lunes, 27 de julio de 2020
DEXTER WARD – III (2020)

1. Return Of The Blades
2. Soldiers Of Light
3. In The Days Of Epic Metal
4. The Eyes Of Merlin
5. Conan The Barbarian
6. The Dragon Of The Mist
7. Reign Of The White Knight
8. The Demonslayer
Mark Dexter - Vocals
Manolis Karazeris - Guitars
Akis Pastras - Guitars
John Tsimas - Bass
Stelios Darakis - Drums
Tercer álbum de esta banda a caballo entre Atenas y Venecia, dos ciudades de todo menos monótonas, igual que su música. Hablamos de una banda cuyos orígenes se remontan a la épica banda griega Battleroar, por parte de Dexter y de Manolis, eso ya te da una pista de por donde van los tiros. También te dará otra pista el de hecho de que han compartido escenario y jornadas metaleras con bandas tan emblemáticas como Manilla Road, Crimson Glory, Titan Force, Warlord, Virgin Steele, Fates Warning, Cirith Ungol… blanco y en botella.
Un comienzo de guitarras muy Maiden en los riffs de inicio de Return Of The Blades, al mismo tiempo imponen un ritmo más propio de bandas del power Usa que tantos días de gloria nos ha dado a los seguidores de este rollo. Una canción directa, efectiva, con ritmos épicos, de esas que te enganchan a la primera escucha, en el más puro estilo de los primeros Battleroar. Rematan la faena con un punteo bastante aceptable antes de lanzarse al ataque final del tema con coros de voces épicas, para petarlo en los conciertos.
Soldiers Of Light empieza de forma sutil a base de acústicas, luego introducen los primeres acordes melódicos antes de implantar un medio tiempo. Cambio de ritmo para meter riffs melódicos previos al solo, sencillo, lo mejor es el arranque del tema. La verdad es que las similitudes con los esquemas de los Iron Maiden de los tiempos dorados son más que claras, los inicios lentos para ir metiendo candela poco a poco al tema, los riffs melódicos... Luego a esa receta básica añaden riffs épicos como los de In The Days Of Epic Metal y es en esos momentos cuando alcanzan sus mayores cotas de emotividad. Además cuentan con un vocalista experimentado como Mark Dexter, que tiene una de esas voces reconocibles y con un feeling contagioso, ideal para estas lides épicas. Valhalla, melodías y puños en alto, otro tema ganador para los directos con un final apoteósico.
Inicio acústico y sin batería en The Eyes Of Merlin, el típico medio tiempo acompañado de riffs de heavy epic, con otra pausa en medio para darle emotividad con la guitarra en primer plano, simple y siempre eficaz este tipo de canciones. Conan The Barbarian, qué te puedes esperar con un título así? Pues un tema heavy se mire por donde se mire, ritmo potente y letras sobre las venturas y desventuras de ese popular héroe y sus múltiples hazañas, acero y muchas batallas. Interesante las inserciones de guitarra y los giros que introducen los ritmos, heavy metal de toda la vida, con los largos episodios melódicos que gustan de incluir en cada tema.
The Dragon Of The Mist es otro tema con la herencia Battleroar, medio tiempo clásico, los riffs y las voz son los protagonistas con un estribillo ganador que se encargan de repetir asiduamente. Le dan un repris al disco con Reign Of The White Knight, un heavy más veloz y al estilo Maiden de temas como The rime of the ancient mariner, es la constante de este disco, no busques novedades ni cosas arriesgadas, se ciñen al sonido más clásico. Dejan para el final el tema más largo, más de siete minutos en The Demonslayer, cocinado a fuego lento, el más épico de todo el trabajo, la alfombra roja extendida para que Mark Dexter se luzca y se convierta en el auténtico protagonista. Por supuesto, no le faltan sus buenas arremetidas para que te vengas arriba.
Lo dicho, los Dexter Ward saben a lo que juegan, saben lo que te gusta y no se andan con experimentos, te dan varias tazas de ese sabroso caldo que preparan con un vocalista emotivo y unos riffs que rebosan sentimiento épico. Siguen su marcha sin pausa, cual huestes mercenarias al servicio de las hordas metaleras.
Feeling: 4/5
Originalidad: 2/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 7,5/10
viernes, 24 de julio de 2020
WISHBONE ASH – Coat Of Arms (2020)

1. We Stand As One
2. Coat Of Arms
3. Empty Man
4. Floreana
5. Drive
6. It’s Only You I See
7. Too Cool For AC
8. Back In The Day
9. Consider Me Now
10. When The Love Is Shared
11. Personal Halloween
Andy Powell – guitar, vocals
Mark Abrahams – guitar
Bob Skeat – bass
Joe Crabtree – drums
Creo que no necesitan presentación, pero para los recién llegados ahí van unas breves notas sobre esta mítica banda británica. Debutaron en 1970 con su disco homónimo, sí, son 50 años de carrera nada menos, pocas bandas hoy en día pueden decir eso y pocas lo podrán decir en el futuro, porque es muy complicado mantener una cohesión durante tanto tiempo en torno a una idea o proyecto en el que participan diferentes personas. Solo por eso ya tiene su mérito que sigan existiendo medio siglo después. Entre discos de estudio y directos han publicado más de dos docenas de discos. Es que las cifras con este grupo lógicamente se van a otro nivel.
