lunes, 28 de septiembre de 2020
BITTERNESS - Dead World Order (2020)
1. The Last Sunrise
2. A Bullet A Day
3. Dead World Order
4. Idiocracy
5. Let God Sort 'Em Out
6. Forward Into The Past
7. Blood Feud
8. None More Black
9. Darkest Times (Instrumental) (5:41)
Frank Urschler - Guitars & Vocals
Thomas Kneer - Bass
Andreas Kiechle - Drums
Hoy os presento el séptimo disco de esta banda thrasher alemana, saldrá en mayo pero como ya ha caído en mis manos no he podido esperar a hincarle el diente y comentarlo para todos vosotros. Bitterness se formó en 2001 y han hecho múltiples bolos, especialmente en su país. Se puede decir que practican un sonido old school, pero bastante rudimentario.
Empezamos con una breve intro a basa de acústicas. Seguidamente A Bullet A Day nos deja un thrash a tope de velocidad hasta que entra la voz, lo que os decía antes, un old school en toda regla, siguiendo las directrices de bandas como Sodom, sin apartarse ni un segundo del guión.
Dead World Order es un tema más elaborado, el típico comienzo al ralentí para meterle algo de ambientación al tema, riffs distorsionados y pesados, solo en el tramo final del tema le dan un repris, pensaba que lo harían antes pero es un tema que se me hace un poco monótono. Para compensar lo anterior sacan Idiocracy que tiene como elemento de referencia lo que yo llamo los riffs metralleta, creo que visualmente es fácil de entender a lo que suena. Se suceden los temas y la sencillez, lo espartano y lo de siempre es la nota predominante del disco. Ni siquiera te meten un punteo de guitarra que condimente un poco el asunto, siendo la voz de Frank lo más destacado, tiene carisma, aunque es un barco a merced de su tempestad.
Let God Sort 'Em Out es casi un tema que se mimetiza con el anterior, al menos hasta que meten la pausa y un breve lick ambiental que al menos le da algo de oxígeno. Inevitablemente con el paso de las canciones vas cayendo en el sopor de los mismos ritmos y riffs muy similares, pasa con Forward Into The Past, en este caso la novedad es que tienen dos marchas, pero en esencia es lo mismo, cuesta ya distinguir unos temas de otros.
Al menos con una canción de más de siete minutos como Blood Feud me espero algo diferente. Arranca con unas acústicas, lo cual ya es un buen signo, pero mi gozo en un pozo porque se trata de un tema de los lentos, donde te duermen con su estilo a piñón fijo. None More Black tiene un riff con un poco de melodía pero sencillo a más no poder, seguido del abanico de riffs rítmicos que manejan y de los que no salen nunca, al que le suman en este caso, y esa es la diferencia, algún riff de orientación más death y un poco de ambientación que le da más oscuridad al tema, lo suficiente para que se convierta en lo mejor del disco. Acaban con un tema instrumental donde no vas a encontrar ninguna sorpresa, es más, para ser instrumental es de lo más lineal que te puedas imaginar, apenas sin variaciones ni grandes despliegues guitarreros, candidato seguro a saltárselo teniendo en cuenta que ya es el último.
El resumen es bien fácil, thrash clásico pero básico, las guitarras muy justitas, apenas tienen ningún momento de lucimiento, los ritmos todos muy similares. Actitud sí, suena thrash también, pero con muy escasa ambición y casi nada de ingenio para que a estas alturas despierte las ganas de pincharlo reiteradamente, aunque en directo puede que resulten entretenidos, el headbanging, ya se sabe, es siempre una buena forma de soltar adrenalina, y si llevas no sé cuantos día de confinamiento ya ni te cuento.
