jueves, 17 de octubre de 2019
RAVENSIRE – A Stone Engraved In Red (2019)
1. Carnage at Karnag (6:26)
2. Thieves of Pleasure (4:35)
3. Gabriel Lies Sleeping (4:04)
4. Dawning in Darkness (5:13)
5. Bloodsoaked Fields (1:10)
6. After the Battle (6:50)
7. The Smiting God (4:31)
8. The Games of Titus (8:15)
Nuno - Guitars
Rick - Bass / Vocals
Mário - Guitars
Alex - Drums
Los Ravensire son una banda portuguesa bastante conocida para los que adoran el heavy metal a pesar de que no llevan tanto tiempo en la escena, desde 2011. Eso sí, no han perdido el tiempo y con este que os comento hoy ya suman su tercer disco, además de varios eps y splits. Se les suele comparar con sus compatriotas Ironsword o si nos vamos bandas ya de culto histórico con los irrepetibles Manilla Road por el regusto épico de sus canciones, de hecho uno de los temas del disco se lo dedican al gran Shelton, como comentaré en su momento, vamos con ello.
Carnage at Karnag inaugura el disco en modo acústico y lento, poco a poco van entrando los riffs heavys hasta imponer una marcheta constante. La voz de Thor sigue sonando tan profundo y épica como siempre, uno de los pilares del grupo. Como cualquier buena banda de heavy épico que se precie introducen un intervalo de intercambio de riffs melódicos antes de meter el solo limpio, lento, melódico y emotivo.
Thieves of Pleasure tiene un sonido más under, con guitarras de un heavy sacado de las cuevas a lo Omen o Hyborian Steel, cocinado a fuego lento y con un punteo en varias fases, el abecedario épico al completo. Gabriel Lies Sleeping arranca con un riff melódico preparando el terreno y acto seguido el típico ataque heavy a lo Manilla Road, con unos solos de true metal sin paliativos. No se complican en la estructura de los temas pero son resultones y no dejan lugar a la duda.
Dawning in Darkness es otro tema a medio tiempo, no tan cuativador en la melodías, más rudo y heavy, con el momento más emotivo en la pausa y el punteo que va tomando ritmo poco a poco. Bloodsoaked Fields es un breve interludio como preparando el terreno para el gran momento del disco, After the Battle, la canción que dedican al genial Mark Shelton que nos dejó en 2018. Se trata de una canción de ritmo a piñón con el mejor estribillo del disco que vale la pena reproducir “After the battle - all is lost/After the battle - I have died/After the battle - longing for/ After the battle - a wild horse to ride”, sin duda será uno de los momentos emotivos en sus conciertos, como emotivo es el solo melódico lento, con cambio de ritmo para venirse arriba. Es el tema más largo del disco y juegan con eso para introducir diversos momentos épicos a lo largo del tema con las voces y el juego de guitarras dobladas. Sprint final para poner el colofón al mejor tema del disco, buen homenaje al dios del underground que se nos ha ido para siempre.
The Smiting God tiene un arraque muy Omen en las guitarras, buena la labor de producción, el disco suena bien pero sin estar sobredimensionado, conservando el toque under. Este es uno de los temas con ritmo más revolucionado, aunque esta banda portuguesa no sea de lanzarse a la carrera como otros del género como los Battle Roar o los Hyborian antes mencionados.
Acústicas para introducir The Games of Titus y luego la distorsión entras mezclada con un riff melódico épico de esos que hacen afición, a partir de ahí el tema se mantiene en un ritmo constante hasta llegar al duelo de guitarras. No me parece superior a The Cycle Never Ends con el que rozaron la gloria, pero es un disco que esta a la altura de lo que se espera de ellos y con los tres últimos temas a un gran nivel, superior al de resto del álbum.
Feeling: 3,5/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 7/10
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