En los últimos años se ha unido al grupo el guitarrista Mark Abrahams, aporta sangre fresca al grupo, además de reconocer que aprendió a tocar la guitarra escuchando la música del grupo al que ahora pertenece. Por tanto parece ser un importante apoyo y refuerzo para Powell. Huelga decir que han influenciado a cientos de bandas a lo largo de las décadas, son una referencia como pocas en el mundo del rock y más allá de ese estilo. Vamos con su nuevo disco, veamos lo que tienen que ofrecernos medio siglo después de haberse creado, se dice pronto...
Escuchando los primeros acordes de We Stand As One te das cuenta de que los Wishbone Ash conocen el secreto del rock pero que además no se contentan con sacarte siempre el mismo tema una y otra vez. Riffs frescos y una base rítmica de lo más clásica. Déjate llevar por la magia de las melodías y sus tranquilos pero hipnotizantes ritmos, el conjunto formado por diversas partes dentro del mismo tema es sencillamente mágico. Esto es como los grandes deportistas que hacen fácil lo que para el resto de los humanos resulta casi imposible.
Se mueven con maestría en los temas de rock añejo que llevan tejiendo desde hace años, y Coat Of Arms es una muestra más de ello, escalas melódicas en la guitarra y un tiempo sin complicaciones que deja una sensación balsámica en su escucha. Es un largo tema de ocho minutos que les dan para meter una pausa de raíces blues y estilo jam session, se recrean en su calidad y deleitan al público que se rinde a sus pies.
Empty Man tiene un sonido de road movie, excelente el uso de las acústicas y el estado de la voz de Powell, que vale que no será un portento vocal, pero es que ni es su estilo ni él lo pretende, es simplemente la voz del grupo y no se entendería de otra forma, parece que no pasan los años por él. Turno para una deliciosa balada marca de la casa, Floreana, acústicas, voz acaramelada y punteos suaves como la seda, minuteros y por un tubo, su adn de toda la vida.
Creo que todos los que llevamos años disfrutando de la música de Wishbone Ash estaremos de acuerdo en señalar que una de sus señas de identidad inconfundibles son sus riffs rockero melódicos, son como su marca registrada. Pues con Drive construyen un tranquilo tema de rock en torno a uno de esos riffs de siempre de ellos.
El inicio de It’s Only You I See es como un susurro, fijaos en los acordes acústicos y en la sutileza de las melodías, te transportarán a tierras lejanas, tanto como tu imaginación te lo permita. Y cómo no, siempre he agradecido que presten atención a los punteos, elegancia y clase, por eso son tan grandes. Un tema envolvente que va creciendo hasta el final, espectacular.
Too Cool For AC es otro tema de riffs Wishbone Ash y punteos sin fin, su fórmula secreta, teñida en este caso con un acento de rock sureño. En medio del remanso de paz y levitación que es este disco encontramos Back In The Day con su ritmo de caja vivo y que dota al tema de unas vibraciones típicas del rock británico, hundiendo sus raíces en el pasado de los Beattles y los Rolling.
Ponen sus melodías en primer plano en otra excelente balada como es Consider Me Now y donde Powell pone la voz más angelical posible, herederos de su propio legado y de una forma de hacer música que nunca pasa de moda con ellos, es el corte más lento y tiene un tinte de épica lírica medieval que lo hace especial. When The Love Is Shared te lleva al terreno del rock de los sesenta con esas guitarras de tendencia soul y rematan el disco con un rock blues de toda la vida en Personal Halloween, con acompañamiento de instrumentos de viento.
Solo queda sacarse el sombrero. Es difícil seguir sacando discos después de cincuenta años. Paraos a pensar un momento en todas las cosas que han cambiado desde que se formaron los Wishbone Ash, lo que ha evolucionado el mundo, lo diferentes que son las personas y sin embargo ellos son capaces de hacer un rock tan clásico y de tantos octanos que vence al paso del tiempo. Solo cabe sacarse el sombrero, repito. Y que vuele la Flying V en sus conciertos.
Feeling: 4,5/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 4,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 8/10
miércoles, 22 de julio de 2020
AMBUSH – Infidel (2020)
1. Infidel
2. Yperite
3. Leave Them to Die
4. Hellbiter
5. The Summoning
6. The Demon Within
7. A Silent Killer
8. Iron Helm of War
9. Heart of Stone
10. Lust for Blood
Oskar Jacobsson - Vocals
Adam Hagelin - Guitar
Olof Engqvist - Guitar
Ludwig Sjöholm - Bass
Drums - Linus Fritzson
Pasan los años para todos y esta joven banda ya va por su tercer disco, aunque la verdad es que se han tomado su tiempo para prepararlo porque el anterior Desecrator, al más puro estilo nwothm, ya es de 2015. Se encuadra dentro de esa nueva ola de bandas que practican un heavy clásico, en su caso con mucho apoyo en las melodías. Con respecto a la formación se mantiene la misma, lo cual es siempre una buena noticia, excepto el cambio en una de las guitarras.
Empezamos con Infidel, un comienzo potente, introduciendo incluso riffs y ritmos que se acercan al speed metal. Por lo demás nos encontramos con los elementos característicos de esta banda que ya conocerás si has escuchado sus dos anteriores discos, apoyo de coros, la buena voz de Oskar y la querencia por las melodías, aunque este es un tema donde tiran más de potencia que de apartado melódico. Me recuerda bastante al sonido de los jefes rusos Aria. Se agradece también la buena labor en los solos sin aflojar el ritmo y seguido de los típicos riffs melódicos made in Judas Priest.