Feeling: 3/5
Originalidad: 1/5
Técnica: 3/5
Producción: 3,5/5
Puntuación: 5,5/10
domingo, 27 de septiembre de 2020
HYPERION – Into the Maelstrom (2020)
1. Into the Maelstrom
2. Ninja Will Strike
3. Driller Killer
4. The Maze of Polybius
5. From the Abyss
6. Bad Karma
7. Fall After Fall
8. The Ride of Heroes
9. Bridge of Death
Carano – vocals
Davide Cotti – guitars
Luke Fortini – guitars
Antonio Scalia – bass
Marco “Jason” Beghelli – drums
Banda italiana formada en 2015 gracias al impulso del guitarrista Davide Cotti, que comparte focos con Luke Fortini, colaborador en bandas como Children of the Damned y Paul Di'Anno. Debutaron en 2017 y han fichado por el sello español Fighter Records para sacar este segundo disco.
Empezamos con Into the Maelstrom, un tema con un ritmo intenso donde prima el protagonismo de las guitarras. Duelo de guitarras en el punteo y me parece un tanto sobreproducido el sonido de las rítmicas. Para que os hagáis una idea es un estilo tirando hacia unos Cage, pero el tema se me hace un poco reiterativo con el paso de los segundos.
Ninja Will Strike es tiempo intermedio, los riffs tiran más de la producción que de una técnica o unas melodías que enganchen. La mejor parte nuevamente vuelven a ser los solos, afilados y con un estilo a lo Judas Priest, mientras que el vocalista tira de unos registros muy agudos a lo Axxis que no me acaban de encajar del todo con la propuesta de metal potente que parece que quieren ofrecer.
La producción me recuerda a los discos de Annihilator, con ese sonido potenciado y con un tanto de fuzz en las guitarras, puede gustar o no, pero a mí personalmente me acaba rayando lo suyo. Driller Killer es un tema de sonido vintage que vive sobre todo del estribillo, pero los riffs siguen sin matarme.
The Maze of Polybius nos da buenos momentos con los solos de guitarra, mientras que el resto del entramado sigue siendo demasiado similar a los temas anteriores, salvo el acelerón final que le da bríos a un tema que iba bastante plano. Groove y ritmo a los Annhilator del king of the kill en tema From the Abyss, ahora sí los riffs tienen más calado y los doblan con licks melódicos, un tema solo instrumental y lo mejor del disco sin duda alguna.
Bad Karma tiene un sentido heavy con una nota progresiva a lo Fates Warning gracias al buen desarrollo de la base rítmica, le da un plus sobre el resto de temas y lo rematan bien con los punteos, un apartado donde no escatiman en gastos. Fall After Fall tiene un comienzo ochentero a tope con la guitarra encabritada y más o menos mantiene ese estilo desenfadado hasta el final, convencional pero una apuesta que siempre funciona.
Llegamos al tema más largo del disco con The Ride of Heroes, ya te das cuento de ello cuando lo comienzan con acústicas y melódicas. La mayor parte del mismo se mantiene en un medio tiempo y hasta el final no suben un poco la velocidad y se dedican a doblar guitarras, pero me pasa como en la mayor parte del disco, se instalan en una zona de seguridad y te están hipnotizando con el mismo riff, hasta que te hacen despertar un poco a base de punteos. Bridge of Death comienza con un riff que parece plagiado de unos Gamma Ray o similar, se desarrolla en clave power heavy, por momentos te hace vibrar y es otro de los momentos divertidos del disco.
Los puntos más sólidos son los solos de guitarra, en cambio en los riffs resultan bastante cansinos, lo cual desde mi punto de vista viene acentuado por el sonido que le han metido a las guitarras, no me gusta la producción del disco. El vocalista es correcto pero sus agudos no me convencen, más bien no me cuadran con el estilo del grupo. Banda con buen potencial, pero poco explotado en este segundo disco, les toca asumir más riesgo e inventiva, técnica tienen para ello.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 3/5
Puntuación: 6/10
miércoles, 23 de septiembre de 2020
SENESCERE – Alive But Somewhere Else (2020)
1. Freezing of the Hillside
2. Lost in the Cold
3. The Low Clouds
4. Alive
5. Melted
6. Resonate
7. Aging Affinity
8. Heartspace
9. Moon and Sun
Alden Bradstock - guitars, vocals
Andy Stark - drums
Nathan Heavel - bass
Josh Clark - additional vocals, production
Banda americana formada en 2014, inicialmente como un proyecto en solitario de su guitarra y vocalista Alden Bradstock, con el tiempo fue sumando nuevos miembros. Debutaron en 2015 con un disco muy ambiental y han ido evolucionando hacia un death con más matices y más melódico.
