sábado, 20 de junio de 2020
CB3 – Aeons (2020)
1. Zodiac
2. Sonic Blaze
3. Acid Haze
4. Warrior Queen
5. Apocalypse
Charlotta Andersson - Electric Guitar
Pelle Lindsjö - Electric Bass
Natanael Salomonsson - Drums
Os presento lo nuevo de esta banda sueca que ya tiene unos cuantos años de existencia y muy buenas referencias en lo que a su espectro sonoro se refiere. Su debut se produjo en 2018 y tuvo un gran éxito con muy buenas críticas y ventas del disco. Ahora bien, quiero lanzar un aviso a navegantes, no es un disco o mejor dicho una música para todos los gustos ni para todo el mundo, se trata de una composición instrumental que se mueve entre el rock, el jazz y lo progresivo por llamarle de algún modo. Una música que hay que paladear sin prisas, diría que relajante o que al menos te saca de lo cotidiano.
Empezamos con Zodiac que nos ofrece unos riffs hipnóticos en medio de una instrumentación que tira hacia la sicodelia y el space, es un tema muy experimental en cuanto a sonido y sensaciones. Con Sonic Blaze nos adentramos en un rock heavy más guitarrero, grandes arpegios y melodías, solo son tres pero parece que se multiplican y te provocan un montón de sensaciones que se van solapando las unas sobre las otras, este es un tema atrevido, aventurero y que suena excepcionalmente fresco, tan pronto juegan con las melodías de guitarra como te meten unos riffs más graves y profundos o te meten una pausa para crear ambientación. Gran despliegue de imaginación y composición el que nos dejan en este tema, juegan con la sicodelia y los ritmos a su antojo y el trabajo de Charlotta en las seis cuerdas es fantástico, de sombrero.
Acid Haze es el tema más largo del disco con más de nueve minutos de duración. Toda la música de los CB3 está impregnada de sicodelia, del sabor del rock y la fantasía de los 60 y los 70 pero poniéndole el punto de actualidad que corresponde al año en que vivimos. Así es este tema, pura sicodelia llevada a su máxima expresión, imagínate a unos King Crimson o unos Rush dando rienda suelta a toda su verborrea musical y tendrás la esencia de este tema, donde Charlotta se dedica a exprimir su guitarra en busca de los sonidos más discordantes, disparatados y con el aroma space que te puedas imaginar, mientras sus compañeros de viaje asisten de maravilla sus evoluciones, el cambio de ritmo que rompe el tema por completo es sencillamente maravilloso y me recuerda a las genialidades del Schenker cuando era joven.
Warrior Queen tira más hacia el rock y el blues, con unos sonidos que se repiten y crean una especie de trama que te va atrapando en sus redes. También tiene esa aproximación al sonido de grandes guitarristas como Satriani, melodías por un tubo, si con este tema no echas a volar la imaginación es que eres alguien bien apegado al mundo terrenal. Fin del recorrido con Apocalypse, un tema que inicia con acústicas y que tiene ese estilo de epílogo del disco, muy sosegado y apacible, como el colofón y el descanso después de un largo y arduo viaje. Las melodías que se sacan van por completo en ese sentido y son tan pegadizas como evocadoras, excelente final para un disco que sorprende de principio a fin pese a que sobre esto ya tenemos mucho en la historia de la música. Ahí está por ejemplo ese saxofón que pone la nota diferencial en este último tema y que es como la guinda del pastel, es como si fuese un tema casi sinfónico, difícil de creer pero así entra por los sentidos.
Tienen calidad, tienen clase, suenan frescos y su guitarrista es capaz de sacar sonidos que te trasladan a otra dimensión, te lo ponen tan fácil que lo único que tienes que hacer es darle al play y dejarte llevar sin ningún tipo de esfuerzo por tu parte. El éxito de su debut no fue una casualidad, lo ratifican con este segundo álbum.
Feeling: 4,5/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 4,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 8,5/10
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