Abren un escenario completamente distinto con Yperite, un medio tiempo de riffs sencillos, tirando un poco del groove, aderezado con licks melódicos. Un tema bastante pausado que incluso ralentizan más en la fase previa al punteo, con ese toque Accept.
Leave Them to Die es otro ataque de power heavy al estilo de bandas como Striker y Enforcer, ya os decía que hoy en día hay un buen puñado de bandas que se mueven en esos mismos parámetros y estos Ambush han conseguido subirse a ese carro. Lo mejor del tema es las variaciones que introducen en los ritmos, la potencia que le meten en momentos puntuales a los riffs, y los solos donde siempre te dan ese extra de energía que hace que valgan la pena.
Hellbiter sigue manteniendo esa alternancia entre tema lento y rápido, es una canción con un toque muy melódico, riffs de toda la vida e incluso ese acento rockero que los suecos gustan de poner en sus composiciones más pausadas, que para mi gusto es cuando más brilla la voz de Oskar.
The Summoning es un corte de poco más de un minuto a base de guitarras melódicas que sirve de introducción para The Demon Within, un tema que definiría como muy Rob Rock, ese heavy potente con la característica voz que aúna un timbre rasgado con melodías, y el apoyo puntual de coros. Es un tema de esos que te llevan fácil, sin que te des cuenta, hasta el final.
Toca otro medio tiempo con A Silent Killer, tirando de groove, me parece el tema más predecible de todo el trabajo, no está mal, pero no arriesgan nada en absoluto, sabes como empieza y sabes como va a terminar, sin margen de error. Iron Helm of War viene a agitar algo más el cotarro, en la línea de los temas más ágiles del disco, está bien pero se sigue instalando en la misma zona de comfort y le falta frescura, ganas de sorprender y hacer cosas buenas, en resumen, te siguen dando dos y hasta tres tazas del mismo caldo.
Heart of Stone es otro medio tiempo con aires de heavy rock, los agudos breves de Oskar y un riff machacón sin variaciones, me sigue pareciendo poco bagaje para lo que los Ambush nos habían ofrecido en los dos anteriores discos y sigue confirmando la tendencia de que el disco se va desinflando en la parte final, eso sí, el estribillo es uno de los mejores del disco. Último tema con Lust for Blood, un corte donde suenan algo más oscuros gracias al despliegue vocal de Oskar que es sin duda lo mejor la canción junto con el punteo, mientras que siguen apostando por su esquema casi monoriff.
Un disco que agradará a los fans de la banda pero me parece claramente inferior a los dos anteriores, le faltan grados de inspiración y de emotividad, pero eso es algo que viene y va. Además, creo que han querido sonar menos melódicos en este tercer álbum, tirando más de distorsión y de groove, pero el resultado final es que el disco tiene menos gancho y es mucho más predecible. No decepciona pero tampoco entusiasma.
Feeling: 3/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6,5/10
martes, 21 de julio de 2020
ASKVÄDER – Askväder (2020)
1. Thunderstorm
2. Cutting Corners
3. God's Grace
4. Nothing to Lose
5. Give In
6. Bit My Lip
7. Devil's Feast
8. Elysium
9. Defeat
10. The Miser
Staffan Persson - Bass
Jon Solheim - Drums and lead Vocals
Martin Gut - Guitar, Vocals
Askväder es una banda sueca que el año pasado ha girado con frecuencia y asiduidad, mostrando su música con elementos del rock y el blues, jugando siempre con las melodías. Han contado con Robert Pehrsson para el solo en Give In y con Malin Strelitzsky para aportar su voz en Bit My Lip. Vamos con su nuevo disco.
Thunderstorm es el tema que abre el álbum, juegan con las melodías y los efectos de guitarra, una canción con un perfil comercial en las voces, unas notas de blues en las guitarras y un punteo de esos que te ponen las pilas.
No son de hacer temas largos estos suecos, la media anda por los tres minutos y pico, ergo no se dedican a hacer virguerías ni jam sessions sino a buscar un ritmo y unas melodías pegadizas, con Cutting Corners siguen esta receta al pie de la letra, si bien tengo que decir que es una canción con un sonido más retro, cambios de ritmo cíclicos y el punteo en modo rockero.
God's Grace introduce un rock un poco más brioso, pero nunca pierden la adherencia a las melodías, es el adn de la banda, un tema bastante lineal en este caso, apenas roto por el punteo. Nothing to Lose es una de las pistas más evocadoras gracias a las guitarras que llevan alma de soul rock, aunque en mi opinión no explotan suficientemente ese buen filón y al final el tema se queda un poco a mitad de camino, sin toda la brillantez que le podrían extraer, aún así es de los mejor del disco.
Give In toca la fibra sensible de la banda, tema lento en este caso empapado del espíritu del blues que aflora en cada acorde. He de decir que Jon tiene una voz suave y melódica pero en estas lides más sensiblonas echo en falta un poco más de emotividad, una voz no tan suave y si un poco más rota, la típica voz bluesera de toda la vida. Las guitarras sí responden al estilo del tema. Bit My Lip es un tema de rock con acento sureño en los acordes y punteo con wah donde Gut se muestra una vez como el elemento más convincente de la banda.