Empezamos con un tema instrumental a modo de intro, con predominio de acústicas y que tiene un aire a lo Jeff Waters cuando se pone a meter sus guitarras melódicas, podría ir en cualquier disco heavy, nada hace presagiar un disco de death metal. Lost in the Cold sí que ya nos ofrece una perspectiva más cañera, aunque todo en una vertiente muy melódica, la voz un tanto gutural pero podría decirse que es más una banda de metal melódico que otra cosa. El fuerte del tema son las guitarras melódicas, bien construidas, entran fácil, el resto del tema es bastante convencional.
The Low Clouds sí que tiene una base rítmica más tendente al death metal, las voces también son más agresivas. Acometidas acelerando el ritmo, todo bastante típico, un sonido bastante limpio, demasiado para mi gusto y la parte ambiental final como heredera de su disco anterior. Alive es un tema con un toque más progresivo y técnico, tanto en ritmo como en riffs que lo hacen más interesante.
Otro tema instrumental de dos minutos con Melted, se nota que el fundador es el guitarrista porque es sobre el que recaen todos los focos y aquí se da el gusto de meter unas guitarras muy tranquilas, no lo hace nada mal. Resonate es el típico tema de death melódico que te podrían hacer unos Dark Tranquility o similar, nada excepcional pero funciona. Sin embargo me sobra por completo Aging Affinity, una variante entre death y metal alternativo que no aporta nada y que suena a grupo del montón.
Enfilamos la parte final del disco con Heartspace que es de lo mejor del disco gracias a esa faceta melódica ambiental a lo death sueco. Y bajada de telón con un tema de casi diez minutos, Moon and Sun, el tema más complejo de todo el disco, tirando hacia la vertiente Opeth, melodía, ambientación, cambios de ritmo, voces explosivas y blast puntuales, el tema más maduro y creo que el que debería marcar su camino, al menos bajo mi punto de vista es donde más brillan.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6,5/10
martes, 22 de septiembre de 2020
OZNOR – Shattered Illusions (2020)
1. Shattered Illusions
2. Lost Dreams
3. Contemplations
4. Silver Lining
5. Piece of Mind
Norbert "Ozi" Ozogany – all
Proyecto instrumental de este músico eslovaco. El año pasado sacó su primer álbum completo, este año publica cinco nuevos temas. A nivel compositivo dice que se ha inspirado en el estado de ánimo de las personas, en cómo se frustran los sueños que tenemos pero como aún a pesar de todo tenemos que seguir tirando del carro, algo que por desgracia está muy vigente en todo el mundo ahora mismo con la que nos está cayendo.
Como era de esperar, el instrumento básico es la guitarra. En Shattered Illusions se mueve entre el heavy y el shred. Lo que menos me convence es el sonido de la batería, casi seguro que electrónica, suena muy empaquetada. Y como decía, lo mejor es lo que hace es con la guitarra, melodía y sonido heavy fundamentalmente, con anotaciones de shred.
Lost Dreams ofrece un ritmo más consistente que el anterior, así como unos riffs que también permiten articular un hilo conductor del tema, algo que echaba en falta en el tema anterior, que era en plan verso libre. Las acústicas también enriquecen el tema. Más distorsión y sonido más aguerrido en Contemplations, tira hacia un sonido clásico pero adolece de gancho, ni siquiera las partes melódicas consiguen motivar especialmente, con lo que acaba cayendo en la apatía y el sopor.
