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miércoles, 6 de marzo de 2019

SEPTAGON – Apocalyptic Rhymes (2018)



1.The End (1:16)
2.The Weight Of The World (4:38)
3.Home, Sweet Hell (5:16)
4.Apocalyptic Rhymes (3:39)
5.Make A Stand (3:36)
6.The Unfathomable Evil (3:35)
7.P.O.T.U.S.A. (4:56)
8.Cosmic Outrage (4:22)
9.Nothingness Awaits (3:15)
10.Sunset Blood (7:19)

Markus Becker - vocals
Markus Ullrich - guitars
Stef Binnig-Gollub - guitars
Alexander Palma - bass
Jürgen Schrank - drums

Ya en 2016 os comentamos el espectacular debut de esta banda, y los entrevistamos. Como espectacular es el lineup de la misma, fijaos especialmente en dos nombres: Markus Becker, el vocalista de los alabados y admirados Atlantean Kodex, y Markus Ullrich guitarrista también de Lanfear y los americanos Them, que asombraron por la frescura de su primer disco. Apostaría a que Markus sigue siendo el alma y la cabeza pensante de este grupo, el que maneja los hilos de la composición de los temas y eso se nota en la calidad, el dominio y la frescura de las guitarras.

Su primer disco, Deadhead Syndicate, nos dejó muy buen sabor de boca y puso el listón muy alto para la banda. Por fortuna se mantiene la formación y eso es un punto a favor a la hora de dar un empujón un nuevo arreón a su poyecto y sacar temas a la altura de su debut.

Tenemos una primera intro muy típica del thrash americano, recuerda especialmente a los discos de Megadeth, entre otros, la típica pista que superpone voces y guitarras. Ponen en marcha la maquinaria con The Weight Of The World, velocidad, riffs técnicos y el toque groove para dar potencia a un thrash técnico con punteo de fácil escucha marca de la casa.

Home, Sweet Hell se inicia a golpe de bajo, como queriendo marcar el estilo del tema, se meten en su speed thrash con aires progresivos de lleno, es de esas bandas que te deja con la sensación de que aportan siempre algo de su propia cosecha, su propio estilo, que creo que tiene que ver sobre todo con el enfoque técnico y progresivo que le dan a los temas, un toque delicado pero suficiente para salirse de lo trillado y hacer una propuesta con frescura. Sin duda, la participación de Becker en el proyecto es un plus, te sorprende por su agresividad, para lo que nos tiene acostumbrados con su banda de cabecera, pero por otro lado le da al power thrash del grupo un sentido melódico diferente que eleva su propuesta a otro plano. Power thrash de calidad con un momento donde tiran de las guitarras dobladas herencia de los Judas Priest, siempre eternos, antes de introducir el punteo y después el final con el speed por bandera y el groove reforzando el sonido.

Apocalyptic Rhymes lleva todo el sello del thrash americano, con ese toque apocalíptico en las guitarras, un ritmo vibrante que no te dará un momento de pausa y un solo con mucho efecto que le da profundidad al tema, suena clásico y al mismo tiempo muy adictivo.

Make A Stand es un tema que conjuga el thrash Usa con el metal progresivo una vez más, en ese sentido lleva el sello de calidad y originalidad de unos Helstar, pero también la potencia y la melodía en las guitarras de unos Testament, Annihilator, ese es el rasgo que más destacaría de este tema, las guitarras se adueñan de la canción, brillan con luz propia y llevan el tema en volandas de principio a fin a base de unos riffs de lo más logrado. Súmale a eso un buen estribillo en manos de Becker y te puedes imaginar el cóctel explosivo que significa este tema.

The Unfathomable Evil es uno de los temas que quizás pase más desapercibido dentro del disco, pero no es mal tema ni mucho menos. De nuevo su power thrash típico con mucho ritmo, pero quizás carece de la espectacularidad o la inspiración de lo comentado hasta ahora.

Llegamos a P.O.T.U.S.A., un tema que a nivel de letras tiene que ver con la situación que está viviendo los Estados Unidos con el nuevo presidente que se han echado encima ellos solitos y lo que conlleva a todos los niveles. Un tema que después de un arranque con un toque muy progresivo se lanza a un thrash con riffs demoledores a lo Annihilator o Metallica, conjugando potencia y melodías. Pero el momento estelar es el arranque de furia en la batería para introducir un solo veloz y potentísimo, un recurso por cierto que Ullrich ya usaba con los americanos Them, solo que en este caso eleva la velocidad y la potencia hasta extremos inimaginables, espectacular.

Cosmic Outrage se podría considerar como un speed melódico y comparte con la canción que le precede el arranque brutal en el ritmo para meter un punteo estratosférico, diría incluso que el cambio es más brusco en este tema y por eso mucho más sorprendente, sin duda el mejor momento de esta pista y uno de los picos del album, realmente brutal.

Después de los dos trallazos anteriores descargan una pieza de thrash más convencional, Nothingness Awaits. Eso sí, de nuevo los riffs técnicos y los buenos ritmos nos acompañan, esta vez con un punteo con más melodía pero también veloz. Finalizan el disco con estilo con Sunset Blood, les sobra clase para dar y tomar, con un tema que empieza en formato acústico y baladístico hasta que meten el cambio y una velocidad de crucero que ya no sueltan hasta el final y que se mueve en el terreno del heavy melódico progresivo. Un medio tiempo que finaliza el disco como bajando revoluciones pero sin perder en ningún momento la frescura y el sonido adictivo que esta banda es capaz de ofrecer con una fluidez que asusta.

Diría que este es un disco en líneas generales menos contundente que el anterior y más rico en matices, más intrincado, aunque siguen manteniendo la esencia de su sonido y son totalmente reconocibles gracias a esa voz y a esas guitarras lustrosas y repletas de calidad técnica. Los Septagon con dos soberbios discos sobre la mesa se confirman como una de las bandas más originales dentro del panorama power thrash.

Feeling: 4/5
Originalidad: 4/5
Técnica: 4,5/5
Producción: 4/5

Puntuación: 8,5/10

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