Devil's Feast es rock salpicado de blues, un poco de sonido garagero y setentero también, incluso un poco de soul en las voces y los ritmos, un mixto que genera un buen efecto, ideal para mover los pies, muy bailable, buen tema para los directos. Me gusta la frescura en las guitarras de Elysium, un sonido rockero a lo Dire Straits, sin duda lo mejor de la canción que la pone por encima de la media del disco.
Defeat es un rock garagero, pero le falta fuerza y algo más de suciedad, también en las vocales, pero es que el vocalista solo maneja el registro melódico limpio y es imposible sacarlo de esa parcela, se me queda a medio camino. Final con The Miser, otro de los temas destacables del disco, en este caso gracias a la buena conjunción de acordes y ritmos que le dan de manera puntual una vitalidad extra. Si te gusta el rock melódico sin importar mucho que te repitan esquemas de toda la vida esta es una banda con la que disfrutarás, un estilo a lo Wishbone Ash pero sin llegar ni de lejos a la complejidad ni a la calidad de sus composiciones, entretienen sin más.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6,25/10
lunes, 20 de julio de 2020
SMOULDER - Dream Quest Ends (2020)
1. Dream Quest Ends
2. Warrior Witch of Hell
3. Cage of Mirrors (Manilla Road Cover)
4. Sword Woman
5. Voyage of the Sunchaser
6. The Queen is Gone
Sarah Ann - Vocals
Shon Vincent - Guitars
Collin Wolf - Guitars
Adam Blake - Bass
Kevin Hester - Drums
Ya el año pasado os comentamos el debut de esta banda canadiense, que se mueve entre lo épico y la ambientación doom, un buen disco para estrenarse pero que dejaba la puerta abierta a una proyección y progreso en el futuro. Pues se ve que les sobraron temas o bien tiene mucha hambre, porque ahora vuelven a sacar a la luz nuevas canciones, que no está nada mal para ser un ep al año siguiente de haber sacado un long play, aunque hay que decir que tiene un poco de truco el asunto, porque varios temas ya estaban en su demo de 2018 y además incluyen una versión, siempre bienvenida y nunca suficiente, de esa gran banda que fueron y por siempre estará con nosotros, una de las más grandes, los increíbles Manilla Road del maestro Shelton.
Bueno, antes de meterme en lo musical decir que las portadas de este grupo siguen siendo de lo más épico, ya lo era el disco anterior y sigue pasando lo mismo con este ep, no es lo más importante pero todo suma y habla bien del trabajo de la banda y la atención a los detalles. Ahora sí, empezamos con Dream Quest Ends, uno de los temas nuevos, un tema sólido, con un tiempo marcado por el doom, pero la épica presente en las guitarras, que salpican con sus licks todo el tema, y la voz de Sarah. Me gusta la dosis combinada de sentimiento épico con las de oscuridad ambiental doom, suena realmente under y sincero.
Segundo tema de nuevo cuño con Warrior Witch of Hell, lo mismo que el anterior, y como ya mostraban en su primer disco, los ritmos lentos es donde se desenvuelven la mayor parte del tiempo, por no decir todo el tiempo. Este es un corte con buena ambientación y más doom que epic diría. Potente distorsión, buenos coros y voz de sacerdotisa de Sarah. Un tema muy Solstice, donde los riffs melódicos le ponen la nota heavy al tema y un ápice más de adictividad, pero sin duda es un tema que gira en torno a las voces de la vocalista. Interesante el ritmo de media cabalgada que meten en la segunda parte del tema junto con la épica de las guitarras, un tema que muestra una madurez que creo que no alcanzaban en su debut y que deja la puerta abierta al disco que supuestamente sacarán el año que viene. Gran canción.
Luego tenemos la versión del Cage of Mirrors de los Manilla. El original de un clásico, y más siendo los Manilla, siempre está por encima de cualquier versión, eso es indiscutible, pero tengo que decir que a pesar de que tener a una vocalista femenina en lugar de un hombre como frontman, teneiendo que enfrentarse al reto imposible de la voz tan personal de Shelton, la versión hace honor como es debido al original y a la magia de la banda americana.
Para finalizar el ep nos presentan los tres temas que ya estaban en su demo de 2018. A diferencia del segundo tema de este ep, son más lentos, más centrados en el doom, aunque en Voyage of the Sunchaser le dan más vidilla al asunto con un juego más versátil de guitarras. Los fundamentos de la banda ya estaban ahí, presentes en esos tres temas, pero al igual que en su disco debut se aprecia que van madurando y puliendo cada vez más su estilo, cuidando más los detalles y la composición, como corresponde a cualquier banda de nueva formación y con ganas. Creo que el año que viene, si confirman que sacan disco, como así han anunciado, podemos estar ante un álbum ya muy a tener en cuenta. Lo cierto es que es una banda que ha despertado bastante interés y méritos para ello no le faltan. Los emplazamos hasta el año que viene.
jueves, 16 de julio de 2020
BEAT CITY TUBEWORKS – Top Rock (2020)
1. Roadrunner
2. Succubus
3. Ivory Wave
4. Fading to Grey
5. Estranged
6. Archaic Approach
7. The Joke's on You
8. Idiot Savant
9. Take Two of These and Call Me in the Morning
10. 80's Forest Treasure = Hands of Sin
Erik Linder - Guitars and vocals
Kristian Rigo - Guitars
Henrik Frisk - Drums
Stuart Bayliss - Bass
Formados en 2015, hace poco sacaron un remasterizado de su disco debut “I Just Cannot Believe It’s The Incredible”, y para que no se apague la llama vuelven a la carga ahora con un segundo disco cargado de rock n’roll, siempre imperecedero. Es verdad que es una banda que vive de los grandes momentos del pasado, porque eso es lo que hacen, trasladan al siglo veintiuno la magia del rock de los 60 y 70, pero lo hacen con una eficacia y una energía especiales, por lo que recomiendo su escucha a todos los seguidores de este estilo. Y como buena banda de rock, también más que aconsejable no perdérselos en directo si se tiene ocasión.