Silver Lining es un tema con más chispa y con riffs que incluso se acercan al sonido death por momentos, también los punteos y las melodías suenan más extremas y consigue transmitir una cierta condición de desasosiego, a diferencia de canciones anteriores que eran planas como lenguados. Final con Piece of Mind es junto con el anterior lo mejor del disco, una canción con un estado mental más positivo que se transmite en las vivas melodías de los punteos y los riffs, aunque me sigue pesando el efecto de una batería bastante insulsa, la producción no es precisamente ejemplar.
Estamos ante un guitarrista competente, eso está claro, pero hay que ir más allá. Cuando montas un proyecto instrumental siempre asumes una mayor cuota de riesgo que otras bandas a la hora de que tu música pase inadvertida para el gran público. Si eso te da igual entonces perfecto, como el que escribe un libro se lo autoedita y lo regala a sus amigos. Ahora si tienes más pretensiones ahí es donde comienzan los problemas para este músico eslovaco. Porque una banda instrumental no puede caer en la monotonía, tienes que llamar la atención y ser muy dinámico. Esta muy bien que sigas un sonido heavy, pero si no lo condimentas con chispazos de algo que motive la canción se vuelve intrascendente, es como quien oye llover, acabas por perder atención. Eso es lo que pasa en la mayor parte de este ep, por eso hacer un disco instrumental interesante me parece una labor mucho más compleja que un disco con vocalista.
jueves, 17 de septiembre de 2020
DESCENT INTO MAELSTROM – Iconoclasm (2020)
1. The Misanthrope
2. Saturn
3. Red Gaze
4. The Grim
5. Forgotten Wisdom
6. Monolith
7. Shade of the Night
8. The Portal of the Elsewhere
Andrea Bignardi - vocals, guitars
Michele Castelnuovo - drums
Peter Buzzi - guitars
Mattia Panunzio - guitars
Mik Gawen - bass
Banda italiana que presenta su segundo larga duración, dentro del género del death pero con aires progresivos, dicen ellos. Se trata de un quinteto formado en 2016 que debutó al año siguiente. La base de su propuesta es un death que tira hacia una fórmula mixta como se puede apreciar en The Misanthrope. Lo bueno es que son capacaces de meterte ritmos y riffs agresivos y acelerados, en una especie de pandemoniun que combina lo melódico y ambiental con la orientación más agresivas de bandas como los Pestilence. Este primer tema es en ese sentido muy equilibrado, con una faceta bipolar bien tejida. En los ramalazos melódicos indudablemente beben de los maestros Opeth.
Saturn es un claro seguidor del sonido Death Schuldiner, sino fijaos en esos ritmos cambiantes, en los riffs técnicos y cortantes a la par que agresivos. Por medio condimentan ese buen sonido con los ramalazos melódicos característicos que os comentaba antes. También quiero señalar que Andrea me parece un vocalista muy apto para este tipo de bandas, tiene agresividad y contundencia pero sin ser demasiado gorrino, el punto perfecto.
Buen ritmo de carga con el que introducen Red Gaze, luego una vez más las guitarras truculentas a lo Schuldiner, un clásico que nunca pasará de moda, un genio que seguirá influenciando hasta el fin de los tiempos. Un tema que suena deliciosamente caótico gracias a las acometidas de caja y bombos. The Grim es un juego de sombras, con riffs más ambientales y un ritmo medio que la diferencia claramente de la anterior, se mueven con holgura y habilidad en ambos terrenos, con una ejecución milimetrada. Mención especial de nuevo para bajo y batería que marcan con precisión italiana en este caso la batuta del tema, llegando a momentos de agresividad e intensidad desatada a lo Behemoth hasta desencadenas en un solo melódico, bien jugado el contraste.
Forgotten Wisdom es un death de la vieja escuela. No son especialmente innovadores estos italianos, aún cuando quieran hacer un poco de crosswork en la composición de estilos, pero sí que destacan en un sonido pulido, buena producción, y en una estructura de los temas sin ningún tipo de fisuras. Aquí en este el enfoque melódico tira del tema un poco más hacia el viking death. Un tema que contiene unos riffs tan potentes como adictivos, saben como enganchar, eso es indudable.
