1.A Dream Within a Dream 7:08
2.The Thirteenth of November 6:06
3.Woodstock Child 4:29
4.The Sweet Taste of Ruin 6:29
5.Pray for Doom 6:36
6.The Orchestra Bizarre 4:21
7.Paralysed by Sleep 6:19
8.Father Winter 10:27
Jörg M. Knittel - Guitars
Dennis Schediwy - Drums
Joachim Schmalzried - Drums
Gerrit P. Mutz - Vocals
Dawn
Of Winter es una banda de doom alemana, de esas de doom de toda la
vida, algunos reniegan de ponerse una etiqueta, otros defienden que
llevan un montón de etiquetas encima. Pues bien, estos alemanes no
tienen complejos en declarar a los cuatro vientos que ellos hacen
doom y solo doom.
Fieles
a su cita, cada diez años sacan un disco. El primero salió en 1998,
así que este es el tercero. Y en cuanto empiezan a sonar los
primeros acordes del disco con A Dream Within a Dream te das cuenta
de que efectivamente están metidos dentro del doom hasta el cuello,
pero un doom con su sonido true heavy o incluso epic, a pesar de ser
de sonidos densos y pausados. Un punto en favor de esta orientación
es que cuentan en el micro con el actual cantante de los griegos
Battleroar, y eso se nota en el sonido del grupo, o es que es
fijación mía quizás, pero le da un rollito epic a los temas que
personalmente me gusta y creo que añade valor a sus canciones. Y es
que el señor Mutz es ya un tipo con muchas batallas a sus espaldas y
sabe lo que se hace.
The Thirteenth of November
parece el mismo tema por el ritmo que lleva, apenas alteración
respecto al tema anterior. Muzt adueñándose del tema y momento
estelar para la entrada de la guitarra solista con Knittel poniéndole
la nota melódica la tema, luego los riffs siguen cayendo sobre tus
costillas con todas las de la ley.
Ahora sí con Woodstock
Child nos encontramos con un ritmo
claramente diferente, no diré acelerado pero si con un marchamo
bélico que le da ese punto de mayor agresividad. Punteo
distorsionado y estribillo que se repite para acabar ralentizando el
tema hasta dejarlo morir.
The Sweet Taste of Ruin
vuelve a la tendencia general del disco de doom pausado, de riffs
pesados y sonido true. No me cabe duda de que esta es una banda que
como ellos discen apuesta por el doom sin complejos, aunque tiene su
punto heavy o true metalero lo cierto es que la espesura de los temas
puede desesperar un poco a aquellos que no sean habituales del
género.
Sabio movimiento con Pray
for Doom con unas acústicas muy
emotivas desde el inicio secundadas por la voz. Una bonita balada,
que combina las partes más melódicas con otras más oscuras y
tenebrosas, sin duda se mueven muy bien en estas tesituras. Y cómo
una banda que recuerda a los buenos momentos de los Candlemass, unos
Saint Vitus, o cuando se ponen un poco más heavys a los Solitude
Aeternus. El punteo distorsionado con las voces delirantes le pone el
toque sicodélico a uno de los mejores temas del disco.
The Orchestra Bizarre
es otra canción donde pisan un poco más el acelerador con respecto
a la media del disco, un heavy doom de riffs a la antigua usanza, de
ritmo constante y punteo con mucho efecto. Paralysed
by Sleep es casi lo mismo pero a un
ritmo todavía más pausado. El punto final lo ponen con un tema de
más de diez minutos, Father Winter
se caracteriza sobre todo por el doom epic a ratos, el doom de riffs
sicodélicos y en círculo y una parte final tirando de melodías
entre lúgubres, un título muy apropiado el que le han puesto a esta
canción, con un camino ya escrito que llega a su fin, reflejando en
el largo solo las emociones que van desgranando a lo largo de todo el
disco, final grande como el ocaso. Un doom clásico, con cero
experimentos, con un toque true, pero sin adornos ni florituras,
sincero y sin buscar nada que no sea el doom metal de toda la vida,
quizás no sea la banda más recomendable para los que son profanos
en este género pero sí para los que lo disfrutan desde hace tiempo.
Feeling:
4/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 3/5
Producción: 3,5/5
Puntuación:
7,75/10
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