El inicio lo pone Roadrunner con unos acordes de guitarra que seguramente habrás oído muchas veces, pero eso no quita para que el marchoso ritmo de batería y la voz cautivadora de Linder te lleven en volandas, y por supuesto no faltan punteos de lo más animoso. Succubus es un tema con más rock clásico con unas melodías que beben de los grandes como Thin Lizzy o Blue Oyster Cult, pero con su toque extra de energía personal gracias sobre todo a la aportación de Erik que sencillamente lo borda y suena con una vitalidad contagiosa. Y a tener en cuenta también que en su composición siempre incluyen cambios de ritmo y punteos rockeros a tope.
Ivory Wave es un tema inferior a los dos minutos donde juegan con los efectos de guitarra y llevan el rock n’roll en la sangre, indudablemente es un tema de lo más bailable, pero que en lo compositivo no es más que un remake de tantos y tantos temas de los 70 y 60, pero oye lo bueno sigue sonando igual de bien 50 años después, que se dice pronto. Un inicio muy Van Halen en Fading to Grey, con excelentes melodías que ya van derivando hacia la maestría de Lynnot, un legado eterno que ha influenciado a miles de bandas.
Que no decaiga la fiesta, Estranged se orienta más hacia el rock gamberro mezclado con el glam, una buena dosis de los Kiss, otro algo de los Acdc en algunos riffs y ya tienes el tema servido. Muy buen comienzo setentero de Archaic Approach que va por los mismos derroteros del tema anterior, es el principal problema que le veo al disco, que la frescura en la composición de los temas, aunque suenen muy bien, se resiente a medida que avanzas en el disco, parece que ya hubieras escuchado estas canciones muchas veces antes, o que fueran clásicos rescatados del tiempo.
The Joke's on You vuelve a jugar de forma muy acertada con el rock melódico a lo Thin Lizzy, Uriah Heep, Budgie, creo que los nombres hablan por si solos, lo mismo que la consabida parada a mitad de canción, deliciosamente predecible. Idiot Savant es un tema de tiempo más lento pero la connotación que lo caracteriza de otros es su rasgo más sicodélico, en este caso el Alice Cooper de hace mil años es la comparación más acertada y resulta una de las canciones más dinámicas y acertadas del disco.
Encaramos el tramo final del disco con Take Two of These and Call Me in the Morning, de nuevo el rock más clásico por bandera, con punteos muy a lo Eric Clapton, Gary Moore, clasicismo al poder. Fin de fiesta con 80's Forest Treasure que es el desparrame total con un rock gamberro y fiestero, ideal para acabar el disco y reventar los conciertos con sus giros punk. Estos suecos no te descubrirán nada salvo que seas un pipiolo recién llegado a esto del rock, ergo un jovenzuelo (sino, dónde has estado metido todos estos años?), pero tienen una máquina del tiempo que funciona a las mil maravillas y que se llama rock. Long live!
Feeling: 4/5
Originalidad: 2/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 7/10
martes, 14 de julio de 2020
REVOLTONS - Underwater Bells Pt. 2: October 9th 1963 Act 1 (2020)
1. Danger Silence Control
2. The Stars of the Night Before
3. Slowmotion Apocalypse
4. Mary and the Children
5. October 9th 1963
6. Erase! New Earth Lord!
7. Hypnos and Thanatos
8. Primal Shock
9. The Powerless Wrath
10. Criminal Organism
11. Grandmasters of Death
12. Through the Years
Roberto Sarcina - bass
Elvis Ortolan - drums
Alex Corona - guitars
Matt Corona - guitars
Andras Csaszar - vocals
Revoltons es una banda italiana que publica este año su quinto disco, que a tenor del título viene a ser algo así como la segunda parte del que sacaron en 2009. Y no solo eso, sino que este disco rompe ocho largos años de silencio por parte de la banda.
No se andan por las ramas en Danger Silence Control, un power muy a la europea, con un sonido cercano a bandas como Helloween, aunque con un extra de potencia en la base rítmica que les acerca más al legado de los Dungeon australianos. Tiene todo lo que un buen tema de power debe tener, velocidad, melodía, buenos solos y ese extra de fuerza que le da la batería y que es el punto clave.
The Stars of the Night Before es un poderoso medio tiempo con acometidas puntuales. Tienen un vocalista que no destaca por su timbre de voz pero que tiene suficiente potencia, un sonido a lo Powergod en las partes más aguerridas y melodías que recuerdan a los Helloween.
Slowmotion Apocalypse es una breve intro acústica para Mary and the Children donde desarrollan un power con fases en las que bajan el ritmo tirando de groove y melodías, con un toque ambiental. October 9th 1963 tiene otro largo inicio acústico que se prolonga en un tema a modo de balada con voces femeninas, cumple sin más.