Monolith es un death de lo más agresivo, entre el extremo con los blasts y el sonido death thrash de la vieja escuela, tiene el encanto de lo antiguo llevado a la actualidad. Y como en temas anteriores introducen alguna pausa breve para de nuevo arremeter con renovada furia. Ellos le quieren llamar progresivo, pero sinceramente este es el death sueco de toda la vida fusionado con el de los noventa en su crudeza.
Shade of the Night no te da un momento de respiro, juega con los riffs distorsionados doblados por los melódicos, mientras la voz de hace más agresiva. Mientras que The Portal of the Elsewhere nos introduce en un sonido mayormente agresivo que incluso en ciertos fases bebe del black metal, con los blasts y la oscuridad en voces y guitarras.
Sonido clásico, con combinación de elementos del death melódico y el más agresivo o extremo, lo que nos deja en un terreno intermedio que puede gustar a la mayoría de los fans de este estilo. Destacar el buen perfil técnico de la banda, con temas que además generan muy buenas sensaciones, un buen equilibrio entre contundencia y factor melódico-ambiental.
Feeling: 4/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3,5/5
Producción: 4,5/5
Puntuación: 7,5/10
miércoles, 16 de septiembre de 2020
RÄMLORD - From Dark Waters (2020)
1. Love of the Damned
2. Dark Waters
3. Haunting All over the World
4. Blindfolded
5. Chained God
6. Hell Is Here and Now!
7. Non Serviam
8. To the Battle
Jarno Anttila - guitars
Janne Mannonen - drums, backing vocals
Timo Salmenkivi - vocals
Tommi Kanerva - guitars
Niko Karppinen - bass
Formados en 2010 entre sus miembros se encuentra Jarno Anttila, ex-Impaled Nazarene, como miembro más conocido. Este es el disco con el que debuta la banda. En sus orígenes jugaban con la influencia del black metal y las voces guturales, pero en estos temas dicen que han encontrado su verdadero sonido, heavy metal sin complejos ni fronteras. Veamos que hay de cierto en ello.
Inicio con Love of the Damned con unos riffs de heavy bastante típicos tirando hacia el lado melódico. Poco hay de black metal aquí, si bien es cierto que los riffs que van pasando tienen un sonido tirando a gótico y algo más oscuros de lo que suele ser una banda heavy al uso. Pero es el ritmo y el vocalista lo que definen básicamente la energía de este tema, no es la bomba pero te pone las pilas para empezar.
Dark Waters cuenta con la colaboración en las voces del también finlandés Taneli Jarva (Sentenced, The Black League) y es completamente diferente al anterior, se apoya en su sonido heavy más pausado, con pinceladas melódicas en las partes más animadas y del doom en las partes más sobrias, suena más auténtico y con más calado. Lo que menos me convence es el estribillo, lo mejor todo el ambiente que crean alrededor con un buen final con las guitarras a su libre albedrío.
Haunting All over the World es una canción mucho más vulgar y al uso en su construcción, con apoyo de teclados, tiran de un sonido Saxon, por momentos parecen casi un clon, buscando el estribillo facilón y unos coros un tanto sonrojantes, paso atrás respecto al tema que le precede. Acústicas para poner en marcha Blindfolded, pero en esencia es un tema muy similar al anterior, heavy a medio tiempo con predominio de las melodías hasta mitad de tema, a partir de ahí suben el ritmo y le meten también más caña a los riffs con lo que el tema sale ganando indudablemente.
Chained God combina los riffs góticos con otros más heavys para construir un medio tiempo que en su parte final tira más de atmosférico y guitarrero, no se les da mal lo de crear pasajes ambientales, sin embargo en los estribillos se les ve la costura comercial de manera mucho más acusada y decae el efecto general del tema.
Hell Is Here and Now! es un título más que apropiado para la pesadilla que el mundo está viviendo con el maligno covid19. Pero es solo el envoltorio, porque la canción lleva un marchamo de hard heavy con apoyo de teclados y un sonido bombístico que poco tiene que ver con el horror, los coros de nuevo me ponen de los nervios, de lo más flojo del disco.
