martes, 8 de octubre de 2019
BORDERS – Purify (2019)
1. 731 3:32
2. Wake Up 3:32
3. Damage Everything 3:15
4. Bad Blood 3:36
5. War 3:25
6. Demon's Reach 3:15
7. Nothing to Lose 3:41
8. A World Apart 3:13
9. Faded 2:25
10. Walking Dead 4:02
Jordan "JJ" Olifent - Vocals
Gavin Burton - Guitars
Tom Britton - Bass
Daniel Hodson - Drums
Primer disco de esta banda inglesa tras un ep en 2017. A nivel de letras se centran en la situación del mundo actual, la corrupción y toda la podredumbre que rodea la sociedad actual, lo que estamos acostumbrados a ver uno y otro día, y contra eso parecen querer luchar con sus letras contra la costumbre de que toda esa costra de inmundicias la asumamos como algo cotidiano, habitual e inevitable.
731 es un tema que juega entre el death, el heavy y el elemento atmosférico, una canción transversal no exenta de toques más modernos que enfatizan ese lado social que tienen sus letras, funciona bien como primer tema para abrir fuego. Wake Up es un corte más directo, voces agresivas y riffs punzantes. Damage Everything progresa en esa misma línea, acentuando el groove y metiéndose un poco en el terreno del metalcore, pero con toda la distorsión que introducen siempre mantienen un pie anclado en las melodías lo que le da a los temas un punto más de adictividad.
Bad Blood nos muestra los riffs más inspirados en lo que va de disco, tienen una componente atmosférica que realmente marca el signo de la canción. Las voces, con ser las que uno se espera para denunciar temas sociales, siguen una línea demasiado continuista y previsible que va erosionando poco a poco la frescura del disco, pese a todo, este corte de carácter más ambiental consigue subirlos un escalón en cuanto a tensión. War tiene un extra de elemento bizarro en algunas voces y riffs, que contrastan con la sensación hardcore, pese a todo el elemento ambiental vuelve a ganar la partida.
En Demon's Reach me quedo claramente con el estupendo riff que abre el tema y algunos otros atmosféricos que salpican un tema donde pisan el acelerador y sube el nivel de paroxismo de las voces. Nothing to Lose ofrece algunas guitarras melódicas de mérito, el punto más sólido de la banda, y es un medio tiempo más convincente que temas pasados donde parecen querer subirse al vagón del punk. Nothing to Lose se sitúa en el otro extremo, sonido punk metalcore solo aderezado por algún riff melódico. Faded fusiona el groove con el metalcore sin dejar mucha huella. Y acaban con Walking Dead, de lo mejor del disco si no el mejor corte, no es que hagan especialmente diferente a todo lo anterior, pero la parte ambiental en la que creo que son mejores tiene más peso y el resultado es un tema más cautivador.
Un disco que entretiene, nada especialmente novedoso pero hay que reconocerles la buena mezcla de agresividad y de componente ambiental que dan a los temas, los fusionan con habilidad y los temas resultan convincentes.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2/5
Técnica: 3/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6/10
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