Le han tomado gusto a las acústicas porque en Erase! New Earth Lord! vuelven a abrir el tema con ellas, de trata de un medio tiempo, donde sacando algunas acometidas de la guitarra el sopor es la sensación que más me invade. Como comienza Hypnos and Thanatos? Con acústicas por supuesto, aunque este caso es un breve lapso que por fin deja paso a un potente riff con groove, aunque la voz limpia no me convence demasiado, le falta pegada, pero lo compensan con una gutural y otra femenina muy aguda que le de ese toque de emoción al tema que faltaba en la voz principal.
Primal Shock es un tema donde llegan incluso a pisar el terreno del power thrash y queda claro que la velocidad es lo que mejor les sienta a la música de estos italianos, cuando se ponen modosos pierden muchos enteros. The Powerless Wrath es un power convencional, con pausa para meter las típicas melodías. Criminal Organism es un tema con una marcha más pegadiza, los riffs más contundentes que marcan la diferencia y unas líneas vocales muy acertadas.
Últimos temas del disco con Grandmasters of Death y Through the Years. El primero supera los diez minutos, amplia variendad de ritmos, voces y pasajes donde se recrean en las guitarras. El último es una instrumental para lucimiento de la guitarra. Sacando algunos momentos muy puntuales el disco mantiene un nivel de intensidad aceptable, pero para ser power lo que más echo en falta son unos estribillos resultones y adictivos, el adn básico de cualquier banda power que se precie, y eso apenas lo consiguen.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6/10
jueves, 9 de julio de 2020
LUCIFER – A Rock Opera (2020)
1. Exordium
2. Lucifer
3. Longing for the Star
4. Intermezzo
5. Beyond Infinity
6. The Long Way Home
7. Asking The Void
8. Antithesis
9. A Valediction - Forbidding Mourning
10. Conclusio
11. Celestial Funeral
12. Singularity
Estamos ante un disco conceptual facturado en Rumanía y basado en un poema del Mihai Eminescu. El álbum ha sido compuesto y producido por Adrian Tăbăcaru y en él colaboran distintos artistas rumanos y británicos, de los que no ha trascendido hasta nosotros sus nombres y por ello intuyo que no han de ser conocidos en el mundo del metal o el rock.
Exordium es el primer tema del disco, abundante presencia de sintetizadores en una suerte de pista introductoria a la historia del disco, con un claro aire progresivo y donde encontrarás además la fusión con elementos de la música clásica como el violín, un corte totalmente instrumental.
Lucifer nos mete ya el meollo de la cuestión con la aparición de las partes vocales, un riff que pone la marcheta básica del tema y sobre eso distintas variaciones, con una voz masculina muy grave, secundada por otras. Seré sincero, no es un tema que busque el camino fácil, continuos cortes en el ritmo y una orientación de rollo muy progresivo, con calidad sí, pero no es de esas composiciones que te busquen la melodía o el estribillo fácil para atraparte.
Longing for the Star es un tema muy tranquilo, de tono baladístico, dominado por las voces de un hombre y una mujer, con sus melodías de fondo y que va complicando poco a poco introduciendo nuevos elementos. Intermezzo es un breve corte con un ritmo cambiante y con buenos duelos entre teclista y guitarra. Le sigue otra breve pista como es Beyond Infinity en onda hollywood movie, no me aporta mucho y sí me corta bastante el rollo, uno de los problemas que empiezo a apreciar en este disco, que si tomas las canciones una a una la calidad es innegable pero pasado un tiempo el interés se va diluyendo poco a poco por la sensación de divagación que te deja el disco, a no ser que seas un fanático del progresivo, en cuyo caso te podrás dar un festín.
The Long Way Home tiene un inicio ambiental enigmático merced a unas voces distantes que parecen salir de ultratumba, como una procesión de semana santa o de la santa compaña. Un tema espeso y con órganos eclesiásticos, buen gusto no les falta, pero me reitero en lo anterior, el disco en su conjunto no entra fácil y menos invita a ponerlo de forma reiterada de principio a fin. Es como si quisiesen tomar el poema de marras o un escrito y dotarlo de música.
Tras el amodorramiento del tema anterior se agradece un poco de vida con Asking The Void, marcada por el repiqueteo de caja que da una sensación de tensión, el dominio de los teclados y de las voces ansiosas, incluso llegan a meter una gutural, pero es el típico tema que estás esperando que explote con el cambio de ritmo y eso nunca se produce, eso sí, grados de paroxismo no le faltan. Antithesis es un tema totalmente esquizofrénico, con unas voces que más bien son susurros y unos teclados que desgranan unos sonidos esotéricos, como de otro mundo, otro rollo experimental que hace que el disco siga navegando sin una dirección clara, a la deriva total.
Llegamos al tema más largo del disco, A Valediction. Como no podía ser de otra forma, otro tema lento, con voz muy amortiguada, teclados y el bajo en primer plano cobrando protagonismo y dándole un poco de pulsaciones al asunto. Por fin, a mitad de tema le dan caña al disco, meten distorsión, disparan el ritmo, voz gutural y le meten fuerza, lo que deberían haber hecho hace tiempo, por desgracia llega un poco tarde como para salvar el resultado final.
Conclusio es otro tema de funeral, muy teatral, para calmar a las masas, no sea que con el último arreón se vengan arriba. Y Celestial Funeral certifica la jugada anterior, otro tema de pulso casi inexistente jugando con las melodías y los instrumentos, calidad tienen pero el conjunto del disco pesa como una losa. Por fin, Singularity baja el telón en forma de breve epílogo instrumental.