Non Serviam sigue lo que ya se puede considerar como la línea gruesa del disco, el heavy melódico con acento británico, Saxon, Tank, Raven, Blaze etc. Pocas sorpresas en una canción bastante lineal, cumple sin más. Final con To the Battle, el título sin duda apela a la épica y algo de eso hay, riffs muy sencillos con ritmo de carga, sin complicaciones, la cosa no puede ser más básica, intercalar dos riffs con el estribillo y es que a veces en lo sencillo estriba la magia. Bueno, este último corte no tiene nada de mágico pero sí es cierto que en directo puede ser uno de los que mejor funcione por su simpleza a la hora de espolear los ánimos.
Nada nuevo bajo el sol, ni rastro del sonido black con el que decían que experimentaban en sus orígenes. Básicamente estamos ante una banda heavy melódica, con un sonido nada transgresor, a pesar de que digan que no se marcan ninguna frontera musical casi no la cruzan en ningún momento. Se deja oir y entretiene sin complicaciones.
Feeling: 3/5
Originalidad: 2,5/5
Técnica: 3/5
Producción: 3,5/5
Puntuación: 6/10
lunes, 14 de septiembre de 2020
EMPTY FRIEND – Falter (2020)
1. You Are Not The Sun
2. Draw The Line
3. No Light
4. Neon
5. Segue
6. Falter
Dave K. - vocals
Ryan O. - guitar
Daverage N. - bass
Karl M. - drums
Tras su debut en 2018 con el disco Saltwater, estos londinenses presentan nuevos temas con este ep al que dicen que han dotado de un sonido un poco más contundente. Empiezan con You Are Not The Sun, un hard rock con reminiscencias del punk que se notan en la suciedad de las guitarras y en el ritmo vivo y agresivo.
Draw The Line suena más hard rock con toques sicodélicos, resalto sobre todo la voz de su vocalista y el punto esquizofrénico que consiguen transmitir y que rematan con el solo. No Light recurre más al groove y se meten en las aguas del grunge aunque sea de modo superficial, no aporta nada nuevo ni me emociona especialmente.
Se agradece el cambio de escenario que aporta Neon, un ritmo lento, dirigiéndose hacia el sonido stoner, con presencia dominante del fuzz, alternando la base predominante del tema con arrancadas de paroxismo desatado. El mejor tema del ep de largo.
Un breve receso a base de wah de guitarra para dar paso a Falter, un corte más oscuro que los anteriores donde meten en la coctelera un poco de todo, rock sicodélico, fuzz rock y algo de stoner con ambientación. Es otro de los puntos fuertes del disco gracias a la buena construcción de guitarras. Los temas están correctamente construidos pero estos chicos británicos transitan por un terreno ya más que pisado antes por muchas otras bandas, por eso no llama especialmente la atención.
domingo, 13 de septiembre de 2020
THE WIZAR’D – Subterranean Exile (2020)
1. Subterranean Exile
2. Wizard's Revenge
3. Master of the Night
4. Ecstatic Visions Held Within The Monastic Tower
5. Long Live the Dead
6. Evil In My Heart
7. Dark Forces
Ol’ Rusty - Guitar / Vocals
Blackie - Bass
Master of the Night - Guitar
Maniac Frodsham - Drums
Es posible que aquí no sean muy conocidos estos australianos, por lo menos a nivel del gran público, bueno, son cosas de los nuevos tiempos y del estilo al que juegas. Pero me atrevería a decir que por estilo son una banda que puede abarcar mucho más allá del doom que sería la base de su sonido en un sentido muy laxo. Activos desde 2004, fue a partir de 2008 cuando empezaron a parir auténticas delicatessen musicales. Este disco no es la excepción a esa gran trayectoria, ya aviso.
