de la distorsión. Obviamente, no es un disco que en cuanto a frescura de ideas esté a la altura de sus tiempos ochenteros, aunque hay momentos realmente brillantes. Como suele ocurrir a medida que uno cumple años, el disco es menos cañero y más experimental que los previos, pero lo mejor de todo es escuchar la calidad en la guitarra de Terry Gorle, eso no ha cambiado con el paso de los años y para mí es lo más destacado de esta nueva entrega tantos años después. Y ahora a verlos en directo.

Feeling: 3,5/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 4/5
Producción: 4/5

Puntuación: 7,7/10

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