En resumen, un disco que no es fácil de escuchar, muy pausado por momentos, demasiado hasta el punto de hacerte perder la atención en muchas fases del mismo. Entiendo la complejidad del proyecto pero no le veo mucho atractivo como disco y seguramente cobra todo su sentido si esto se interpreta sobre un escenario como una obra teatral con música de fondo, eso es otra cosa y ahí es donde el tiempo del disco brilla con luz propia.
https://lucifer-rockopera.bandcamp.com/releases disco completo
Feeling: 2,5/5
Originalidad: 3,5/5
Técnica: 4/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6/10
lunes, 6 de julio de 2020
TORPEDO – Mechanic Tyrants (2020)
1. Maniac
2. Mechanic Tyrants
3. Victim of Desire
4. Sons of Evil
5. Wrath of God
6. Idiocracy
Danny Keck -Bass
Phil Srešý - Drums
Alex Starbreaker - Guitars
Flo Fait - Vocals, Guitars
Una banda alemana más que sale a la luz, aquello es un hervidero de grupos, surgen por doquier y con un nivel bastante alto de acierto, lo que todavía me parece más relevante. Estos Torpedo se formaron en 2018 y estos temas realmente los publicaron el año pasado como una demo que no tuvo tanta difusión, al menos a nivel internacional, pero que ahora ve la luz con nueva portada a través del sello Gastes of Hell Records que precisamente se caracteriza por apostar por material de estilo clásico o revival.
El primer tema es Maniac, combinación de heavy y speed metal con buenas dosis de poderío, por ejemplo en la aguerrida voz de Flo y en las encabritadas guitarras que meten en diferentes momentos. No se puede sonar más clásico que esto.
Mechanic Tyrants da un giro total, un tiempo lento y pesado de inicio con un riff tope Judas. Luego cambio de ritmo y se meten de lleno en la escuela alemana de speed metal que de manera tan vibrante encabezaron bandas como Avenger o Atlain, me gana totalmente esa rudeza maravillosa que le dan al tema, actitud, actitud y actitud.
Victim of Desire sigue por la vertiente del sonido clásico con un speed teñido de riffs de rock n’roll, tiene esa pose chulesca que le da un extra de frescura, speed & roll a lo Motorhead, sencillo y sin complicaciones pero efectivo, los riffs lanzados y la distorsión se convierten en sus mejores aliados.
Inicio con batería y riffs calentando motores para introducirnos en Sons of Evil, un tema con reminiscencias del heavy de los ochenta a lo Ozzy, Danzig o Quiet Riot. No se complican para nada en la base rítmica y con dos riffs construyen el tema, buscando las sensaciones, algo que ya estaba inventado cuando el homo metalicus empezaba a rascar las seis cuerdas hace un millón de años. El momento estelar del tema es el punteo donde se explayan a gusto, una vez más logran su objetivo sin innovar en absoluto.
Wrath of God recupera la esencia del speed metal, en este caso con pausa intermedia que da paso a un punteo ambiental que me sorprende gratamente ya que pensaba que volverían a la velocidad, pero no, eso lo dejan para un segundo cambio de ritmo y punteo. Idiocracy es el tema final de este ep, una larga fase de inicio con acústicas antes de volver a pisar el pedal, como podéis apreciar practican un speed metal alejado de las melodías, austero al estilo de bandas alemanas, ese speed metal que es la antesala del thrash, donde la garra cuenta más que las armonías o la técnica, eso sí condimentando con retazos de heavy. Todavía son sus primeros temas y se nota en el conservadurismo de los temas, pocas son las bandas que en su primeras composiciones asaltan la banca, se cuenta con los dedos de una mano y normalmente quedan reflejadas con letras de oro en los libros de historia. Así que patada a seguir y ver que presentan en su próximo lanzamiento, por lo de pronto una buena tarjeta de visita.
sábado, 4 de julio de 2020
WAR DOGS – Die By My Sword (2020)
1. Die by My Sword
2. Castle of Pain
3. Wings of Fire
4. Master of Revenge
5. Kill the Past
6. Ready to Strike
7. The Shark
8. The Lights are On
9. Gorgon Eyes
10. Wrath of Theseus
Alberto Rodríguez - Vocals
Eduardo Antón - Guitars
Enrique Mas - Guitars
Manuel Molina - Bass
José V. Aldeguer - Drums
Banda alicantina que saca su primer larga duración. Ya se habían estrenado con unos primeros temas en su ep de título homónimo de 2018. Empezamos con Die by My Sword donde nos dejan un heavy clásico de tintes épicos. Destaco sobre toda la fuerza y el carisma de su cantante Alberto Rodríguez y me gusta también el buen desempeño de la base rítmica. En las guitarras tenemos el clásico juego de melodías y guitarras cruzadas, un tema compacto y al estilo de bandas como Visigoth o Gatekeeper.
Castle of Pain va en la misma onda que el tema anterior, sonido de heavy epic, aunque es un tema más ralentizado y donde juegan más con las melodías y más recurrente en el estribillo, no está mal aunque el efecto final es un poco repetitivo. Mucho más interesante me resulta Wings of Fire con ese toque speed metal que le meten a la canción, se toman su tiempo antes de que Alberto empiece a desgranar las primeras estrofas, un sonido que en este caso resulta más poderoso y convincente y les acerca a la esfera de los geniales Atlantean Kodex.