Atención a las guitarras mágicas y a la magnífica atmósfera que crean en el primer tema del disco. Subterranean Exile sin duda tiene la oscuridad enigmática del doom pero para mí tiene más del heavy de la new wave que hacían bandas como Holocaust, Pagan Altar o Witchfinder General. Todo encaja perfectamente en el puzzle de esta canción, las voces con profusión de coros contribuyen a crear la atmosfera, el solo de guitarra es la culminación de todo el recorrido y el tiempo a media velocidad es justo lo que necesita un tema de estas características.
Wizard's Revenge arranca con unos riffs melódicos y seguidamente con la voz nasal de Ol’ Rusty que hace una magnífica interpretación. No es un vocalista al uso, no tiene el repertorio ni la voz pulida de los grandes cantantes, pero tiene un carisma y un sentimiento como pocos. Como sentimiento tiene el estupendo solo que nos brindan en esta canción, lento, melódico, te pone los pelos de punta. Tremendo temazo. Un tema con doble ración de solos, el segundo para acabar la canción con una melodía épica que hará que se te caigan los palos del sombrajo.
Tiempo para Master of the Night, un tema que tira como los anteriores de un sonido arcano y primitivo. Ojo, no quiero decir que suene mal, al contrario, el sonido es fantástico pero tiene como una patina de cosa antigua o vintage natural, como reliquia rescatada del pasado que le da un sabor muy especial y auténtico, no lo digo de cara a la galería, es uno de los puntos fuertes del disco. Este es otro medio tiempo con toda la esencia de la new wave en las melodías de guitarra, tirando hacia el sonido de las bandas más oscuras del movimiento. En la continuidad del solo después de los riffs me han recordado al gran Shelton, esa forma de apuntalarte el tema con un solo de esos que te calan, sencillamente mágico. En los pasajes melódicos con las guitarras juegan de maravilla siguiendo la estela de bandas como Demon, Holocaust o los eternos Pagan Altar. De sombrero.
Mientras acabas de leer el título de Ecstatic Visions Held Within The Monastic Tower ya casi habrá terminado la canción porque no llega a los dos minutos. Es un pasaje instrumental melancólico y con una nota profética en sus acordes que lo dominan de principio a fin. Long Live the Dead conjuga de manera excepcional los acordes melódicos al más clásico estilo de Terry Jones con las voces doom a coro. Tiene un carisma de secta o de profanación de tumbas que sencillamente te lo pone muy fácil para que eches a volar la imaginación. Por si le faltaba algo, en el minuto tres suben un peldaño el ritmo para meterle más intensidad heavy al tema, de champions league, oiga!
Nos siguen azotando desde las antípodas con su divina mezcla de heavy doom. Evil In My Heart es uno de los cortes más heavys pero sin dejar de sonar underground, los ritmos de cabalgada a los que se sube Rusty con su voz muy Shelton también, por siempre con nosotros grande entre los grandes, te llevarán en volandas de principio a fin. Es un tema más directo y menos elaborado que los anteriores, pero entra como una daga en tus costillas y el punteo es simplemente una bomba de neutrones. Grandes, grandes, grandes!
Llega el séptimo y último tema y solo puedo pensar que es una pena que esto se acabe o que solo hayan incluido siete canciones, pero es que cada una de ellas es una pepita de oro, y solo por eso les tengo que rendir pleitesía, alabar su ingenio, su destreza y la capacidad de emocionar que conjugan como pocas bandas hoy en día. Afortunadamente Dark Forces es también el más largo con algo más de siete minutos de duración. Es también el más pausado. No se puede hablar de balada porque eso sería insultar a la inteligencia de estos señores pero tiene ese ritmo de suave embate melódico, claro que llevado a sus latitudes, esto es, la melodía épica antidiluviana. Impagables los punteos que salpican el tema y los arrebatos de rabia del vocalista, es muy fácil creer en sus palabras y dejarse arrastrar por su discurso. Un broche de oro con el tema más doom del disco, y uno de los de mayor sentimiento. Y como en el resto del disco el cambio de ritmo y la faceta más heavy acaba por explotar, una alquimia perfecta de dos mundos diferentes. Si tienes la fórmula la pones en práctica, de lo contrario sigues haciendo experimentos y sucedáneos como la mayoría, ellos son de los primeros.
