1.
The Serpent 3:31
2.
Far Beyond 4:47
3.
Edge of Time 3:28
4.
Shadow Man 3:59
5.
Finnish Woods 5:29
6.
Fortune Teller 4:51
7.
I Remember 5:10
8.
Leap of Faith 3:14
9.
Sweet Child 5:54
Totta
Ekebergh - Vocals
Arnau
Diaz - Guitar
Max
Ternebring - Bass Guitar
Olof
Axegärd - Drums
Los
suecos Raven debutan con este album pero antes de empezar a contaros
un poco cómo suena quiero compartir con vosotros unas notas acerca
del grupo y como se gestó todo esto. Lo primero que me llamó la
atención es que siendo suecos se hayan venido a Madrid a grabar el
disco. Pero ya en 2016 habían grabado sus primeras cinco canciones
incluidas en el ep Blackbird, que por cierto llamó la atención de
mucha gente, así que este disco debut era más que esperado. Como
una metáfora de la versatilidad de este grupo, al año siguiente se
trasladaron a Suecia donde parece que se encuentran muy a gusto
trabajando, aunque la temperatura no sea tan agradable como en la
Barcelona del guitarrista. Hechas un poco las presentaciones me meto
en harina, que ya hay ganas de comentar el disco.
The
Serpent arranca con unos acordes que tienen todo el sabor del
rock de los sesenta de bandas como Thin Lizzy, con un toque también
de sicodelia que también transmite la voz de la espectacular Totta.
No perdáis de vista el espléndido trabajo en los bombos que le da
versatilidad, frescura y el toque progresivo al tema. En la pausa
incluso se permiten meter riffs que suenan ambientales a lo Black
Sabbath, como podéis comprobar toda una amalgama de sonidos, eso sí,
siempre de sabor clásico, pero con una mezcla en proporciones
exquisitas.
Far
Beyond tiene un inicio lento y ambiental con la voz como
protagonista, las vibraciones de puro rock arropándola, a medida que
van pasando los segundos la canción te va envolviendo con más capas
de sonido. Me encanta la vibración de rock con alma al estilo The
Cult que le meten en los momentos de pausa, al igual que el punteo,
de la escuela Duffy, es decir, primando la emotividad. Le dan su
punto progresivo al tema con los riffs posteriores. Sin duda un tema
que puede trasladar muy pero que muy lejos.
Edge
of Time es un rock con connotaciones blueseras y hasta diría que
algo gospel incluso gracias a la multipersonal voz de su vocalista,
rock británico añejo a tope, con un estribillo de esos que no se
olvidan, acierto tras acierto.
Shadow
Man es un tema donde meten excelentes melodías que encajan
dentro de la vertiente heavy rock de la new wave, con esa
ambientación y magia enigmática que siempre fueron la seña de
identidad de las bandas de ese movimiento, esto cobra su máxima
expresión en la pausa con la voz preparando un punteo tan clásico
como el propio tema. Y qué decir de Tatta? Sin duda la que lleva el
espíritu del tema y que me recuerda a la magia que desplegaba Sean
Harris en uno de los discos más alabados de todos los tiempos del
heavy británico.
Finnish
Woods contemporiza el ritmo del tema y de nuevo la coordinación
de la banda es perfecta entre el auge de la voz, los cambios de
ritmos y los armonía de los riffs. Una balada mágica donde parece
detenerse el tiempo y el mundo. El estribillo es tan infeccioso que
no te lo podrás sacar de la cabeza en varios días. Y qué decir del
cambio de ritmo con sonido rockero setentero sabbathiano? Realmente
espectacular y Díaz tomando protagonismo, justo lo que pedía el
tema. Temazo absoluto, como diría Vpower.
A
estas alturas del disco me digo a mi misma que en algún momento
tendrán que bajar un poco el listón y mostrarse menos inspirados,
porque no puede ser que mantengan este ritmo demoledor. Fortune
Teller es una pista de rock blues que suena muy clásica, con
todas las piezas en su sitio, pero que no suena tan fresca y
sorprendente como los temas anteriores, ya me quedo tranquila, son
humanos. Eso sí, me sigue encandilando la voz heavy rockera de Totta
Ekebergh. La pausa ambiental progresiva, sin embargo, nos reconcilia
con las sensaciones rockeras progresivas que habían ido plantando
hasta ahora y vuelven a sembrarme de dudas sobre su condición
terrenal.
I
Remember es la canción más bluesera de todo el disco, servida
en bandeja para que una vez más Totta despliegue todo su caudal de
voz y sensibilidad, y no desaprovecha la ocasión. Sin embargo, en
cuanto a esquema es el tema más previsible de todo el disco, aunque
esté realizado con un gusto exquisito. Leap of Faith contrasta
con su predecesora por su ritmo vivo de rock clásico, sus destacadas
líneas de bajo y las melodías de voz, y como no podía ser de otra
forma el tema acaba desmelenándose por completo.
Por
desgracia el disco llega a su fin con Sweet Child, será una
referencia velada a la mítica canción de los Guns? La respuesta es
no, es otro tema de rock blues, aunque si quieres rizar el rizo
puedes buscarle un hilo de conexión con el uso del wah en la
guitarra, pero esto es puro rock clásico con acento bluesy y
especiado con notas soul en la voz, espectacular.
El
grupo suena compacto como una piña, suena clásico pero sin resultar
repetitivo o excesivamente revival. Tienen a su favor en cuanto a
frescura el punto progresivo ambiental que le dan a los temas. Pero
sobre todo tienen un diamante bien pulido que se llama Totta y creo
que son conscientes de ello, porque aquí lo que prima es el rock y
el feeling, en eso son imparables.
Feeling:
4,5/5
Originalidad:
4/5
Técnica:
4/5
Producción:
4/5
Puntuación:
8,5/10
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