Master of Revenge es un medio tiempo donde por momentos tiran de riffs heavys de toda la vida, es la pista más ochentera y de heavy de toda la vida en lo que va de disco, se agradece esa pausa que le meten al tema, bien ejecutada y cobrando fuerza y velocidad de manera progresiva, el disco ya lo estaba pidiendo. Pasamos a Kill the Past con otra embestida heavy speed. Los esquemas que manejan no son nada nuevo y los encontraréis en las principales bandas internacionales del momento, pero están bien ejecutados. Donde creo que tienen el elemento más fresco y diferencial es en la voz de su vocalista, tiene un timbre que le da ese carácter a la banda y es solvente en los diferentes tiempos que desarrollan. Los solos son buenos pero en general me parecen bastante previsibles, eso les resta un poco de frescura, aunque ojo, no desentonan en ningún momento.
Me gusta que desarrollen temas como Ready to Strike donde resultan más agresivos, menos melodías y más distorsión, guitarras más crudas, el típico apoyo de coros en las voces, un tema más under y directo a la cara, bien llevado.
The Shark esconde una pequeña sorpresa que los fans de Manilla Road agradecerán ya que cuenta con la colaboración en las voces de Bryan Patrick que fue el vocalista de las huestes del tiburón de Wichita en los últimos discos pero que ya llevaba toda la vida con ellos en la carretera. Solo por eso ya tiene un significado especial para mí, además de que es un tema en el que suenan más tradicionales y true metaleros, con retazos de los dioses del under, supongo que el origen del título de esta canción es bastante evidente.
The Lights are On tiene uno de los mejores riffs del disco con el que empiezan el tema. También desarrollan un ambiente de epopeya en las melodías sobre todo acentuado por las líneas vocales. En cierta forma su forma de cantar me recuerda a la del señor Blad de los suecos Falconer, que por cierto levantaba pasiones y odios por igual hace unos años. Además es un corte donde las guitarras consiguen unos sonidos melódicos más inspirados, con arreones dignos de mención, otro de los temas estelares del disco.
Gorgon Eyes es un tema de ritmo heavy speed, aunque eso no va con Alberto, el sigue moviéndose en su tono melódico épico, eso puede que a algunos no les convenza de todo o les acabe resultando un tanto cansino, lo entiendo, pero en mi opinión es el rasgo más distintivo de la banda y lo que les da más personalidad. Wrath of Theseus es el tema con el que se encargan de cerrar el disco, de nuevo tirando hacia ese heavy epic melódico que los canadienses Visigoth pusieron de moda de un día para otro sobre todo con su primer disco.
Buen disco debut, aunque en el cómputo general les lastra un poco el uso de los clichés de otras bandas, el nivel técnico es bueno, en los solos me falta quizás menos velocidad y un poco más de sentimiento, pero donde tienen su gran baza es en su vocalista Alberto Rodríguez, ojo con él que si nada se tuerce es posible que hablemos de él mucho y bien en el futuro.
Feeling: 3,75/5
Originalidad: 3/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 7,5/10
miércoles, 1 de julio de 2020
ORPHAN DEVIL - Victims of the Night / Drifting Away (2020)
Side A: Victims of the Night
Side B: Drifting Away
Perttu - Vocals
Sakke - Guitars
Kristo - Guitars
Sampo - Bass & backing vocals
Late - Drums
Primeros temas que saca en forma de ep esta banda finlandesa de metal clásico. El nombre de la banda se corresponde o hace honor a una banda sueca, los Shakespeare que sacaron en 1982 un ep con el nombre que ahora se ha puesto esta banda, fue lo único que publicaron, espero que no sea una premonición. En cualquier caso quizás Vpower les entreviste algún día y sepamos si hay algún tipo de relación entre ambas bandas.
La banda se formó en 2016, pero parece ser que hasta principios del año pasado no entró el vocalista que tienen ahora, de todas formas está claro que no son lo más productivo del planeta, dos temas publicados en cuatro años… Pero aquí estamos para analizar sobre todo la calidad, porque para cantidad ya hay de todo por el mundo adelante. Así que vamos con ello.
Victims of the Night es un tema que comienza heavy en los primeros amagos pero que pronto se desata y se enfoca un poco hacia el speed metal, aunque conservando el toque melódico tan propio del heavy de los ochenta. A destacar sobre todo la buena construcción de riffs pegadizos que forman el cordón umbilical de la canción, bien apoyado por una base rítmica veloz que le da lucimiento al tema.
Drifting Away suena a heavy clásico por los cuatro costados, unos riffs que bien podrían estar sacados de cualquier banda británica de comienzo de los 80. Melodía y un ritmo ágil, componen el típico tema de heavy melódico. Las voces me parecen un tanto endebles en algunos momentos, por no decir manifiestamente mejorables, aunque entiendo que apuestan claramente por un enfoque sobre todo melódico más que buscar la potencia. En el cambio de ritmo tienen todas las costuras de los Iron Maiden de los ochenta, lo mismo que la guitarra rítmica. Sonido revival a tope, bienvenido a la nave un grupo más.
No suenan mal, mejor el primer tema que el segundo, quizás se les aprecia la bisoñez en la falta de personalidad, aunque también conocemos sobrados casos de bandas muy jóvenes que han marcado una época, ahí están los Maiden antes nombrados, así que eso ya no es una excusa para no hacer las cosas bien, y menos en el mundo en que vivimos donde todo cambia tan rápido. Veo buenos mimbres pero todavía tienen que ir haciendo su propio camino, buscando su propia identidad, en eso están.
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