Si hasta ahora no habías entrado en el reino de tinieblas de los Wizar’d este disco es la perfecta forma de hacerlo, porque a pesar de su sonido primitivo y cavernícola, sus excelentes melodías y su ambientación te capturan desde el primer instante y no te sueltan hasta el final. Lo pongo desde ya como uno de los grandes discos del año y no le doy el diez porque obviamente no son los precursores de este estilo ni de este sonido, aunque sí lo llevan a los cielos como los mejores maestros que les han precedido. Escucha obligada, por favor.
Feeling: 5/5
Originalidad: 4/5
Técnica: 4,5/5
Producción: 5/5
Puntuación: 9,5/10
martes, 1 de septiembre de 2020
JOVIAC - Here And Now (2020)
1. Intro
2. Straws
3. Black Mirror
4. Here And Now
5. Decay
6. Crossfire
7. Fade Into The Light
Viljami Wenttola - Vocals, Guitars, Synths
Antti Varjanne - Bass
Rudy Fabritius - Drums
Segundo disco de esta banda finlandesa que a decir de su vocalista supone una progresión en la madurez de la banda y profundiza en su estilo progresivo abierto en el que es posible encontrar incluso elementos del pop. El disco se escribió y grabó a lo largo de un año.
Tras la intro con un sonido que tira mucho de sintetizadores y seguidamente de guitarra, afrontamos Straws donde efectivamente se nota ese estilo progresivo amplio de la banda, se nota en un sonido que busca la melodía, lo comercial, pero también en los buenos despliegues de guitarra. Lo que menos convincente resulta son quizás las voces, muy pop y con escasa personalidad. En cambio cuando echan el freno y se ponen a desarrollar la parte instrumental sin ningún tipo de prisas ni de cortapisas consiguen una sonoridad entre el new age y lo ambiental que resulta realmente interesante.
El bajo se hace fuerte y protagonista en Black Mirror, por ende los sonidos graves ganan la partida en un cambio de escenario tan radical como apetecible en el inicio de esta canción. El mismo cambio que introducen con un estribillo pop que hace que se desinfle toda la emoción que habían despertado en mí, es una banda de contrastes sin medida. El solo con shred consigue paliar un poco ese efecto. Y como en el tema anterior acaban metiendo una parte ambiental larga.
Otro comienzo interesante en Here And Now con los riffs más heavys y progresivos en lo que va de disco, cruzo los dedos para que no lo echen todo por la borda. Entre el power progresivo y el groove, así transcurre esta pista. Sigo echando en falta un sonido más contundente o más poderoso que redondeé los temas. En su favor hay que decir que su cara más progresiva sí que pasa la prueba. Premio sobre todo para la guitarra de Wenttola, demuestra inventiva y buen feeling, como vocalista en cambio es del montón tirando a soso o muy soso en algunos pasajes.
Decay es un tema que va pasando por distintas fases, tiene un riff que mantiene el hilo a lo lardo de todo el tema, pero por momentos corren el riesgo de perder la atención del oyente, sobre todo con la fragilidad de las voces sin pegada ni carisma ninguno. Crossfire es uno de los temas más relajados del disco con buenas melodías a cargo de la guitarra, que vuelvo a incidir en que es claramente el elemento más atinado y brillante a lo largo de todo el disco. También siguen fieles a su tendencia a construir temas con una estructura poco convencional y a meter influencias del sonido más pop o comercial.
Última pista con Fade Into The Light, una balada con buen gusto que va creciendo en intensidad hasta el final conducida totalmente por la guitarra, con Viljami Wenttola despachándose a gusto. Un disco para nada malo pero que mejoraría notablemente con un vocalista más profesional y con un poco más de fuerza en los riffs, esas carencias lastran la adictividad del álbum.
Feeling: 2,5/5
Originalidad: 4/5
Técnica: 3/5
Producción: 4/5
Puntuación: 6/10